martes, 13 de septiembre de 2016

Carta a Wendy Morales, otra joven presa por el pecado de… ser joven

Wendy Morales

Estimada Wendy:
No te conozco. Si tanta gente te defiende con tanto entusiasmo, vos debés ser una persona que vale la pena conocer. Aunque todo indica que nos movemos en mundos e ideas muy diferentes…

Tus amigos te defienden contra la acusación de extorsión que te hace la fiscalía. Te defienden contra la decisión de juez de paz de Jocoaitique de no concederte libertad mientras se termine de investigar las alegaciones de la fiscalía– a pesar de abrumadoras muestras de ‘arraigo social’ que presentaron tu familia, tus amigos, y tus colegas en el mundo de las artes y los derechos humanos.

A todos ellos, como también a mi, les parece altamente improbable que una mujer que se graduó de ‘servicio social’ y que se dedica como actriz al teatro y como activista a la promoción del idioma y la cultura Náhuatl, haya cometido el pinche delito de extorsión. Por este delito te quieren tener presa en bartolinas policiales por 4 meses – lo que es el plazo que el juzgado de paz dio a la fiscalía para presentar su caso. Algo ilógico, cuando la fiscalía ya tuvo dos años tratando de armar este caso…

Dice la fiscalía que la extorsión se hizo desde tu teléfono, aunque vos tenés testigos que confirman que este celular te fue robado. Tu gran ‘pecado’: No fuiste a perder tu tiempo con la PNC para hacer una denuncia inútil por un pinche teléfono prepago. Hay miles que cometimos este ‘pecado’.

Por todas estas razones, y porque tanta gente valiosa y valiente obviamente te quiere tanto, existe la campaña ‘Justicia y Libertad para Wendy’. Muy bien. Pero permítame darte un consejo, Wendy: Decíle a tu gente que no distorsionen tu caso. Que no traten de pintar la persecución penal que estás sufriendo como represión contra una defensora de los derechos de la comunidad indígena. No tengo duda que sea cierto lo que cuentan tus amigos: tus logros artísticos, tu dedicación a los derechos humanos, a la causa de los pueblos indígenas, de su cultura y su lengua. Pero ojo: A vos no te están persiguiendo por esto, tampoco por tu calidad de artista. El tuyo es un caso más de miles que sufren abusos policiales y persecución penal simplemente por su calidad de jóvenes – y su condición social. En las bartolinas de la PNC y en los pasillos de los juzgados te vas a encontrar a muchos jóvenes que pasan meses detenidos, en miserables y humillantes condiciones, porque como jóvenes son lo que llaman ‘sospechosos usuales’.

Alvin
Alexander Carreño Méndez acaba de recuperar su libertad por una sola razón: en los 2 años que pasó en bartolinas y centros penales, la fiscalía no fue capaz de presentar al juez ningún caso contra él y otros 3 jóvenes de Las Palmas. Así que por ley tuvieron que soltarlos, aunque la ‘investigación’ sigue. En última instancia estaban presos por dos razones que se juntaron: su calidad de jóvenes, y porque viven en Las Palmas…

Miguel Ángel Deras Martínez, un joven de Quezaltepeque, pasó 59 días detenido, acusado de haber participado en la masacre de Opico. Tuvo la suerte que un periodista de El Faro se convenció de su inocencia y armó un gran relajo. Aun así y con clara evidencia de su inocencia, la fiscalía y el juzgado se tardaron 59 día para liberarlo. Otra caso de “sospechoso’ por ser joven. Hay miles de jóvenes presos por acusaciones que al final no pueden comprobarse. Pero no salen libres antes de pasar meses, a veces años, en bartolinas o centros penales. (Y ojo: el de Miguel Ángel no fue un caso del ex fiscal Luis Martínez, acusado de ‘fraude procesal’, sino del fiscal general nuevo. El problema parece de sistema, no de fiscales).

Espero que nada de esto te pase a vos, Wendy. Tenés que explicar a tus defensores y amigos que tu calidad de artista y de defensora de derechos humanos no es la razón de tu actual desgracia. No te están jodiendo por esto. Que no hagan una campaña política fuera de foco. Sin embargo, tu calidad de artista y defensora de derechos humanos, sí es parte de tu defensa: Nadie va a creer que una persona con tu record académico, artístico, humano y político esté metida en una bando de extorsionistas en Soyapango.

Así sin necesidad de conocerte personalmente, me uno a los que exigen tu libertad. Un abrazo,



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(MAS!/El Diario de Hoy)