jueves, 15 de septiembre de 2016

Carta al director de la PNC: Parte de guerra. ¿Misión cumplida?

Estimado Howard:
El 22 de agosto 2016, diste a conocer números muy interesantes – según vos sobre la eficiencia policial. Según yo, sobre el dilema de la PNC.
En lo que va del año han ocurrido 391 tiroteos entre policías y pandilleros en todo el país, según los registros de la Policía Nacional Civil (PNC). Durante estos tiroteos, la policía mató a 373 pandilleros y detuvo a 199. Tras los intercambios de disparos, 268 armas de distinto calibre fueron incautadas, según informó ayer el director de la PNC, Howard Cotto.” (LPG, 23 agosto 2016).
Analicemos tus cifras:
Tiroteos entre PNC y pandillas: 391
Pandilleros muertos: 373
Pandilleros detenidos: 199
Armas incautadas: 268
Cada tiroteo produjo un promedio de 0.95 pandillero muerto, pero en cada segundo caso no hubo ninguna detención. Quiere decir: Para matar, tu tropa es dos veces más efectiva que para arrestar. Es obvio: El objetivo prioritario de los operativos de la PNC ya no es, como dicta la doctrina de cualquier cuerpo policial, la detención del delincuente, sino su eliminación. Vos sos ex guerrillero igual que yo, y ambos sabemos que enfrentamientos que producen 2 veces más muertos que detenidos corresponden a operativos militares, no policiales.

Veamos las armas: La PNC mató a 373 pandilleros y detuvo a 199, lo que da una suma de 572 que en los 391 enfrentamientos cayeron en manos de la policía, muertos o vivos. Pero en los mismos incidentes, la PNC solamente incautó 268 armas. Es una relación sospechosa: ¿Con qué estaban atacando, peleando y defendiéndose los restantes 304 pandilleros que no andaban armados?
Esto nos lleva a otra interrogante: ¿Cómo sabemos que todos los 373 muertos y todos los 199 detenidos realmente eran pandilleros, aunque 304 de ellos no andaban armados?

Sería interesante poder profundizar este análisis. ¿A cuántas de los 199 detenidos luego los tuvieron que liberar por falta de pruebas contra ellos? ¿Y a cuántos del los 373 muertos definitivamente han podido vincular con una pandilla? Ambos sabemos que no existe guerra en la cual solamente mueren combatientes. Una gran parte siempre, en cualquier conflicto armado, son civiles. Es poco probable que en 391 enfrentamientos, ninguno de los 373 muertos hay sido un pobre cristiano que estuvo en el momento equivocado en el lugar equivocado.

Entonces habrá que preguntarte (y a Medicina Legal y FGR): Cada uno de estos 391 intercambios de disparos está siendo debidamente investigado, ejerciendo pruebas a todas las armas involucradas; haciendo obducciones a los fallecidos; recogiendo todos los elementos para poder reconstruir lo que pasó en este enfrentamiento? ¿Y si existen estas investigaciones rigurosas, por qué no se hacen públicas?

Lo que más me asusta no son las declaraciones y matemáticas tuyas. Mal o bien, como jefe tenés que mostrar la eficiencia de tu policía – aunque hay que dudar de qué eficiencia estamos hablando: ¿Eficiencia para proteger? ¿Eficiencia para detener? ¿O eficiencia para matar?

Lo que más me asusta es la actitud cínica de los hombres que dirigen esta guerra (luego de haber dirigido otra hace unas décadas). El presidente Salvador Sánchez Cerén declaró, en una conferencia de prensa, que el 33% de los homicidios registrados en marzo (481) fueron pandilleros que murieron en enfrentamientos con la PNC. Parece que no le perturba saber que ahora el Estado es el autor de 33% de las muertes violentas. Sólo le faltaba levantar el puño y gritar: ¡Misión cumplida! ¡Patria o muerte, venceremos!

Sé que todas estas preguntas que hago no son muy populares. Pero por lo menos en teoría periodistas y policías tenemos una cosa en común: no nos debería importar la popularidad.

Saludos,





(MAS!/El Diario de HOY)