miércoles, 18 de noviembre de 2015

Carta a los payasos falsos y sus amos: No bailaré en su fiesta grotesca de disfraces

Ahora resulta que hasta a mi me quieren poner a bailar en esta perversa fiesta de payasos, caras enmascaradas y trolls. Cuando ya todos saben de dónde provenían los ataques cibernéticos contra los dos principales periódicos de El Salvador, de repente aparece mi nombre. Y aparece por una simple razón: porque desde el principio lo “sembraron” para confundir…

Según informó Arístides Perla, el apoderado legal de La Prensa Gráfica, para publicar las clonaciones de este periódico contrataron dominios falsos en compañías internacionales que otorgan las direcciones en Internet.

Es una operación simple, como me explican amigos que se dedican al honorable oficio de crear paginas WEB: Via Internet uno se comunica con uno de los proveedores, llena un formulario on-line con sus datos personales o de su empresa, y al final pone el número de su tarjeta de crédito. Y este dato, como es esencial para que te cobren, es el único importante y verficable. Con tal que pongas una tarjeta que funciona, puedes ponerte como nombre Vladimir Putin, Santa Claus… o Paolo Luers, siempre con sus respectivas direcciones, números de teléfono, etc. Lo único que verifican es tu tarjeta…

Para luego investigar quién realmente compró el dominio, la única forma es por la huella del pisto: averiguar de quién es la tarjeta de crédito con la cual se pagó. Y precisamente esto es lo que la Fiscalía, una vez que abrió la investigación formal por presión de La Prensa Gráfica, tuvo que haber hecho, solicitando apoyo a otros países. Y allí encontrarán a la persona que contrató el dominio para el fraude cibernético. Y no soy yo. A mi me pusieron para despistar. Pero no voy a bailar en esta fiesta de disfraces.
Alecus, 18 noviembre / EDH-MAS
Alecus, 18 noviembre / EDH-MAS
Más bien voy a hacer caso al proverbio chino que dice: “Sentate en la orilla del río y verás pasar flotando los cadáveres de tus enemigos…”

Es una cuestión de paciencia. Al rato la fiscalía va a recibir los informes internacionales con sus peritajes de los dominios de Internet usadas en la operación contra La Prensa Gráfica, y entonces sabremos quienes son los chistosos que pagaron por un dominio registrado a nombre de Paolo Luers para publicar ediciones clonadas y así fregar a sus enemigos que tanto odian: los medios de comunicación independientes y críticos.

Muy chistositos pueden aparecer los payasos, pero el último en reirse seré yo, sentado bien galán en la orilla del rio, viendo en las noticias las caras de los personajes de la vida pública quienes cobardemente usaron a un pobre técnico que ahora agarraron como chivo expiatorio - y quienes usaron también mi nombre para despistar. Al final van a salir del anonimato y de la impunidad.

Recuérdense, payasos falsos: Quien ríe de último ríe mejor. Saludos,

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(Mas!/El Diario de Hoy)