martes, 27 de marzo de 2012

Carta a Mauricio Funes

Estimado señor presidente:

Por donde sea que esté, tal vez lea esta carta vía internet. Me imagino que usted como jefe de Estado, aunque hay decido ausentarse por ya dos semanas y no atender en persona los negocios del gobierno, se mantiene informado y conectado vía blackberry e internet.

A mi no me preocupa que usted esté ausente. Hay quienes le reclaman que no ha intervenido en el debate sobre las pandillas, el traslado entre cárceles, la tasa de homicidios que hoy ocupa el 90% de las horas de entrevistas televisivas. En este tema más bien le agradezco su silencio. Es demasiado delicado para que los gobernantes lo enreden más. Ya lo enredó el ministro Munguía Payés hablando más de la cuenta.

Aunque tampoco, sólo para que no le pregunten sobre este tema, usted tuvo que esconderse del todo. Hay gente a quienes les resulta inquietante no saber adónde está su presidente. Y todas estas acciones de despiste tampoco ayudan a que la gente está tranquila: mandar la caravana presidencial a correr por toda la ciudad... La gente no se cree esto, porque saben perfectamente que usted no es el único que usa esta exhibición de poder, sino que también sus hijos, su esposa, y a saber quiénes más...


O el otro truco que hizo el otro día: hacer que Casa Presidencial emita un comunicado diciendo que no hay cumbre presidencial en Guatemala, que más bien usted está esperando que la reprogramen, cuando el día siguiente vemos a sus colegas presidentes reunidos en Antigua extrañándolo a usted. Da un mal ejemplo: ya me va a decir mi hijo que mañana no va asistir a sus exámenes y mejor esperar que los reprogramen...

Al fin no sabemos si usted salió del país o está escondido aquí mismo. No nos tiene que decir ni adónde está ni qué está haciendo. Sólo avise que no va a estar. Y asume el vice. Bueno, el hecho que fue el vicepresidente Sánchez Cerén quien el viernes recibiera en Casa Presidencial a tres embajadores para recibir sus cartas credenciales, indicaba que él estaba ejerciendo la presidencia. No podemos tener dos presidentes, ¡Dios guarde!

Así que yo le recomiendo lo siguiente: Ya que se tomó estas semanitas, de una sola vez haga puente con Semana Santa. De todos modos, de aquí a Semana Santa no pasa nada, sólo que su ministro de Haciendo quiere caer a los fondos de pensiones; sólo que algunos diputados de su partido quieren romper su palabra y usar la mayoría que todavía tienen en la Asamblea saliente (y que perdieron en las urnas) para nombrar magistrados de la Corte Suprema.

Felices vacaciones sin preocupaciones le desea Paolo Lüers

(Más!/EDH)