Carta a los que dudan de la paz:
Estimados amigos:
En estos días del 20 aniversario de los Acuerdos de Paz se hace evidente que no todos comparten las ganas de festejar. A ustedes que se burlan de la idea que aquí en El Salvador celebremos la paz, les tengo que decir un par de cosas.
Pero primero quiero citar tres de los cientos de mensajes que andan circulando en twitter que expresan esta duda que en ustedes existe sobre los Acuerdos de Paz:
“Acuerdos de paz.. ese si que es un chiste... somos el pais mas violento de todo el mundo, ¿qué paz celebran?”
“Absurda idea celebrar los acuerdos de paz, ¿donde existe la paz en El Salvador? Digame, porque yo ahí quiero ir a vivir...”
“Los acuerdos de paz fueron como decidir tener sexo pero ambos sabiendo que se fingirían siempre los orgasmos.”
No sé quién les ha dicho que los Acuerdos de Paz se firmaron para introducir aquí en El Salvador amor, felicidad, prosperidad y almuerzo gratis para todos. Si alguien les ha explicado esto en la escuela (o en la iglesia, o en un partido político), le han mentido.
No les voy a repetir todo el rollo sobre los Acuerdos de Paz, el fin del militarismo y de la represión, los derechos humanos, las libertades conquistadas para cambiar el país sin tener que recurrir a la violencia.... Todo el mundo habló de todo esto por todos los medios, y si ustedes no se convencieron no tiene sentido repetir el sermón...
Les voy a dar otro argumento diferente: ¿Cómo sería el país si no se hubiera negociado el fin a de la guerra? En algún momento uno de los dos bandos –el ejército o la guerrilla; la izquierda o la derecha- hubiera ganado. ¿Y saben qué?, cualquiera de los dos que gana se caga en el país.
A finales de los 80 la alternativa era: o llegamos a un acuerdo básico que establece reglas democráticas y civiles para el ejercicio del poder, o aquí terminamos en una sangrienta dictadura, sea de izquierda o de derecha. Con represión, sin libertades, con presos políticos, metiendo al país en un caos económico, aislándolo de la comunidad internacional...
Para cualquiera que ganaba la guerra, la única manera de gobernar y mantenerse en el poder era la dictadura. Dictadura socialista o dictadura militar.
Los Acuerdos de Paz produjeron la única salida aceptable: establecer reglas democráticas y someterse a ellas. A partir de ahí depende de todos nosotros hacer uso de las libertades para construir el país que queremos. Si no logramos resultados pobres, no hay nadie que culpar que todos nosotros.
Saludos, Paolo Lüers
(Más!, El Diario de Hoy)