sábado, 24 de septiembre de 2011

Carta al presidente del Tribunal Supremo Electoral

Estimado Eugenio Chicas:
 
Todos estamos de acuerdo que urge reformar el Tribunal Supremo Electoral, pero nadie lo hace. Sigue siendo una institución tomada por los partidos, compuesta por cuotas partidarias. 

Mientras es así, tiene todo el sentido del mundo el candado que le han puesto por ley: que las decisiones estratégicas necesitan los votos de cuatro de los cinco magistrados. Es un candado para evitar que un partido, que puede alcanzar tres votos, puede imponer sus intereses.

Exactamente esto pasó ahora: el FMLN, con sus tres votos, canceló a dos partidos competidores, el PDC y el PCN. Ustedes quitaron el candado – y a partir de hoy, el FMLN manda en el Tribunal.
A mi también me cae mal el PCN y no veo que el PDC sea una alternativa. Muchos, por esta razón, dicen: que bueno que desaparezcan, de todos modos son corruptos. No importa que el TSE esté violando la ley…

Pero la corrupción no va a desaparecer con el PCN. Simplemente se traslada a Gana, que es el gran ganador de esta maniobra ilegal, porque es el competidor directo del PCN y del PDC por los votos de quienes no quieren apoyar ni al Frente ni a ARENA. Y Gana es diez veces peor. Nació de un pecado. Si el PCN y el PDC son susceptibles a corrupción, Gana nace de la corrupción. Pero Gana es aliado del FMLN…

Vos argumentás que los tres magistrados del FMLN sólo cumplieron con la sentencia de la Sala de lo Constitucional. Pero la Sala no ordenó violar la ley, ni te faculta quitar el candado que evita que un partido puede imponerse en el Tribunal Electoral. La Sala te ordenó iniciar el proceso de cancelación del PCN y del PDC. Pero si no tienes la mayoría para hacerlo, no los puedes cancelar. 

La única salida de este dilema es crear una Tribunal Electoral independiente de los partidos. Mientras tanto, hay que hacer una simple valoración: ¿Hace más daño que sigan existiendo el PCN y el PDC? ¿O hace más daño que un solo partido tome control del Tribunal?

Lo primero atenta contra los intereses de Gana y el FMLN. Pero lo segundo atenta contra la democracia y la credibilidad de las elecciones.

Actuaste como militante, no como servidor público.

Saludos, Paolo
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