miércoles, 19 de octubre de 2022

Carta a la canciller: Siempre fiel a las dictaduras del mundo. De Paolo Luers

 "¿Cuál es la base de este amor por Putin, que lleva al gobierno salvadoreño a no condenar los crímenes de guerra que comete en Ucrania?"

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Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves 20 octubre 2022

Ciudadana Alexandra Hill:

El 2 de marzo 2022, la Asamblea General de las Naciones Unidas condenó la invasión rusa a Ucrania. El Salvador se negó a votar por esta resolución. Se abstuvo.


Igual se abstuvo cuando en la Asamblea General se decidió a suspender a Rusia como miembro del Consejo de Derechos Humanos. Nuestra diplomacia no tuvo posición... 


Tampoco la tuvo cuando en el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos el continente, con gran mayoría, expresó su rechazo a la invasión rusa en Ucrania. Otra abstención.


El 12 de octubre 2022, la Asamblea General nuevamente se pronunció, esta vez condenando las intenciones de Putin de anexar territorios de Ucrania, declarando nulos y violatorios al derecho internacional los ‘plebiscitos’ celebrados a punta de fusil. Nuevamente, El Salvador se negó a apoyar esta condena. No votó.


Entonces, hay que preguntarle a usted, la jefa de la diplomacia salvadoreña: ¿Cuál es la base de este amor por Putin, que lleva al gobierno salvadoreño a no condenar los crímenes de guerra que comete en Ucrania? No puede ser el miedo. Estamos demasiado lejos e insignificantes como para que Putin extienda su guerra a nuestros territorios. Y los que sí están en este peligro, los vecinos directos de Rusia (como Moldavia, los países bálticos, Finlandia) no sólo se atreven a condenar a Putin sino le dan asistencia a Ucrania. 


Si no es miedo de provocar una agresión rusa, ¿tal vez es oportunismo – el cuidado de no perder la ayuda económica que Rusia da a El Salvador y no poner en peligro las relaciones comerciales? Tampoco puede ser: No hay ayuda económica ni financiera, y el comercio con Rusia es mínimo.


Entonces, ¿será amistad que nos une con Putin? Bueno, ya estamos llegando más cerca. Pero si es amistad, no es entre los dos pueblos, es entre los dos gobernantes” Putin y Bukele. O sea, el papel vergonzoso de nuestro país en la comunidad internacional es un berrinche personal del presidente – a menos que usted, la canciller, asuma la responsabilidad de esta política pusilánime.


Veamos. Cuando el conflicto entre Rusia y Ucrania estaba en sus inicios, en 2014, y Nayib Bukele todavía era miembro del FMLN y alcalde de Nuevo Cuscatlán, se distingu con la siguiente declaración: “En Ucrania, pro rusos hacen elecciones mientras fascistas les disparan. Queda claro quienes son los defensores de la democracia.” (Twitter, 11 de mayo 2014). Se refirió a la situación en las 2 provincias al Este de Ucrania, que milicias rusas habían ocupado, con apoyo militar de Putin, y donde Putin mandó a hacer los primeros ‘plebiscitos’ a punta de fusiles para legitimar su anexión. Ahora Putin repitió esta maniobra en los territorios ucranianos ocupados en 2022 – y Bukele sigue apoyando a Putin.


¿De dónde nace esta amistad con Putin? Se necesitaría unos sicólogos para escarbar en la mente de nuestro presidente y encontrar una respuesta. Ni siquiera los dos hombres se conocen. Bukele planificó para el 2022 un viaje a Moscú para conocer a Putin, pero aun no lo ha realizado. Tiene que ser su admiración a los tiranos. También se siente atraído pro Donald Trump, por el dictador Erogan de Turquía, por el líder del Partido Comunista Chino Xi Jinping, por los jeques que gobiernan en la península arábica. 


Entonces, queda una sola pregunta: Si la política exterior de El Salvador está determinada por las atracciones de Nayib Bukele por los hombres fuertes rudos, ¿qué pinta usted en la cancillería?


Sin más que agregar – por el momento.