miércoles, 18 de mayo de 2022

Carta a todos que saben manejar cifras: Es una locura lo que está haciendo Bukele. De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DAIRIO DE HOY, jueves 19 mayo 2022

Amigos:

Estados Unidos tiene una población de 356 millones. De ellos, unos 2.1 millones se encuentran privados de libertad. Este es un porcentaje de 0.59%. Hasta marzo 2022, esta ha sido la tasa de encarcelamiento más alta del mundo, posición que Estados Unidas ha mantenido por décadas.

 

Hoy, El Salvador es el nuevo campeón mundial. Somos el país con la tasa de encarcelamiento más alta del mundo. Antes del régimen de excepción, El Salvador tuvo unos 40 mil privados de libertad. Sumando los 30 mil detenidos bajo el régimen de excepción, ahora son unos 70 mil. En un país de 6.5 millones de habitantes, esto corresponde a una tasa de encarcelamiento de 1.08%. Por mucho, la más alta del mundo.

 

Internacionalmente se comparan los datos de encarcelamiento con el número de personas privadas de libertad por cada 100 mil habitantes.

 

Los 4 ‘líderes’:

El Salvador                         1,076 por 100 mil habitantes

Estados Unidos                      590

Tailandia                                459

Suráfrica                                248

 

En comparación con nuestros países vecinos:

El Salvador                          1,076 por 100 mil habitantes

Panamá                                   456

Nicaragua                               332

Costa Rica                              298

Honduras                                206

México                                   171

Guatemala                              134

 

Los presos sin condena:

En 2021, de los 40 mil privados de libertad en El Salvador, el 23.1% no tenían condena, o sea había en los penales unos 9,240 personas con detención provisional.

Con el ingreso de los 30 mil recién detenidos bajo el régimen de excepción, este número se eleva a 39,240. Otra vez somos casi campeones mundiales (nos gana Haití): en El Salvador, actualmente el 56% de las personas encarceladas no tienen condena. No han tenido juicio. Y están mezclados con la población de los reos que sirven condenas.

 

¿Cómo seguirá esta historia?

El presidente, hablando de su campaña de detenciones masivas, ha dicho: “No nos vamos a detener.” Si en los restantes 9 días del régimen de excepción siguen deteniendo a 500 personas al día (el promedio diario hasta ahora), el número de privados de libertad llegará a unos 75 mil y la tasa de encarcelamiento a 1,153 por cada 100 mil de habitantes. 

El número de privados de libertad sin condena llegará a unos 44 mil, o sea el 58.47% estaría encarcelado bajo detención provisional, esperando su juicio.

 

Si el gobierno cumple su advertencia de prorrogar el régimen de excepción por otros 30 días más, para seguir con las detenciones masivas de supuestos pandilleros, el número de privados de libertad podría llegar a unos 90 mil. Entonces, El Salvador tendría una tasa record de privados de libertad por cada 100 mil habitantes: 1,384. De ellos, unos 59 mil (el 65.55%) estarían encarcelados sin condena. En un país donde por ley la detención provisional es la excepción...

 

Estos son los números detrás de la estrategia, que el gobierno ha adoptado luego de que a finales de marzo se le rompió el pacto que tenía con las ranflas de las pandillas.

 

¿Es viable esta estrategia? 

No. Ningún país puede mantener mas de 1% de sus habitantes encarcelados, más de la mitad de ellos sin condena. No es sostenible económica, política ni éticamente. Sería la declaración de bancarrota de un estado y una sociedad.

 

Es pura matemática que nos lleva a la conclusión que es una locura tratar de resolver el problema de la delincuencia de esta forma. Ni siquiera hemos tomado en cuenta el hecho que un alto porcentaje de los detenidos bajo el régimen de excepción son inocentes. Cualquier joven que convive con las pandillas en las comunidades ‘conflictivas’ es sospechoso y apresado. Tomando en cuenta la cantidad de inocentes presos, no sólo es una locura, es un crimen.

 

Vean los números. No mienten. Saludos,