martes, 26 de febrero de 2019

Carta sobre inmunidad, impunidad, antejucio, difamación y mafias cibernéticas

Hace un par de días en las redes se formó un tsunami de indignación. La Corte Suprema de Justicia había publicado un comunicado, para desmentir las falsas afirmaciones que se habían ventilado en Twitter sobre uno de sus integrantes, el magistrado Roberto Calderón. “La Corte ratifica que no está dispuesta a tolerar conductas reprobables que pretenden afectar la imagen de os miembros del Órgano Judicial, al difundir falsas acusaciones.”

La cuenta de Twitter llamada @_Brozo difundió una noticia inventada: “Magistrado Roberto Carlos Calderón ha sido capturado en estado de ebriedad junto a una menor de edad.” Resulta que nada de esto era cierto: El magistrado Calderón nunca fue detenido, muchos menos ebrio y con una menor de edad. 100% fake news.

Lo delicado del caso no solo es que la víctima de la calumnia es un magistrado de la Corte Suprema, sino sobre todo que la difamación proviene del círculo interno del presidente electo: la polémica cuenta @_Brozo la maneja Ernesto Sanabria, el principal ejecutivo de comunicación de Nayib Bukele.
Lo extraño es que la indignación en las redes no se encendió por la desinformación y la difamación, sino por el hecho que en el comunicado de la CSJ no se condenó a otro magistrado que sí fue descubierto ebrio y con una menor de edad, tratando de violarla. El magistrado Jaime Eduardo Escalante Díaz, detenido in flagranti por la PNC, no fue a bartolinas, por que como magistrado goza de fuero y tiene que pasar por un antejuicio en la Asamblea Legislativa, antes de que la Fiscalía pueda proceder a detenerlo y procesarlo penalmente. La PNC, como es su deber, lo entregó a la Asamblea – y esta lo mandó a arresto domiciliario para esperar su antejuicio y luego su juicio penal. La Fiscalía ya presentó el caso a la Asamblea. Todo esto no es muestra de impunidad, como muchos lo quieren pintar, sino de que las autoridades están funcionando.

Es entendible la indignación que este caso. Incluso es entendible la frustración que despierta el hecho que en este caso la justicia no opera de inmediato. Mucha gente no entiende el sentido del fuero constitucional, ni los complicados procedimientos del antejuicio – y por tanto asume que estamos ante un caso de impunidad. Esto es falso: el magistrado será debidamente enjuiciado, porque el fuero no lo protege de persecución penal por delitos que nada tienen que ver con el desempeño de su cargo. Sobre el sentido del fuero y el procedimiento del antejuicio recomiendo que lean la excelente nota de Erika Saldaña titulada “¿Cómo opera el fuero?”

Regresemos a la extraña indignación que se promovió contra la Corte Suprema. Es que la Corte no debe pronunciarse sobre un juicio pendiente, mucho menos puede intervenir en un antejuicio, que es asunto del Legislativo. En cambio, sí puede (y debe) exigir que la Fiscalía investigue una calumnia cometida contra uno de sus integrantes, así como lo hizo en su comunicado.

Yo tengo el criterio que en el caso de las miles de fake news y difamaciones que salen en las redes, hay que hacer una distinción: Si son personas privadas que, expresando su indignación, caen en difamación, no hay que perseguirlos penalmente. Yo recibo estas calumnias diariamente y no las voy a judicializar. En estos casos las redes funcionan como vía de escapa de agresiones que posiblemente evitar que se llegue a violencia física.

Pero si los difamadores están vinculados a poderes políticos, manejando operaciones masivas desinformación y calumnia sistemática desde el poder (gobierno, alcaldía, autónomas, partidos políticos), las autoridades tienen que aplicar la ley.

Esto es indudablemente el caso de la cuenta @_Brozo. Su responsable intelectual Ernesto Sanabria no actúa como individuo, haciendo uso de su libertad de expresión, canalizando sus frustraciones.

El Brozo actúa como parte de una estructura de poder – antes vinculada al ex presidente Saca, luego a la alcaldía capitalina de Nayib Bukele, y ahora el equipo del presidente electo. Esto no se vale, y espero que la Fiscalía tenga el valor de proceder contra esta mafia de desinformación y guerra sicológica, para evitar que se incruste en el próximo gobierno.

Saludos,