domingo, 18 de febrero de 2018

Operación Bunker. Observador Electoral

¿Por qué escribo en este espacio ‘Observador Electoral’ sobre el reciente ‘operativo Cuscatlán’ de la PNC? Porque es por primera vez (por lo menos por primera vez de forma tan evidente), que se ejecuta un mega operativo de seguridad que es diseñado con criterios de campaña electoral – y coordinado, en gran medida, no por fiscales o policías, con criterios de investigación, sino por expertos de comunicación, con criterios propagandísticos y electorales. Veamos…

Casa Presidencial y la cúpula del FMLN llegaron a la conclusión (acertada) que corren peligro de perder las elecciones de marzo 2018 y marzo 2019. Identificaron (también correctamente) que la gente está desesperada de los cosas: el mal desarrollo de la economía que no produce empleos, y la situación de inseguridad. La tercera conclusión (igual acertada) fue que poco o nada pueden hacer para cambiar la percepción negativa de la gente sobre la economía y el empleo. La conclusión final: Hay que focalizar todos los recursos necesarios para ganar puntos en el campo de seguridad. Y como saben que no pueden cambiar la realidad, deciden cambiar la percepción – que es lo único relevante en tiempos electorales.


Surge el ‘proyecto Bunker’


Puede ser que oficialmente tenga otro nombre, pero este es desconocido, porque se trata de una oficina clandestina. En las comunicaciones internas de la PNC tiene la clave ‘bunker’. Instalan en el pabellón 6 del CIFCO una oficina, donde concentran buena parte del personal de comunicaciones de la PNC, de Centros Penales y del Ministerio de Seguridad, más varios refuerzos. Todas las jefaturas de la PNC reciben instrucciones, no solo de colaborar con ‘el Bunker’, sino de seguir sus instrucciones a la hora de diseñar y ejecutar cualquier operativo de Seguridad Pública, antipandillas o incluso de tránsito. Esto es lo nuevo: Diseñar operativos policiales con criterio de su impacto mediático y electoral.

El jefe de comunicaciones de Casa Presidencial, Eugenio Chicas, recibe la orden de crear una estructura especial que se encargue de contrarrestar, con vista a las elecciones, la percepción de la ciudadanía, manifestada en todas las encuestas, que las políticas de seguridad del gobierno han fracasado. Chicas encarga esta misión a Carlos Argueta, quien tiene años de apoyar al Ministerio de Seguridad y la PNC con producciones audiovisuales. Carlos Argueta, conocido durante la guerra como ‘comandante Chiquito’, es un exdirigente del ERP, quien fue uno de los coordinadores de la exitosa labor de comunicación y propaganda del Sistema Radio Venceremos. Argueta, luego del fracaso del ERP de establecer un partido que compita contra el FMLN, se acercó a los gobiernos del FMLN para ofrecerles los servicios de su empresa de producción audiovisual – y su experticia en campañas de propaganda.

El ‘Bunker’, dirigido por Carlos Argueta, ha tomado control de todo el trabajo de comunicación de las instituciones encargadas de Seguridad. Y paulatinamente ha tomado control de la manera como la PNC define sus prioridades y diseña sus operativos, para que tengan impacto positivo en la percepción de la gente de las políticas de Seguridad del gobierno.


El ‘operativo Cuscatlán’


Luego de meses de ensayos para afianzar los mecanismos entre la oficina en CIFCO, las jefaturas policiales y los medios y periodistas (de los que colaboran siempre cuando consiguen primicias), lanzaron la primera mega-producción del ‘Bunker’: el ‘operativo Cuscatlán’, ejecutado en la noche del 14 al 15 de febrero. Si ustedes han visto los noticieros, se dieron cuenta que por donde llegaban las unidades policiales, estaban instaladas cámaras y hasta sets de Canal 10 – sobre todo donde llegaba al director de la PNC. Aterrizaba el helicóptero de Howard Cotto, y estaban las cámaras listas. Cuando Cotto personalmente arresta a uno de los presuntos cabecillas, las cámaras ya corrían. Los periodistas (no todos, solo las redes establecidas por el ‘Bunker’) tenían un insólito acceso a todo el desarrollo del operativo. Y donde no tuvieron acceso, como en el show en Zacatraz, donde sacaran al patio a los cabecillas de la MS presos para leerles las nuevas imputaciones, el ‘Bunker’ tuvo sus propias cámaras y proporcionó a los medios las grabaciones.


El timing electoral


El timing es perfecto. La invisible mano del ‘Bunker’ nos mostró, a dos semanas de las elecciones, el show de un contundente golpe contra la MS13. Pero toda la información que necesitaban la fiscalía y la PNC para ejecutar los múltiples allanamientos y capturas, proviene de testigos criteriados que tienen más de dos años de colaborar con las autoridades y de proporcionarles información. Estos pandilleros fueron arrestados en la ‘operación Jaque’, en julio del 2016. El personaje central del caso ‘Jaque’, el famoso Piwa, quien según la fiscalía coordinaba las operaciones financiaras y logísticas de la MS13, colabora con las autoridades desde entonces, si no incluso antes de ‘Jaque’. Muy poco han podido judicializar del caso ‘Jaque’ y del siguiente operativo contra la MS13 de septiembre 2017, llamado ‘Tecana’. Y probablemente muy poco podrán judicializar de esta nueva versión, llamada ‘Cuscatlán’. Pero desde el punto de vista de la propaganda eso es irrelevante. El golpe de propaganda se da hoy, poco entes de la fecha electoral, y los problemas de judicialización vendrán meses después. Para el golpe mediático no se necesita pruebas, solo imágenes impactantes. Las pone en escena “Bunker’. Que después no habrá pruebas suficientes para sostener las acusaciones y decomisos, no importa, porque la función del operativo es mediática, no judicial.


Vuelven a meter a Mijango


Meter a la fuerza a Raul Mijango, el mediador de la tregua, en este caso espectacular, acusándolo ahora de cómplice de homicidio, es otro golpe mediático. Luego nos vamos a enterar que la acusación contra Mijango no tiene nada que ver con los presuntos pandilleros arrestados en el ‘operativo Cuscatlán’, y que además esta basada, de nuevo, exclusivamente en el testimonio de un criminal criteriado. Pero entonces, las elecciones ya habrán pasado a la historia.

Lo triste es que están jugando con la seguridad, ejecutando operativos con criterios propagandísticos. Esto va a profundizar la crisis de inseguridad. Pero sobre todo, y esto indigna aun más, están jugando con la desesperanza de la gente. Especulan, ojala sin éxito, que pueden venderle a la gente un show mediático, cuando lo que esperan son soluciones verdaderas.
(EDH-Observadores)