martes, 16 de enero de 2018

Carta a los frustrados, impacientes e ilusos: No necesitamos rupturas, sino mejores políticas.

Hoy celebramos otro aniversario de los Acuerdos de Paz. Más bien, este año nadie lo celebra. Además hay un clima político, en el cual predominan el escepticismo y la frustración. Cuando la anti-política levanta la cabeza, ya no parece sexy un hecho como la solución política a un conflicto armado. Cuando la demagogia populista contamina el discurso político, ya no entusiasma una fecha, en la cual hace 26 años la racionalidad se impuso sobre los resentimientos y emociones de la guerra.

En España pasa algo parecido: Surgió con fuerza un movimiento populista que se arroga descalificar “el régimen del 78” y “la transición”, o sea la histórica refundación de la democracia luego de la dictadura. Cuando a raíz de la crisis catalana se comienza a discutir en serio una reforma constitucional para reforzar las autonomías, el partido PODEMOS de Pablo Iglesias exige un nuevo proceso constituyente.

Aquí Nayib Bukele trata de imitar a Pablo Iglesias, apostando también a la anti-política y un discurso anti-sistema, que niega la vigencia de lo que se ha logrado con los Acuerdos de Paz. Por lo menos el primer impulso le sale fácil, solo está recogiendo a los frustrados que se aburren de la tan poca sexy política en un país que ha entrado en la normalidad, con todos sus logros y defectos.

Los ilusos de las “Nuevas Ideas” no están solos. En el FMLN hay muchos que, luego de que este partido logró la alternabilidad y asumió la responsabilidad de gobernar, se enredaron en la permanente contradicción entre el discurso revolucionario y la política reformista, que su cúpula ejerce desde el poder. Por esto a Bukele le sale fácil recoger a los frustrados entre las bases del FMLN.

Pero hay otros que fomentan esta nueva búsqueda de emociones y rupturas en la política, precisamente cuando necesitamos más racionalidad para consolidar lo caminado desde los Acuerdos de Paz. Un intelectual socialdemócrata como Alberto Arene abre todos los domingos su programa de televisión “Focos” (por demás, bastante bueno) diciendo con cara de tragedia: “La post guerra está agotada…” Y Rubén Zamora sentencia con tono igualmente grave que “los Acuerdos de Paz fallaron al transformar el sistema de partidos políticos.” Aunque ambas son afirmaciones vacías, sí abonan a la percepción irracional que algo está mal con nuestro sistema político y que necesitamos una nueva transformación, cuando lo que necesitamos es que se haga mejor política.

Sumemos a esto que Carlos Calleja, quien en su carrera por la candidatura presidencial de ARENA, lejos de exponer soluciones concretas y reformas necesarias, centra su discurso en el slogan “Nueva Visión”, igualmente vacío que “Nuevas Ideas”. Ambos conceptos no apelan a soluciones racionales, sino al estado emocional de la gente que busca ilusiones, o sea algún tipo de ruptura con este sistema político aburrido de pasos pequeños y presuntamente agotado.

Ante todo esto, insisto en más y mejor política,
más racionalidad, y menos discursos vacíos.

Saludos,

                                                                      44298-firma-paolo(MAS! / El Diario de Hoy)