martes, 2 de enero de 2018

Carta a los ciudadanos: Lo que necesitamos lograr en el 2018

Amigos:
No voy a poner simplemente lo deseable, sino solamente lo que a la vez es realista. Lo realista no es necesariamente lo probable, sino lo factible, siempre y cuando todos asumamos nuestras responsabilidades.
  1. Una Asamblea Legislativa, donde el partido del gobierno pierda la llave para bloquear decisiones que necesitan mayoría calificada. O para decirlo de manera positiva: que todos los partidos que no están en el gobierno, si es que logren ponerse de acuerdo, puedan elegir magistrados de la Corte Suprema y del Tribunal Electoral, y al nuevo fiscal general. Esto significa que el FMLN no debería tener más de 28 diputados. Digo esto como una regla sana, no solo para hoy que el FMLN está en el gobierno. Es el principio del balance del poder.

  2. Una Asamblea Legislativa lo más renovada posible. Los votantes deben eliminar de la Asamblea a las figuras corruptas y las que frenan la renovación de la política. En todas las fracciones. No necesariamente las caras nuevas serán mejores, pero lo importante es el mensaje: La ciudadanía puede castigar a los malos diputados.

  3. Que la nueva Asamblea elija, en un proceso transparente y no contaminado por intereses partidarios, a 5 magistrados de Corte Suprema idóneos, 4 de ellos para la Sala de lo Constitucional; y a un fiscal general capaz y dispuesto de convertir a la Fiscalía General en una institución eficiente y en garante del Estado de Derecho.

  4. Que los partidos elijan a sus candidatos presidenciales en elecciones primarias transparentes, basadas en debates de calidad y competencia de ideas. Solo así, electo por una ciudadanía informada y consciente de las diferentes opciones y sus implicaciones, tendremos en 2019 un presidente vestido de la legitimidad y autoridad requerida para componer al país.
Todas estas metas son difíciles, pero son factibles de alcanzar, si la sociedad civil, organizada o no; los medios de comunicación; los generadores de opinión; y los liderazgos académicos, culturales y sociales asuman activamente su papel. Ninguna de esta metas será alcanzada si los partidos no sienten la presión y vigilancia de la ciudadanía y de la opinión pública.

En el año 2018 se trata de volver a introducir a la política y al servicio público, y antes al debate público, los tres imperativos que estamos al punto de perder: racionalidad, ética y empatía. Y cuando hablo de empatía, me refiero a la empatía con los ciudadanos, y en especial con los sectores marginados y más afectados por las malas políticas de las últimas décadas.
No necesitamos líderes que se quieren perfilar apostando a la anti política. Necesitamos ciudadanos y liderazgos que apuestan a mejorar la política. 

Feliz Año Nuevo,


44298-firma-paolo
(MAS! / El Diario de Hoy)