martes, 17 de enero de 2017

Carta al próximo presidente de la República: Que sea valiente

Estimado XX:
No sabemos quién asumirá la presidencia en el año 2019. Pero luego de escuchar el discurso del actual presidente en la celebración del 25 aniversario de los Acuerdos de Paz sabemos que urge que sea una mujer o un hombre con visión, con audacia y con coraje.

Ayer en la feria escuchamos a un presidente que no posee estos valores. Habló de diálogo, negociación y paz, pero no dio ningún indicio que quiere hacer uso de estos instrumentos para resolver el conflicto actual, el cual sólo durante los 31 meses de su gobierno ha costado 14,359 muertos.

El próximo presidente no tendrá que empezar de cero, ya existe el antecedente histórico, aunque no lo entendió el actual presidente: el antecedente de un presidente electo en 1998, en medio de un conflicto sangriento, anunciando cómo iba a ponerle fin. Y cumplió…

El país necesita un presidente capaz de pronunciar palabras como las de Alfredo Cristiani quien el 1 de junio del 1989 sorprendió a propios y ajenos. Aquí le reproduzco la parte esencial de este histórico discurso. Ojo: cambié 5 palabras.
Tenemos la obligación histórica de terminar con esa guerra, y lo haremos por los medios que la misma democracia provee.
La Constitución le ordena al Presidente de la República procurar la armonía social en el país. Cumpliremos escrupulosamente ese  mandato, buscando entendimientos legales y políticos con todos los sectores. Las pandillas son uno de esos sectores, y buscaremos de inmediato entrar en contacto con ellos, no para plantearles propuestas a fin de que ellos hagan contra-propuestas, y continuar un juego sin fin, que sólo sirve de ejercicio propagandístico.
Estamos dispuestos a trabajar, desde el primer día de nuestro  Gobierno, en la búsqueda de la Paz, cuidando de no vulnerar de ninguna manera el marco Constitucional, y conforme a los lineamientos siguientes:
Analizar los mecanismos prácticos que puedan ser los más factibles para impulsar un diálogo permanente, serio y reservado con las pandillas: es decir, principiar, como es lo lógico, por el aspecto funcional, que tendrán que ser acordado debidamente por ambas partes.
Constituir una Comisión de Dialogo, por parte nuestra con personalidades democráticas de amplio reconocimiento  nacional y que inspiren plena confianza por su honorabilidad y capacidad, las cuales desempeñarán una función eminentemente patriótica. Esta Comisión entrará en contacto con las personas que designen las pandillas, a fin de que se constituya un organismo de trabajo que estudie, según el programa previamente acordado por ambas partes, los puntos necesarios para lograr la incorporación de todos los sectores del país a la vida pacífica y a los mecanismos de la democracia representativa.
Realizar, por parte del Gobierno, todas las etapas de este proceso en constante consulta  con las fuerzas políticas legalmente establecidas.
No estamos pidiendo la rendición de nadie, pero tampoco podemos aceptar que la armonía social se base en la violación de la Ley. Nosotros hemos jurado cumplir la Constitución y las Leyes de la República, y eso haremos. El Diálogo con todos los sectores debe hacerse dentro del marco de la Ley, y el que tengamos con las pandillas no tiene por qué ser una excepción.
Nosotros, en este momento, al asumir la dignidad de la más alta magistratura de la Nación, no somos enemigos de nadie: ofrecemos a todos nuestra buena voluntad, para hallar soluciones que beneficien al pueblo, que es ante quien respondemos; y estamos dispuestos a actuar en función del futuro, porque las tareas que nos esperan después de esta etapa de violencia serán enormes, y en ellas la responsabilidad tiene que ser compartida por todos.
Esta buena voluntad, que es sincera, no  debe ser confundida con la debilidad. Nosotros somos fuertes, porque tenemos principios firmes, que no han cambiado ni cambiarán en lo fundamental. Tenemos la fuerza de los que luchan por la libertad, dentro de la democracia; y somos fuertes también porque cumplimos y haremos cumplir el imperio de la Ley. Nuestro pueblo necesita seguridad y se la daremos, aplicando la Ley, no simplemente la fuerza (…)
El proceso del Diálogo, sobre todo con las pandillas, no será fácil ni sencillo, pero estamos dispuestos a iniciarlo de inmediato. Nuestro pueblo y el mundo serán testigos de nuestro proceder…
Depende de todos nosotros que en el 2019 asuma el poder una mujer o un hombre con esta claridad y valentía, para terminar con la pusilanimidad y cobardía que el actual gobierno demuestra frente al problema principal del país.

Saludos,

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Posdata: Pusilánime = Falta de ánimo y valor para tomar decisiones o afrontar situaciones comprometidas (RAE)

(MAS!/El Diario de Hoy)