miércoles, 14 de octubre de 2015

Carta a los compañeros del CD y del PSD: el miedo a la independencia

Estimados amigos:
¡Sobrevivieron! Les felicito. Al fin, no cerraron sus partidos por falta de votos. Hasta ahí la buena noticia. Buena, porque soy un convencido que son malas las leyes que cierran partidos, así como también son malas las leyes que hacen tan difícil a partidos nuevos legalizarse y participar en elecciones.

Lo malo es que la sobrevivencia de estos dos partidos (supuestamente) de izquierda democrática no es resultado de una batalla política ganada, sino de una maniobra poco transparente de tres magistrados del Tribunal Electoral (yo lo de “Supremo” ya no les concedo…).

Que bueno hubiera sido para el país si la vigencia de la izquierda democrática se hubiera impuesto mediante un debate nacional serio y transparente sobre el pluralismos y la participación ciudadana. Pero nadie de ustedes ha impulsado este debate y esta lucha, por lo menos no de manera una pública que hubiera permitido a otros involucrarse. Qué lástima.

Ahora ustedes consiguieron la sobrevivencia institucional de sus partidos, pero de una manera que no es nada buena para el siguiente reto que enfrentan: ganarse la sobrevivencia política.


Deber la sobrevivencia a una maniobra de tres magistrados significa debérsela al Frente y sus satélites. Y esto es una hipoteca muy seria para una izquierda democrática que por definición sólo tiene sentido si es independiente del FMLN y su gobierno.

¿Cómo piensan ganarse su futuro y su vigencia política? Sólo tienen dos opciones: o sobrevivir como unos satélites más del FMLN, condenados a ser aliados y, en última instancia, compañeros de viaje y “tontos útiles” – o hacerse independientes y competir con el Frente. Para hacer esto, además de principios y coraje, se necesita fortalecerse. El primer paso para esto sería fusionar a sus dos partidos – o más bien refundarse en un solo partido-movimiento amplio, plural y renovador, e invitar a este proyecto político a todos los sectores y personajes progresistas que no aceptan la hegemonía del FMLN ni mucho menos su monopolio de representar la izquierda salvadoreña.

Que esto es difícil ya todos lo sabemos. Lo han probado varios de varias maneras, y no lo han podido hacer. Por mi criterio, porque nunca se atrevieron a competir en serio con (y al ser necesario: contra) el FMLN, el cual se ha quedado con las banderas, la historia, los muertos y las leyendas de la izquierda. Claro que es difícil, pero es lo único que tiene sentido. Sobrevivir en la sombra del FMLN, debiéndole el favor de dejarlos sobrevivir, no tiene ningún sentido.

¿Quién dice que una izquierda democrática que abre una nueva línea de oposición al FMLN y su gobierno no tendrá viabilidad electoral en el 2018?

En cambio, como partiditos satélites no tendrán ningún futuro. Esto ya es cosa juzgada por los ciudadanos en las últimas elecciones. Si no, ustedes no hubieran necesitado este salvataje por parte del Tribunal Electoral.

Ánimo, amigos, si toman las decisiones correctas, no estarán solos. Saludos,
(Mas!/El Diario de Hoy)