jueves, 21 de noviembre de 2013

Lecciones aprendidas

Siempre he sido una persona de izquierdas, y siempre me gusta escribirlo en plural, porque una de las riquezas de esta forma de entender el gobierno es que es plural. Normalmente las izquierdas sufren por esto, pero últimamente las izquierdas latinoamericanas han emprendido otro camino, la homogenización y estandarización.

¿Dónde han aprendido? ¿Dónde salieron estas estratégicas? Pues francamente todas parecen estrategias de derecha. Las izquierdas durante mucho tiempo han luchado por la democratización del continente, luchaban contra las grandes dictaduras militares del pasado. Parece que ahora esto ya no les molesta, más bien es algo muy apetecible la permanencia en el poder a costa de cualquier cosa. Parece que aprendieron la lección, lo importante es mantenerse en el poder, claro no pueden ser trogloditas y comportarse como Somoza o Trujillo; han descubierto que pueden manipular los instrumentos democráticos para lograr su mayor cometido, mantenerse en el poder.  La derecha les enseño, que lo importante no era ser democrático, era parece democrático.

La derecha que siempre ha parecido monolítica, a la hora de la duda siempre se agrupa y apoya a su único candidato, aunque no les guste, pero siempre unidos, no hay debate, no hay discusión, la cúpula designa y los seguidores acatan. Lección aprendida. Cualquier disidencia adentro de los partidos de izquierda ha sido eliminada, durante años no ha habido nada más importante que la disciplina de partido. Se sustituyo el pluralismo de las izquierdas, por la rigidez del mandato de cúpula. Lección aprendida.

Al final de cuentas a las izquierdas se les acusaba de antidemocráticas, la derecha por lo menos en el caso salvadoreño siempre han tenido frases como “el arma más poderosa de los hombres libres es el voto”. Lección aprendida. Pues ahora la izquierda salvadoreña-Latinoamérica ha consagrado el voto como el único instrumento válido de expresión popular. Tratando de meter el referéndum como  un instrumento  más poderoso que la constitución; más importante que cualquier otro instrumento. Ahora lo más importante es controlar a los tribunales de elecciones y las cortes supremas para que nadie pueda poner en duda el resultado de una votación. La lección fue aprendida.

La derecha durante años fue aliada del capital, y las izquierdas fueron aliadas de los campesinos y trabajadores. Lección aprendida. Ahora el bien más preciado de la izquierda son sus empresas, son los seres corporativos socialistas. Ahora se sienten que pueden competir de tú a tú porque tienen dinero. Ahora se vuelven populistas. Las lecciones de Perón se ven pasar por todo el continente.

La verdad, por más que me expliquen, no veo porqué una empresa de izquierda es mejor que una de derecha, la final lo que hay una persecución de generación del capital para la manipulación de las instituciones democráticas. Parece que la competencia real es quien puede generar el mejor regalo para la gente y el pueblo gusto espera sus espejitos dorados, de izquierda y de derecha. Lección aprendida.


La derecha durante años ha sido cínica; ha hablado de proyectos sociales y transformación; y al final ha buscado solo privilegiar sus intereses. Lección aprendida. La izquierda ahora es cínica, con toda facilidad dicen: “porque me acusa ARENA, sí ellos también lo hacían así”; pues los acuso yo, que antes detestaba el cinismo arenero y ahora detesto el cinismos del frente. No sé quien es peor, sí el presidente actual o el pasado. Nadie debería de escudarse en decir ellos fueron peores, porque eso significa que ahora también son malos. Yo no quiero “al menos peor”, yo no quería una izquierda competitiva a costa de perder su esencia, yo no quería una izquierda única sin posibilidad de debate. Yo quiero una izquierda que desaprenda estas lecciones. Porque sí la cosa sigue como va, hasta parece que más cercana la derecha actual al humanismo de las izquierdas del pasado, que la propia izquierda. Qué tristeza de lecciones aprendidas.