Presidente:
me imagino que usted tiene claro que los movimientos sociales creados desde arriba nunca funcionan, por más que sean respaldados por el poder de la presidencia y financiados por su partida secreta...
Entonces, no se trata del surgimiento de un movimiento social. Los dos sabemos perfectamente que los miles de campesinos, empleados públicos, sindicalistas y veteranos que el domingo acarrearon a la Feria para aplaudir a su presidente, eran nada más extras en un show mediático. Entiendo la necesidad de contrarrestar las malas evaluaciones que en estos días la ciudadanía está haciendo a sus tres años de gobierno.
Para que el show tuviera impacto, hubiera sido mejor que la multitud en la feria no hubiera sido tan apagada a la hora de escuchar su discurso incendiaro contra la oposición y los empresarios. Pero ni modo, como este discurso, luego de tres años, ya está un poco trillado, no es tan chiche sacarle chispa a la mara.
Me imagino que el otro objetivo del show fue mostrar que no hay divorcios. Por esto estaban ahí tanto la señora Vanda Pignato como el vicepresidente Salvador Sánchez Cerén y sus ministros del Frente. Por Dios, presidente, si arma este espectáculo, no permita que la primera dama y los del Frente estén ahí sentados con cara de “yo no fui...” Llegaron por conveniencia, pero visiblemente sin ningunas ganas.
Para apoyarlo a usted como candidato, realmente se constituyó un movimiento ciudadano, con alta motivación y desde abajo, desde las clases medias frustradas con la corrupción y el cinismo del gobierno Saca. Pero una cosa es apoyar a un candidato que promete cambio, y otra muy diferente apoyar a un presidente luego de tres años que los tales cambios han golpeado al país y la gente. Una cosa es un movimiento que nace del sentimiento de la gente, y otra diferente una movilización orchestada desde arriba, respondiendo a la necesidad de salvarle la cara a un presidente...
Desde Casa Presidencial han intentado varias veces revivir este exitoso movimiento ciudadano que consiguió los votos que el FMLN solo nunca hubiera alcanzado para que usted fuera electo presidente. Siempre fueron cohetes soplados. Entonces, esta vez, desde el principio, lo organizaron como acto proselitista, pagado por Casa Presidencial, transmitido por el canal gubernamental, organizado por empleados públicos.
Felicidades, presidente: Al fin su aparato presidencial mostró alta eficiencia para movilizar a tanta gente, darles de comer, repartirles camisetas y mantenerlos tranquilos. Ya para darles esperanza, entusiasmo y convicción, se necesitaría otro tipo de contenido político. Y otro tipo de líder.
Saludos, Paolo
(Más!/EDH)