sábado, 10 de diciembre de 2011

Carta de adios a Héctor Silva

Querido Héctor:
Nos vas a hacer falta. Luego del episodio de este gobierno vamos a necesitar, más que nunca, a la gente decente, pensante y visionaria para reconstruir la izquierda salvadoreña. O sea, comenzar a construir una izquierda moderna. Es irónico: Ya no vas a estar con nosotros cuando al fin llegue la hora que tanto has anhelado: la hora de la izquierda democrática que trabaje para reformar y humanizar el sistema político y económico, en vez de seguir buscando como sustituirlo con modelos desfasados.

Siempre pensábamos que tu momento era en el 1999 cuando, siendo alcalde de San Salvador, apuntaste a la presidencia. Pero te diste en la madre contra el muro de ortodoxia y dogmatismo en el Frente. En vez de postularte para la presidencia, el partido te expulsó...

Luego pensábamos que tu hora era el 2004, cuando el país enfrentó el dilema terrible de escoger entre Schafik Handal y Tony Saca - y apareciste vos como candidato del centro y de la razón. Tampoco era tu hora. Vos no estabas hecho para enfrentar con decisión al FMLN proyectándote como la verdadera izquierda. El país prefirió el populismo de Saca como antídoto contra el comunismo. Los dos sabemos que de nada le ha servido esta decisión...

Tu verdadera hora histórica hubiera sido luego del fracaso de este gobierno Funes-FMLN, para recoger los pedazos de la izquierda y crear una fuerza socialdemócrata que sí puede fortalecer la democracia de nuestro país. 

Vos sabés que nunca estuvo de acuerdo que vos entraras a este gobierno del FMLN y de Funes. Sin embargo, tuviste tus razones para sí entrar, y las puedo respetar: Creíste firmemente que desde el gobierno se podía transformar al FMLN y convertirlo en una fuerza política responsable. Aunque esta ilusión se frustró, hiciste un buen papel en el gobierno. No te desgastaste en los estériles debates entre Funes y el FMLN, y no te metiste en el fango de la corrupción, del populismo y del cinismo que se ha apoderado de este gobierno. Juntos con otros, de dedicaste a cumplir bien con la administración pública, manteniendo abierta la opción de una futura izquierda responsable.

Aunque ya no estés cuando se trate de hacer realidad esta opción, serás uno de sus arquitectos. Adiós, Héctor!
Paolo Lüers
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