lunes, 28 de julio de 2008

El periodista salvadoreño forjador de país.

Arthur Sulzberger Jr., Propietario, Presidente y editor del “New York Times” considerado uno de los periódicos más influyentes e importantes del Mundo, pidió inmediatamente la renuncia a su Editor Gerente Gerald Boyd y a Howell Raines, su Editor Ejecutivo, cuando se descubrió el fraude periodístico de Jayson Blair, periodista afroamericano, en ese entonces de 27 años de edad, por su corresponsabilidad en el fraude periodístico más importante en los más de ciento cincuenta años de historia de el “New York Times”, lo que lo estremeció hasta sus cimientos ante la opinión pública norteamericana. “Este es un día que me rompió el corazón”, dijo muy perturbado al personal del Diario, al comunicar la decisión de forzar la renuncia de sus dos importantes editores y la de el Sr. Blair. Disculpándose también con el pueblo de los Estados Unidos.

En el mes de Febrero del año 2,000 hubo un evento en un importante Hotel de San Miguel, en el que los organizadores de éste, entre los que se encontraban importantes personalidades del país y locales, así como estudiantes y público en general, invitaron a los entonces candidatos a Alcaldes a la comuna de esta ciudad, de diferentes partidos políticos a escuchar propuestas de diferentes sectores y a tomar un compromiso de implementarlas si llegasen a ser elegidos.

Dicho evento tuvo cobertura periodística de varios medios de comunicación, los cuales destacaron las diferentes exposiciones de los candidatos participantes. El reportero de un medio de comunicación escrito de gran circulación, transgiverso lo acontecido para favorecer a un candidato, escribiendo algo que no sucedió. Este “periodista mentero”, fue de fugaz estadía en ese Diario y ya no laboro para otros medios de nuestro país, por lo que ya no cometería mas fraudes a los lectores de ese rotativo y otros.

El periodismo en El Salvador ha tenido grandes cambios después de la guerra fratricida, con la “escuela” de reporteros extranjeros y el talento de los periodistas salvadoreños que innovaron su estilo, adaptándolo a una nueva época. Aparecen las entrevistas por TV a diferentes personalidades políticas, sociales, lideres y a diversas “fuerzas vivas” de nuestro país, la Radio y prensa, también hacen su parte con mucho arrojo y heroísmo, ante la situación de ese momento histórico. Hoy las entrevistas son una modalidad para formar opinión en los salvadoreños, así como el aparecimiento de periódicos digitales, blogspot y otros gracias a la internet.

En nuestro país en donde los dos grandes partidos políticos han llevado “la polarización” a la sociedad salvadoreña, medios de comunicación, comentaristas, periodistas, iglesias y lamentablemente hasta la familia salvadoreña. Necesitamos urgentemente periodistas independientes que no sean coaccionados por editores y propietarios para cometer fraude, con fuerte criterio, objetivos y no dejarse llevar por su manera de pensar o de sentir, honestidad intachable, con destreza y seriedad en la investigación, incorruptibles hasta la medula, que la verdad sea su estandarte y sobre todo que amen su profesión.

El “Cuarto poder”, no solo son los medios sino también los periodistas, y también se exponen a la crítica, juicio o aprobación de la opinión pública. Así mismo este inmenso poder también conlleva una gran responsabilidad ante el pueblo salvadoreño, lo cual es una oportunidad que no se puede desperdiciar, la de contribuir a que nuestro país se institucionalice y consolide su incipiente democracia, a sabiendas que existen sectores que presionan para mantener sus prebendas y se oponen a un proyecto de nación para está y las siguientes generaciones de salvadoreños.

El Periodista debe estar vigilante de que el País camine por el sendero correcto y que no sea llevado a modelos importados que no funcionarían en el país, a poner un alto ya a la corrupción, nepotismo con su denuncia y que sus intereses sean el de un mejor El Salvador, por que son la voz y orientador de el pueblo salvadoreño.

Felicidades en el especial “DIA DEL PERIODISTA SALVADOREÑO” con mucha admiración, aprecio y respeto.