miércoles, 15 de enero de 2025

Carta a Nayib Bukele: ¿Cuál es su odio con el Hospital Rosales? De Paolo Luers. (+capítulo 32 del libro 'DOBLE CARA')

 

"La destrucción arbitraria del centenario conjunto arquitectónico del Rosales es parte de su lucha contra el gremio de Salud, que le ha ofrecido resistencia, más que cualquier otro gremio profesional. Hay que quitarle su bastión simbólico que es el Hospital Rosales."


Publicado en MAS!  y DIARIO DE HOY, JUEVES 16 enero 2025

Vamos a tratar a descifrar porqué usted trata con tanto desprecio al Rosales. 

El Rosales tiene historia, expresa historia. Fue fundado por José Rosales, militar, hombre de negocios, senador, quien por unos días ejerció el poder ejecutivo como Tercer Designado Presidencial. Asumió y entregó el poder en una fase de transformación del país. Me imagino que este mal ejemplo no le gustan usted, quien violó la Constitución para permanecer en el poder.

 

Al final de su vida, José Rosales hizo otra cosa que representa un antecedente peligroso desde el punto de vista de cualquier gobernante corrupto: Donó su fortuna personal para construir el Hospital, que luego se llamaría Rosales en su honor.

 

¿Será esta la razón por la cual usted ha ordenado que comiencen a demoler el edificio centenario, construido por una compañía belga con una estructura de metal? ¿Le molesta este joya arquitectónica, que se encuentra bajo protección como Monumento Nacional por Decreto Legislativo n.o 166 del 10 de enero de 1989? Ya están desmantlando la estructura metálica, que durante 100 años ha resistido terremotos y incendios. Incluso la capilla del Rosales no se escapará.

 

Pienso que hay otros motivos que a usted le hacen odiar el Hospital Rosales. Es una institución de excelencia y servicio, cuyo personal médico y de enfermería tiene una tradición de dignidad, deber a la comunidad y organización como pocas instituciones estatales. Usted ha hecho su marcha al poder total subyugando institución tras institución, y en ninguna ha encontrado resistencia como en el sector Salud - y muy en particular, en el personal del Rosales y en sus sindicatos.

 

Ya mostró como le gustan los hospitales con su Hospital Nacional, que construyó en la Feria: Ahí no existe ni tradición, ni sindicato, ni solidaridad, ni voces que se opongan a la total falta de transparencia. Así será en el nuevo Hospital que tomará el lugar del Rosales, pero sin su tradición y excelencia. Y ciertamente sin sindicatos...

 

A la par del viejo, están construyendo el nuevo Hospital Rosales, aunque dudo que al final se llamará así. Cuando esté listo el nuevo hospital (lo han prometido año por año, pero nunca cumplieron, a pesar de que usted heredó en el 2019 el proyecto completo, con todo el financiamiento...), no quiere que quede parado a la par el centenario Hospital Rosales, con todo su bagaje histórico y simbólico que lo incomoda. No tiene uso para monumentos que no se dejan incorporar en sus espectáculos, como lo hizo con el Palacio Nacional, convirtiéndolo en el escaparate de su poder.

 

La destrucción arbitraria del centenario conjunto arquitectónico del Rosales es parte de su lucha contra el gremio de Salud, que le ha ofrecido resistencia, más que cualquier otro gremio profesional. Hay que quitarle su bastión simbólico que es el Hospital Rosales.

 

Otro ejemplo de decisiones presidenciales surgidas de impulsos del ego.

Saludos, 





 

* * *
El libro Doble Cara está disponible en las librerías de la  UCA, en el campus y en Cascadas/Soho. También lo pueden pedir amazon.com, o desde México en amazon.com.mx y desde Alemania en amazon.de

Ahora puede leer el libro, en tres entregas cada semana, en este blog. Disfrútenlo.



En la comandancia del cuartel de la Segunda Brigada en Santa Ana nos recibe una mujer que porta su uniforme con gran elegancia. Nos sirve café mientras esperamos al coronel. Cuando este entra, nos saluda con gran cordialidad y poca formalidad. En la entrevista que grabo con él no dice nada de relevancia, pero la cosa se vuelve interesante cuando hablamos fuera de cámara. Dice que militarmente la guerrilla no es amenaza en la zona occidental, pero que desde la llegada de una fuerza del ERP, que vino de Morazán al mando de un tal Cirilo, las unidades guerrilleras se dedican a un intenso trabajo político. El ejército sabe que en el volcán hay un campamento donde “desfilan los sindicalistas y estudiantes de Santa Ana”, y que en la zona del río Lempa hay un intenso trabajo con organizaciones campesinas y cooperativistas. 


Cirilo

“Mientras no se ponen ofensivos, no voy a lanzar grandes operativos contra ellos. No quiero convertir Occidente en zona de combate.” 

“¿Y el Estado Mayor está de acuerdo con esto?” 

“No sé. No lo he discutido con San Salvador”

Antes de que yo tenga chance de preguntarle por el enfrentamiento en el cual murió nuestra camarógrafa, el coronel me saca el tema. Me cuenta de la emboscada a una columna guerrillera, la cual dejó abandonada a una mujer muerta con una cámara y material grabado en su mochila. “Es un material bien interesante, como si quisieran hacer un reportaje sobre su trabajo en Occidente.” Hmmm...

Y al rato dice: “Si está interesado en tener unas copias, mañana se las podría tener, si pasa luego del almuerzo.” 

“Como no. Gracias.” 

Saliendo en el carro, mis colegas me tratan de convencer de que no regrese al cuartel, que es una trampa, que el tipo sabe algo. Pero no me puedo resistir. Me intriga ver el material de Victoria, y también la personalidad del coronel.


Cuartel de la Segunda Brigada de Infantería Santa Ana


El día siguiente voy nuevamente a Santa Ana, pero solo.

Cuando me llevan al despacho del comandante, ya está montado el equipo para revisar los tapes. “Los vi hoy en la mañana. El más interesante es este que tenía en su cámara.”

Se me congela el cuerpo y el cerebro. ¿Victoria habrá grabado su propia muerte? Pero resulta que es peor. Se ve unas tomas de una asamblea de los compas con unos campesinos, mucho discurso repetitivo, nada nuevo. Corte. Luego se enciende nuevamente la cámara, con unos movimientos locos, y con las voces de los soldados. “¿No sabés manejar esta babosada? ¡Graba a la terenga!” Al rato el tipo medio logra controlar la cámara. La imagen entra en foco. Se ve el cuerpo y luego la cara de Victoria. Se ve la herida en el pecho. La sangre derramada que hace negra la tierra. Los soldados jodiendo...

No sé si es cierto que el coronel me está observando. Me siento como en una prueba. ¿Estoy mostrando emociones? ¿Es normal no mostrar emociones? ¿Cuál es la cara que me toca poner para que el hombre no pueda leer mi mente, o mi corazón dolido?

“Qué terrible,” digo. “Demasiados muertos en este país, coronel.” 

“Tiene razón. Me duele ver a esta chava,” dice el coronel.

Me informa que en dos horas puedo retirar las copias, incluyendo lo que acabo de ver. “Tal vez le sirva para su película. Cuídese.” ¿Cuándo le dije que estábamos haciendo una película? Que yo sepa hablamos de reportajes para la ABC...

Me acompaña al parqueo. Cuando estamos solos, sin nadie que nos pueda escuchar, me dice: “Saludos a Mena Sandoval.” Me hago el tonto: “¿A quién?” 


Capitán del Ejército Mena Sandoval,
comandante del ERP 'Manolo'

“Estoy seguro de que como periodista lo conoce, hablo del excapitán de esta Brigada, Francisco Mena Sandoval, hoy comandante del ERP en Morazán. Fuimos compañeros de graduación...”

El tipo me tiene confundido. Debería tener cuidado. Pero quiero creer en la palabra del coronel. A las dos horas, regreso al cuartel, y la ayudante me entrega las copias. “Cuídese mucho, señor.”


Siguiente entrega, sábado 18 enero 2025:

Capítulo 33: Doble Cara 4 / Los Naranjos