"Hasta ahora Bukele ha sido un presidente legítimo, porque fue democráticamente elegido. Pero para un presidente, lanzarse como candidato a la presidencia es un crimen. Su elección sería un acto ilegal, sin validez ninguna."
El audio: EL RETO.mp3
Amigos:
El ciudadano presidente Nayib Bukele ha anunciado que hoy se va a presentar ante el Tribunal Electoral para inscribirse como candidato a la presidencia. Esto lo convierte definitivamente en traidor a la Constitución, la cual tiene tres años y medio de estar violando sistemáticamente, desde su toma militar de la Asamblea el 9 de febrero de 2020.
Hasta ahora Bukele ha sido un presidente legítimo, porque fue democráticamente elegido. Pero para un presidente, lanzarse como candidato a la presidencia es un crimen. Su elección sería un acto ilegal, sin validez ninguna. Si es electo y permanece en el poder luego del 1 de junio 2024, Bukele será no sólo un dictador -que ya lo es- sino un presidente de facto. Su gobierno será ilegítimo - y él será un criminal que usurpa el poder.
Esto es el significado de lo que va pasa hoy en el Tribunal Electoral. Los magistrados podrían -deberían- no admitir la inscripción. Si la admiten, se hacen cómplices.
Si Bukele al final decide deponer la presidencia seis meses antes del 1 de junio, o si solo pide permiso – o si simplemente sigue en Casa Presidencial y deja la Sala arreglar el pequeño asunto, es irrelevante. De todos modos, su presidencia seráilegítima.
Así de claro hay que decir las cosas. Así lo deberían decir a partir de hoy los candidatos a la presidencia, durante cada día de la campaña. Si no, parte de la responsabilidad de la crisis que vivirá el país, será su responsabilidad.
Los candidatos opositores no están simplemente compitiendo contra un rival político, como sería común en una democracia. Están enfrentándose a un dictador, que quiere perpetuarse en el poder. Ya que no se logró una candidatura única de toda la oposición, sería un enorme avance que los tres candidatos opositores actuaran como se debe ante un dictador: con valentía, de manera directa, diciendo todas las verdades, que la gran mayoría de los salvadoreños o no entiende o no se atreve a expresar, porque tiene miedo. Espero que tendremos por lo menos a un candidato que estédispuesto a asumir este reto con valentía y coherencia.
¿Tiene sentido emprender una campaña de este tipo? Por supuesto. Es la única manera que tiene sentido. Todas las encuestas nos indican que en todos los campos de la realidad nacional hay un porcentaje considerable de la población, que no apoya las políticas del presidente. A veces son 20%, a veces son hasta 40% los que se sienten insatisfechos o incluso afectados, golpeados, ofendidos en sus derechos. Estos sectores de la población no expresan su insatisfacción en manifestaciones, demandas, protestas. No se convierten en opositores políticos – por dos razones obvias: son los más vulnerables de nuestra sociedad y tienen toda la razón de tener miedo a un gobierno que no respeta los derechos civiles. La otra razón: Mientras no se levanta y expresa en voz alta un liderazgo opositor coherente, con un discurso claro, los insatisfechos no se van a unir a la oposición. Pero una campaña audaz, que dice la verdad, señala los abusos del gobierno y exprese las inquietudes de los sectores insatisfechos, puede conseguir que estos expresen su descontento por lo menos con el voto.
Por supuesto que no es suficiente denunciar los abusos del poder del presidente. La oposición debe tener la capacidad de explicar cómo se puede resolver los problemas del país de manera democrática. No puede decir solamente que hay que suspender el régimen de excepción, sino tiene que explicar cómo se puede mantener el grado de seguridad y paz alcanzado mediante una correcta y justa aplicación de la ley - y con políticas e inversiones sociales que transformen los barrios en los cuales por décadas se ha reproducido un círculo vicioso entre pobreza, exclusión social y violencia.
Lo oposición tiene que tener el valor de decir verdades amargas, por ejemplo sobre el estado de las finanzas del estado - y sobre cómo sanarlas. Sobre la bomba de tiempo de las pensiones – y sobre cómo resolver esta crisis con el esfuerzo -y a lo mejor el sacrificio- de todos. El gobierno sólo dice mentiras propagandísticas sobre estos problemas, necesitamos políticos audaces, que digan la verdad, por amarga que sea.
El candidato que realmente asume el reto de confrontar al dictador se convertirá en el vocero de la oposición. Esto papel se ganará en la lucha política, no en negociaciones entre partidos, movimientos, alianzas y bloques.
Vienen las horas de la verdad. Saludos,