sábado, 28 de enero de 2017

Carta a la OIE: O son ustedes los que plantan micrófonos, o se hacen los locos

Estimados espías:
En estos días nos dimos cuenta que las oficinas de gremiales empresariales y fundaciones están siendo ilegalmente intervenidas con dispositivos de espionaje. El único organismo facultado para hacer estas intervenciones es el suyo, el Organismo de Inteligencia del Estado – pero únicamente “para el acopio de la información necesaria y la realización de las actividades de inteligencia que conlleven a mantener la seguridad nacional, debiendo actuar con pleno respeto de los derechos y garantías constitucionales.” Así lo dicta la Ley del Organismo de Inteligencia del Estado en su artículo 6.

Hay dos posibilidades: O ustedes están haciendo estas intervenciones, actuando fuera de la ley; o ustedes no hacen su trabajo. Hay que poner muy claro una distinción: El trabajo de las gremiales y fundaciones que están siendo intervenidas no es asunto de seguridad nacional, a menos que se asuma que cuestionamientos críticos al gobierno constituyen peligros para la seguridad nacional o el orden constitucional. En cambio, un operativo de espionaje contra entidades de la sociedad civil sí constituye un grave peligro para el orden constitucional – y ustedes tienen el mandato a investigar y prevenirlo.

En ambos casos, ustedes están fallando en su misión: o violan la ley, o no hacen nada para que otros no lo hagan.

También me enteré que recientemente fue circulado en oficinas gubernamentales un “informe” elaborado por la OIE, según el cual yo me he reunido con monseñor Fabio Colindres, para más joder dentro de “instalaciones militares”, para constituir una mesa de diálogo con las pandillas. Confieso: Soy amigo de Fabio Colindres y a veces me junto con él. Confieso también que, aunque no soy religioso, a veces lo visito en su parroquia. Resulta que esta parroquia, abierta a todo público, funciona dentro de las instalaciones del Estado Mayor, ya que Fabio es Obispo Militar.

En el caso particular, tengo que confesar que monseñor Colindres me invitó a tomar un delicioso Café Latté en el cafetín que recientemente inauguraron en su parroquia. Resulta que este cafetín funciona a plena vista afuera de la capilla, así que les felicito que se dieran cuenta de tan conspirativa reunión.

Claro, mientras pierden su tiempo para averiguar con quiénes tomo café y elaborar “informes” para advertir al presidente de la República del peligro eminente que esto constituye para la seguridad del Estado, no van a tener tiempo para investigar quién planta micrófonos en FUSADES, ANEP, la Cámara de Comercio, FUNDE y la Asociación de Banqueros. Si es que lo quieren averiguar. O más bien, si no es que saben perfectamente quién de sus colegas lo está haciendo.

Si ustedes lo están haciendo, nuevamente les digo: Están perdiendo su tiempo. En estas oficinas no se están cocinando golpes de Estado. Es más: Pobrecitos quienes tienen que escuchar, transcribir y analizar lo que los micrófonos grabaron en estas oficinas, se van a morir de aburrimiento.

Chiste aparte: Este es un asunto muy serio. Tal vez se han olvidado de este detallito, pero su Organismo de Inteligencia del Estado es una de las instituciones claves creadas por los Acuerdos de Paz: “El régimen legal, la formación del personal, las líneas organizativas, las directrices operativas y, en general, la doctrina del Organismo de Inteligencia de Estado se enmarcarán dentro de los principios democráticos; de la noción de la inteligencia de Estado como una función de éste para el bien común, ajena a toda consideración política, ideológica o de posición social o a cualquier otra discriminación; y del estricto respeto a los derechos humanos.” (Capítulo 1.7 de los Acuerdos de Paz)

En estos Acuerdos, que su máximo jefe, el actual presidente de la República, firmó en 1992 –y que ahora celebró con toda la pompa del Estado- también dice: “La actividad del Organismo de Inteligencia de Estado será supervisada por la Asamblea Legislativa, conforme a los mecanismos de control establecidos por la Constitución.”


Entonces, habría que preguntar a los diputados del FMLN porqué votaron contra la formación de una Comisión Especial para investigar los espionajes ilegales…

Mientras tanto, para facilitar su trabajo, pongan atención a algunos asuntos que sí afectan la seguridad del Estado y el orden constitucional, y que nadie está investigando para informar al presidente: las operaciones de nuevos “escuadrones de muerte” o “comandos de limpieza social” que cometen ejecuciones extrajudiciales.

Saludos,

44298-firma-paolo
(MAS!/El Diario de Hoy)