martes, 6 de septiembre de 2016

Carta al Fiscal General: cuidado, trampas cazabobos

Estimado Douglas Arquímedes Meléndez:
Me queda un pequeña duda, señor fiscal: ¿Realmente ha erradicado de la fiscalía todas las prácticas mafiosas del recién pasado?

Usted ha acusado formalmente al anterior fiscal general, Luis Martínez, y su mano derecha, Julio Arriaza, de haber usado la institución para manipular o incluso falsificar pruebas contra acusados – y en otro caso de haber usado ‘pruebas’ no admisibles en la corte para extorsionar a un acusado y así manipular su juicio.

En ambos casos, el fiscal Julio Arriaza supuestamente ha sido el ‘hench man’ de Luis Martínez. Esto lo podemos concluir de la acusación de la fiscalía contra ambos.

Entonces, explíquenos cómo es posible que usted sacó de las gavetas de Luis Martínez el requerimiento fiscal contra el ex mediador Raul Mijango, el ex director general de Centros penales Nelson Rauda, tres oficiales de la PNC y los demás acusados en “caso tregua” – y los presentó a la corte, así como lo habían armado los supuestos campeones de “fraude procesal”.
Sólo para ilustración, aquí un párrafo de la investigación de el El Faro sobre la ‘investigación’ que Julio Arriaza hizo contra Nelson Rauda, hoy uno de los principales acusados en el ‘caso tregua’: “Comandados por el director de la Unidad de Intereses de la Sociedad, Julio Arriaza, los interrogadores llevaron a Rauda al borde de los nervios, al demostrarle –o al menos al hacerle creer- que sabían más de lo que él esperaba y al recordarle incluso que, de terminar involucrado en alguna acción ilegal, no sería recibido muy cariñosamente en ninguna cárcel, justamente por haber sido el director nacional de presidios. Arriaza le repitió hasta la saciedad que él era el eslabón más débil, que el presidente Mauricio Funes lo responsabilizaba de todo lo oscuro de la tregua y que el ex ministro de seguridad pública, el general David Munguía Payés, ya no podía protegerlo. Que estaba solo…” Métodos igualmente manipulativos empleó Arriaza en los interrogatorios de Mijango, los oficiales policiales e incluso monseñor Fabio Colindres. (De pasó sea dicho: ¿Ya investigó quien en la fiscalía filtró a los medios las declaraciones de Rauda? ¿Arriaza?)
Esta acusación contra la tregua, por la cual más de una docena de ciudadanos pasaron más de 1 mes en bartolinas (y tendrán que enfrentar juicio más tarde), fue armada, punto por punto, difamación por difamación, conclusión por conclusión bajo la supervisión directa de Julio Arriaza y Luis Martínez. Ustedes hicieron un solo cambio a esta gran teoría de conspiración que presentaron como requerimiento fiscal: sacaron al general David Munguía Payes de la acusación.

Por esto les salió un mamotreto tan raro: toda la construcción de la conspiración que supuestamente constituía la tregua, estaba diseñada para hundir al ministro de defensa, pero a él lo sacaron de la acusación y ni siquiera se tomaron la molestia de readaptar la narración. O sea, tomaron la decisión correcta de no acusar al ministro, porque simplemente no había delito, pero a nadie en la ‘nueva fiscalía’ se le ocurrió preguntarse: Si la acusación contra el general era manipulada por Arriaza y Martínez, ¿no habría que partir de que todo este caso estaba contaminado?

Tengo la impresión que la misma negligencia (para no decir malicia) la cometieron sus fiscales en el caso del general Atilio Benítez. Este caso también fue armado por esto dos jefes fiscales que usted mismo hoy acusa de ‘fraude procesal’. Sin embargo, usted lo presentó con bombos y platillos a la Asamblea.

Ambos casos (tregua y general Benítez) formaron parte del arsenal de casos que Luis Martínez mandó a armar (entre otros a su mano derecha Julio Arriaza) – pero no para llevarlos a juicio, sino como instrumentos de intimidación y chantaje.

Ustedes nunca debió haber presentado estos casos, sin antes someterlos a una estricta revisión y descontaminación, para no caer en las trampas ‘cazabobo’ que Luis Martínez le dejó en la fiscalía general. Parece que sí cayeron. Todavía están a tiempo para reparar el daño.

Saludos,

44298-firma-paolo

(MAS!/El Diario de Hoy)