viernes, 24 de enero de 2014

Paren la guerra sucia a costa de la seguridad ciudadana

La historia que los diputados Roberto D’Aubuisson y Mario Valiente quieren venderlos es una mentira. Mentira electoral para joder al FMLN.
Irónicamente es la misma mentira que en marzo del 2012 se inventaron los encargados de inteligencia y guerra sucia del FMLN para filtrarla al Faro. En aquel entonces, fue una mentira para joder al general Munguía Payez, a quien no perdonaron de haber desplazado al FMLN de los cargos de dirección en Inteligencia, policía y Seguridad.
La mentira es que la tregua nació con un pacto oscuro del gobierno con las pandillas; que el gobierno pagó dinero a los cabecillas de las pandillas y les prometió “privilegios” carcelarios, y que a cambio ellos iban a reducir las tasa de homicidios. Monseñor Fabio Colindres y este servidor somos testigos que esto no es lo que pasó.  En el 2012, cuando el FMLN quería destruir la reputación de Munguía Payez, filtraron al El Faro la información falsa que los cabecillas habían echo tratos pecuniarios con el gobierno, a espaldas de sus pandillas - y casi logran descarrillar el incipiente proceso de diálogo con los pandilleros.
Ahora en el 2014, a pocos días de las elecciones, operadores de guerra sucia del ARENA despolvan la misma mentira, se roban grabaciones de testimonios ante la Fiscalía de dos funcionarios recién despedidas por la administración Funes; las editan a su conveniencia, y las presentan fuera de su contexto. Además falsifican dos cartas (una supuestamente de un pandillero al presidente; la otra supuestamente de Casa Presidencial al ministro de Seguridad, instruyéndole de cumplir las demandas del pandillero) - y listo el tamal tóxico. Esta fabricación en algún momento caerá por el propio peso de su incongruencias. Pero esto no importa, porque entonces las elecciones ya habrán pasado.  La mentira de ARENA va mucho más allá de la mentira original (del pacto gobierno-pandillas y del pago a los cabecillas): los operadores de ARENA se tomaron la molestia de falsificar la carta del supuesto jefe pandillero “Grillo” al presidente, para esconder ahí otra mentira más: que la tregua es resultado de un pacto entre FMLN y pandillas que viene de antes de las elecciones del 2009. Y que cumpliendo este pacto ahora, en el 2014, los pandilleros están movilizando a sus comunidades a votar por el FMLN.
Para explicar porqué los pandilleros ahora llaman a su gente a votar por el FMLN, no hay que inventarse cuentos conspirativos ni asumir que tengan una preferencia por el FMLN: solo hay que ver en la tele la campaña de Norman..  Es absurdo suponer que detrás de la tregua y detrás del actual comportamiento electoral de las pandillas exista un pacto con el FMLN. Es al revés: La tregua nació en contra de la voluntad y de la política de seguridad del FMLN. Por esto, cuando en marzo tomó forma el proceso de  la tregua, fueron la gente del FMLN en la policía y  en el aparato de inteligencia que trataron de dinamitarlo, filtrando información falsa a los medios.  La idea de la tregua comenzó a articularse cuando al fin, en noviembre del 2011, presidente Funes cedió a las presiones de la opinión pública y separó al FMLN del gabinete de Seguridad.
Cuando en marzo del 2012 yo me incorporé al proceso del diálogo con las pandillas y la mediación, docenas de pandilleros, de diferentes organizaciones y en diferentes penales, me contaron (con rabia y desprecio) de las “negociaciones” antes de las elecciones del 2009. Parece que emisarios del FMLN y de ARENA hicieron cola en los penales para seducir a los pandilleros a que les ayudaran en las elecciones presidenciales, prometiéndoles cualquier cosa. Y de todos se sintieron sumamente defraudados. Es más, una de sus condiciones para avanzar en el diálogo fue: No volvemos a hablar con gente de los partidos ni del gobierno.
Nosotros siempre, desde el primer día, les dejamos cristalinamente claro que estábamos ahí con consentimiento del gobierno (de otra manera uno no puede entrar a las cárceles, mucho menos al penal de alta seguridad), pero que no éramos emisarios del gobierno ni recibíamos instrucciones. Éramos mediadores no sólo entra las diferentes pandillas, sino también entre todos ellos y el Ministerio de Seguridad y La Dirección General de Centros Penales, ambos bajo dirección de David Munguía Payez. Si nos hubieran visto como emisarios del gobierno, o como gente que depende del gobierno, no hubiéramos llegada a nada con estos diálogos.
Es más, mis credenciales de férreo crítico del gobierno y del FMLN me ayudaron a ganar la confianza de ellos. Igual en el caso de monseñor Fabio Colindres: En esta situación, con un gobierno del FMLN, sólo un obispo conservador podía superar las sospechas de ser agente gubernamental. Y solo un comandante guerrillero disidente, que muchos en el FMLN siguen viendo como traidor, podía jugar el papel que jugó Mijango. A cualquier emisario del FMLN lo hubieran sacado del penal a patadas.
En los últimos meses hemos tenido largas discusiones con los dirigentes de las pandillas sobre su rol en las elecciones. Nosotros los pudimos convencer que ellos tenían que abstenerse de cualquier acción violenta contra el proceso electoral y contra cualquier partido. Se comprometieron, y cumplieron. Yo personalmente he tratado de convencerles que no apoyen a ningún bando en estas elecciones. Para facilitar esto, he argumentado con la dirigencia de ARENA que maticen su discurso, que sigan diciendo que no van a negociar con delincuentes, pero que al mismo tiempo digan que a diferencia de Funes sí van a priorizar la inversión social en las comunidades marginadas y en proyectos de reinserción. Nadie me hizo caso.
Repito: Observando el tono y contenido de la campaña de ARENA, es obvio que los pandilleros y sus familias votarán contra ARENA. Les sigo haciendo el llamado urgente: Tienen el derecho de votar por quien quieren, pero no de intimidar a nadie a no votar o a votar diferente a su voluntad. A pesar de la provocación de parte de ARENA, cumplan su palabra de no intervenir con violencia o amenazas en el proceso electoral. Voten y punto.
A ARENA y al presidente Funes, quien también está hablando barbaridades y echando combustible al fugo de la violencia, les hago un llamado a la cordura. Es tan irresponsable la guerra sucia de ARENA contra la tregua y sus protagonistas (entre ellos, este servidor), como la guerra sucia de Funes acusando a ARENA de estar detrás del aumento de homicidios de los últimos días.  No sigan complicando la ya delicada situación de inseguridad con mezquinas movidas electorales. Seamos todos más responsables.

Posdata: Felicidades a los pueblos y las alcaldías de Santa Tecla y Quezaltepeque que esta semana también cumplen un año exitoso de poner en práctica un Pacto Municipal por la Vida y la Paz para construir municipios sin violencia.
(El Diario de Hoy)