jueves, 13 de septiembre de 2012

Carta a los que se lamentan que en el país sólo hay noticias malas

Estimados amigos:
Calma: No me voy a unir a la campaña “Hablemos bien de El Salvador” del presidente de un grupo radial, que tiene como único propósito elevarlo a otra presidencia. Pero sí quiero romper con el mitos que todo está perdido en El Salvador.

Muchos dicen que nuestra economía está mal, que ya no producimos otra cosa que emigrantes. ¡Paja! Producimos y exportamos al mundo en grandes cantidades y de alta calidad: atún, elementos electrónicos, zapatos, café, plantas, ropa... Damos servicio de mantenimiento a los jets de varias líneas aéreas internacionales. Los call centers salvadoreños dan servicio a clientes de multinacionales en todo el mundo y publican cada semana anuncios buscando más empleados.

No estoy diciendo que está bien nuestra economía, porque sería mentira, igual que decir que está mal. Lo que está mal es el gobierno y sus políticas públicas. Y no sólo a partir de la llegada de Funes y el FMLN al gobierno. Ejemplo: Dos gobiernos sucesivos no han logrado poner a trabajar al puerto de La Unión. Pero 8 años de políticas populistas y mal manejo de las finanzas públicas tampoco han logrado quebrar nuestra economía. La han debilitado. Han impedido que crezca. Pero no la han vencido.

Un día de estos fui al recién inaugurado “Centro Internacional de Cáncer” del Hospital Diagnóstico. Odio ir a estos lugares. Me invitaron y no quise ir, porque no me quería deprimir. Al fin me venció la curiosidad. Por suerte no tuve que ir como paciente, sino como periodista...

La sorpresa: No salí deprimido, sino todo lo contrario. Fíjense ustedes: De repente tenemos en El Salvador el centro de tratamiento al cáncer equipado con la tecnología más avanzada de toda América Latina. Con médicos especialistas, científicos y técnicos (salvadoreños) formados en las mejores universidades del mundo. Tan buenos los equipos técnicos y humanos que ya llegan pacientes de muchos países a curarse...

Hice a los médicos la misma pregunta que ustedes se van a hacer: ¿Y qué sirve esto a los que no pueden pagar, que somos la mayoría? La respuesta: “Podemos atender a muchos pacientes que jamás podrán pagar tratamientos en otros países, porque nuestros precios, aunque son altos, son menos de la mitad que en Estados Unidos, pero de la misma calidad. Es cierto, como empresa privada no podemos resolver el problema del retraso tecnológico en el sistema público de salud. Podemos atender a algunos pacientes gratis o a tarifas reducidas, para esto creamos una fundación.” En esta línea humanitaria han analizado el caso del periodista Santiago Leiva y pueden tratar su cáncer a un costo de 20 mil dólares. En Estados Unidos sería impagable. Pero 20 mil puede asumir la comunidad de periodistas y medios...

Además ofrecen un novedoso servicio gratis: el “Centro de Cáncer Virtual”. Cada paciente de cáncer y cada médico del país puede solicitarles un análisis de sus diagnósticos y recibir una segunda opinión, hecha por una junta de especialistas.

Existen buenas noticias en El Salvador. Son la excepción en un mar de malas noticias. Pero muestran que el país, por maltrecho que esté, sigue vivo y coleando.

No hay porqué tirar la toalla, dice Paolo Lüers
(Más!/EDH)