martes, 5 de octubre de 2010

Carta a los empresarios que fueron a conocer La Habana

Estimados amigos:

Hoy sale en un periódico nacional (que se destaca por su estilo siempre sobrio y ceremonioso) que ustedes se encuentran en Cuba asistiendo al “Primer Encuentro Empresarial Cuba-El Salvador”.

Esto es como ir a Alaska a un “Encuentro de Amigos de las Playas Nudistas”...

Dejémonos de bromas. En el mencionado periódico que anuncia, ¡y muy en serio!, el “Primer Encuentro Empresarial Cuba-El Salvador”, el sub-jefe de información explica, en su acostumbrada columna dominical, de qué se trata: “La visita del presidente Funes se da bajo la luz de la decisión del gobierno de Raúl Castro de permitir que medio millón de trabajadores estatales se dediquen a actividades privadas, tales como el comercio y la agricultura.” No me lo estoy inventando, salió así en La Prensa Gráfica...

¡Y algunos malintencionados han hablado de medio millón de despidos! Claro, leyendo esto, todo cae en su lugar: El FMLN y Funes se llevan a los ilustres empresarios salvadoreños a Cuba a un encuentro con este medio millón de futuros empresarios. Para asesorarlos. Un acto de solidaridad con Cuba...

Malpensado y desconfiado como soy, sospeché que ustedes simplemente se iban a reunir con los militares y funcionarios de partido que, cuando el socialismo colapsa, quedarán como propietarios de los bancos, los hoteles, las tierras y los inmuebles. Así como pasó en la ex-Unión Soviética. Todos los nuevos millonarios rusos son ex-KGB, ex-Partido, o ex-ejército soviético...

Pero ahora entiendo a qué ustedes fueron a Cuba: a asistir al acto de constitución de la Asociación de los Nuevos Empresarios Cubanos, con asistencia del medio millón de desempleados, quienes por falta de empleo tienen que convertirse en empresarios...

Tómense un ron a mi salud y salúdenme a las bellas jineteras (perdón: empresarias turísticas) de La Habana,

su Paolo Lüers

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