sábado, 10 de octubre de 2009

Se equivocanon de estrella pop

Pregunta de un ciudadano de Irak o de Afganistán: ¿Cómo consigue el premio Nobel de Paz un hombre que es comandante en jefe en dos guerras?

Pregunta de un ciudadano del mundo: ¿Cómo consigue el Nobel de Paz alguien que apenas lleva 10 meses dirigiendo un gobierno y antes ha sido un senador con poca participación en asuntos de guerra y paz?

Pregunta de un ciudadano hondureño: ¿Cómo consigue el Nobel de Paz un presidente que, sólo para mostrar que ya no es imperialista sino ahora es yanqui bueno, decreta sanciones económicas fatales a un país pequeño y pobre como Honduras que trata de defender su sistema de democracia representativa?

Pregunta de un ciudadano checo o polaco: ¿Cómo consigue el Nobel de Paz un presidente americano que cancela el proyecto del escudo misilístico, sin consultar a sus aliados que todavía temen el regreso del imperio ruso, y sin negociar ninguna garantía de Moscú para la seguridad de sus vecinos en Europa Oriental?

Respuesta mía: Lo consigue hablando de paz.

Pregunta, entonces: ¿Porqué no le dieron a Barack Obama mejor el Nobel de Literatura, por sus extraordinarios discursos sobre un mundo en paz?

No me entiendan mal: Aunque sí estoy criticando a Obama por su actuación cínica en el caso de Honduras y por su forma ingenua de implementar la decisión (en el fondo correcta) de no seguir con el proyecto de Bush de construir un escudo misilístico en la frontera con Rusia, estoy convencido de que Obama tiene buenas intenciones. Lo más probable es que al final de su turno en la Casa Blanca, Obama habrá hecho un aporte a la paz en el mundo.

Sería equivocado criticar a Obama por el desmadre que Bush armó en Irak y en Afganistán. Me parece loable su intención de retirar sus tropas de Irak y prudente su cuidado de no hacerlo de manera irresponsable, o sea de un día al otro.

Pero igual me parece que Obama no tiene un concepto para el conflicto en Afganistán. Lejos de acercarse a una solución en Afganistán, está ampliando la guerra a Pakistán. Tampoco lo condeno por esto, porque nadie tiene un concepto viable para toda esta región convulsionada.

No concibo que un reconocimiento que tiene un peso moral y político tan elevado como el Nobel de Paz puede ser otorgado a quien habla de la paz, promete cambiar al mundo.

Es muy posible -y muy deseable- que en pocos años Barack Obama haya logrado transformar a Estados Unidos en un agente de paz y justicia en el mundo. Es muy posible que en pocos años Barack Obama sea un candidato a Nobel de Paz.

Hombres como Martin Luther King, Willy Brandt, Lech Walesa, Mijail Gorbachov, Nelson Mandela recibieron el Nobel de Paz, porque efectivamente cambiaron sus países y el mundo.

Nunca entendí porque le dieron el Nobel a Jimmy Carter, Al Gore o Arafat. En el caso de Carter y Al Gore me imagino que también querían premiar, como ahora en el caso de Obama, las buenas intenciones.

Claro, entiendo que no siempre hay personajes como la Madre Teresa o Mandela. Ni tampoco sé quiénes han sido los otros candidatos que compitieron con Obama. Sólo sé que uno de los nombres era Bono de U2, por sus permanentes campañas en favor de un desarrollo sostenible en África.

Si realmente no hubo un personaje que ha sobresalido construyendo paz, me hubiera encantado un rockero como Nobel de Paz. Entre las dos estrellas de pop, escogieron al equivocado. A un artista podemos premiar por su mensaje. A un presidente, exigimos más que discurso geniales sobre la paz, tiene que hacerla.

(El Diario de Hoy/Observador)