sábado, 28 de febrero de 2015

Carta al votante

Ciudadanos:
Mañana nos toca a nosotros. Los partidos y candidatos han hablado hasta la saciedad. Ahora nos toca a nosotros hablar. Hablar con el voto. Decidir con el voto.


Siempre dicen que “el poder emana del pueblo”. Bueno, aunque normalmente es paja, mañana es cierto.

Mañana tenemos el poder de juzgar al gobierno. No lo podemos cambiar, pero mañana tenemos el poder de dar más o menos poder al gobierno. Si le restamos poder, o sea si le restamos diputados dóciles al gobierno, este tendrá que corregir sus políticas. Ya no tendrá los votos en la Asamblea para subir impuestos, endeudarnos más, poner en riesgo nuestros empleos y nuestros fondos de pensiones.

Si ustedes le más poder al gobierno, votando por más diputados de GANA y FMLN, ellos no tendrán freno para seguir con sus políticas equivocadas. Después no se quejen.

Tenemos también el poder de premiar o castigar las campañas de los partidos. Podemos hacer caso a las promesas demagógicas y las fantasías, fabricadas por expertos en mercadeo político, o podemos rechazarlas y darles oportunidad a quienes nos hablan con sinceridad y realismo.

Pero tenemos aun más opciones. Ya no estamos restringidos a solo escoger entre partidos, podemos votar por personas con nombre, cara y trayectoria. Podemos decidir retirar el apoyo a los diputados que no han cumplido, sino más bien se han aprovechado de su cargo para buscar la buena vida. Podemos decidor sólo dar el voto a las personas que realmente nos inspiran confianza. El voto por cara nos permite seleccionar. Nadie nos obliga a votar por alguien, solamente porque está en el partido de nuestra preferencia. De esta manera podemos incidir en la renovación, democratización y limpieza que necesitan todos los partidos.

Y esta vez, gracias a la Sala de lo Constitucional, tenemos un poder adicional: salirnos de los carriles de los partidos y escoger libremente entre los mejores candidatos de todos los partidos. Esto abre la puerta a la renovación de la Asamblea, durante años bloqueda por las cúpulas partidarias. El hecho que ahora la posición en la lista no le da ninguna ventaja a los dirigentes que se pusieron en las primeras posiciones, es tal vez el factor más democratizador en estas elecciones. Los partidos que insisten en llamar al voto por bandera entregan la decisión final de quienes entran a la Asamblea a sus votantes más independientes y críticos. Si el 90% de los votantes del FMLN hace caso a su partido y votan por bandera, los restantes 10% tendrán el poder de desbancar a los jerarcas. Con razón, el FMLN y GANA son tan bravos con los magistrados de la Sala. ARENA, en cambio, se ha subido al tren de las reformas electorales y permitido que sus candidatos compitan libremente por las diputaciones.

La carrera por la alcaldía de San Salvador también abre una gran oportunidad a los ciudadanos de ejercer su poder de forma decisiva. Pueden avalar esta tendencia de poner candidatos de moda que se comportan como rock. O la pueden parar en seco antes de que se haga epidemia.

Nos vemos el domingo. Paolo Lüers
(Mas!/El Diario de Hoy)

miércoles, 25 de febrero de 2015

Carta a Facundo Guardado

Querido Facundo:
Esta vez, tuviste razón, como en muchas ocasiones que hemos discutido en los últimos 30 años. Menos las ocasiones donde yo tenía razón - como cuando corriste por la presidencia con un partido FMLN dividido, donde la mitad de la dirección te quería hacer la cama…

Bueno, pero esto es historia. Cuando, algún día de noviembre del año pasado, me dijiste que ibas a correr por una diputación en La Libertad, con la bandera del PDC, nuevamente te declaré loco. Te dije: Viejo, olvídate del sueño de la "tercera fuerza", nos hemos dado en la frente con esta idea, y nunca funcionó - y al final vino Tony y agarró esta bandera y la hizo pedazos… Pero vos, como sos necio, te metiste a este huevo, sin gran bulla, calladito trabajando en los cantones y barrios, como es tu forma de hacer política.

Ahora resulta que estás a punto de quitarle una diputación a GANA, a este señor Franzi Zablah - lo que sería un gran servicio a la patria, un acto de sanidad política. Así que tengo que confesar: Esta vez, tu terquedad, que a veces me ha dado ganas de golpearte, tiene sentido.

Es más, otro loco igual de necio, Orlando Mena, que también viene de las batallas por la renovación del Frente, y que también corre por diputado del PDC, está a punto de dejar en Santa Ana fuera de la Asamblea a Francisco Merino. Otro acto patriótico y de sanidad política…

Y para más joder, nuestro amigo común Josué Alvarado, quien viene de otra historia muy diferente, pero junto con vos decidió unirse al PDC para renovar la Asamblea, bien puede arrancarle a GANA otro diputado.

En otra cosa tuviste razón. Cuando yo te dije que, si ya decidiste correr por la Asamblea, por lo menos haga una campaña visible en la televisión, en redes sociales, y con vallas, si no te van a humillar, vos solo te reíste y me dijiste: A Facundo todo el mundo lo conoce, yo no necesito hacer estas payasadas, y el poco pisto que puedo gastar, lo pongo en el terreno, no en los medios.
Así que, ojalá tengas razón, hermano. Si la gente en el puerto, en Quezalte, en Lourdes, y en los pueblitos de la Cordillera del Bálsamo, votan por vos, aunque no han visto spot ni vallas ni mupis con tu cara, esto sería la prueba que la trayectoria honesta de un líder que dice frases incómodas y que nunca miente a su gente, todavía vale más que los productos publicitarios. Esto realmente sería una revelación en tiempos que parece que los Saca, Funes, Bukele, Muyshondt marcan la pauta de la política.

Ya no puedo pedir el voto, pero sí puedo desearte suerte. Me encanta la idea de tener en la próxima Asamblea a un tipo que tiene décadas de trabajar, tercamente y de verdad, por la renovación de la política. Si hay un espacio entre los dos partidos mayoritarios, a los cuales tanto cuesta renovar, lo deberían ocupar y ampliarlo son Orlando Mena, Josué Alvarado y vos. Y no los farsantes de GANA o figuras artificiales como Nayib Bukele.

Nos vemos el lunes, para celebrar o para consolarnos. Paolo Lüers
 

(Mas!/El Diario de Hoy)

martes, 24 de febrero de 2015

Carta a los votantes de GANA

Estimados amigos:
La ley manda que a partir de mañana ya nadie puede pedir el voto por nadie. Silencio electoral lo llaman y es para darles a los ciudadanos unos días de reflexión para decidir cómo votar. En vez de volver a pedir el voto para mis candidatos preferidos, voy a usar esta carta para pedir que NO voten por Guillermo Gallegos.

Aunque me cuesta, yo puedo entender que hay muchos ciudadanos que siguen creyendo que GANA es una tercera fuerza válida para los que no confían en los dos partidos mayoritarios. Aunque ARENA está cambiando, su pasado da razones para desconfiar de este partido. En el caso del FMLN es más bien el futuro el que inspira desconfianza, porque apunta a un Estado controlador de todo.
Si ustedes quieren apostar a GANA como tercera fuerza, ¡háganlo! Pero entonces, sean consecuentes: conviértanlo en una fuerza independiente. Porque bajo la dirección de Guillermo Gallegos y Herbert Saca, GANA es una ficha de sus negocios con ALBA y el FMLN.

Si realmente creen en la promesa de GANA de una fuerza de centro, no pueden votar por Guillermo Gallegos. Si se deshacen de Gallegos, también se deshacen de Herbert Saca quien dirige el partido desde la oscuridad, sin nunca dar la cara.

Esta es la primera razón para no votar por Gallegos.

Le segunda: Gallegos es el político más irresponsable del país. Juega con la angustia de la gente por la inseguridad y la violencia. Con su discurso incendiario, echa gasolina al fuego, en vez de ayudar a controlar y apagar el fuego de la violencia. Pide la pena de muerte para pandilleros, pero nunca supo convencernos de no tener supuestos vínculos al crimen organizado.

La tercera razón de no votar por Gallegos: se aprovecha, sin ningún escrúpulo, de su cargo de diputado para pasar la buena vida, viajando y cobrando viáticos ficticios. Si GANA no erradica estas malas prácticas, nunca se convertirá en una opción política seria.

Y la cuarta razón: mientras Gallegos se mantenga en la Asamblea, seguirá condenando a GANA como satélite del FMLN. Gallegos ha respaldado al FMLN en todas las políticas que chocan con la institucionalidad democrática y con la estabilidad financiera del país.

Incluso, sin el respaldo incondicional de Gallegos, Sigfrido Reyes no hubiera podido cometer sus atropellos contra la Corte Suprema y contra la transparencia.

Si ustedes creen que GANA debería ser una fuerza que apoya las políticas buenas del FMLN, pero también se opone a sus políticas malas, tienen que sacar a Gallegos de la Asamblea y del poder en su partido.

Si no les puedo convencer que mejor no voten por GANA, sino más bien por los candidatos que en serio promueven la renovación y democratización de ARENA, entonces les pido que ejerzan su derecho al voto por cara y escojan a los candidatos de GANA que realmente creen en la filosofía de una tercera fuerza independiente.

Nos vemos el domingo 1 de marzo en cualquier local de votación. 




(Mas!/El Diario de Hoy)

sábado, 21 de febrero de 2015

Carta a Antonio Ledezma, el alcalde secuestrado de Caracas

Estimado alcalde:
Espero que estés vivo y sano. La última noticia de Caracas este viernes era que todavía estabas desaparecido, luego de que militarmente ocuparon (y destrozaron) tu despacho de Alcalde Mayor de Caracas y te llevaron a punta de fusiles y a golpes. Amigos en Venezuela me dijeron que estabas en la sede de la temible SEBIN, la policía secreta de Maduro, y que ni tu familia ni tus abogados han podido constatar tu situación de salud y jurídica.

Espero que la movilización popular en Venezuela e internacional en todo el mundo consiga pronto tu libertad. Te cuento que el alcalde de la capital de mi país, Norman Quijano, inmediatamente se ha pronunciado exigiendo tu libertad. Igual otros alcaldes del país, académicos y organizaciones ciudadanas. Los únicos que se han solidarizado con Nicolás Maduro son los dirigentes del FMLN, condenando el intento de golpe de Estado que el régimen te acusa haber preparado.

Todos sabemos que los golpes de Estado lo hacen los que tienen las armas, y que en Venezuela los únicos que tienen armas son los militares que están gobernando al país. El pecado tuyo es otro: desde la sociedad civil has exigido la renuncia de Maduro y de los militares del poder. Imperdonable.

El FMLN se solidariza con Maduro, porque mediante ALBA le está financiando sus campañas electorales y sus empresas. El resto de la sociedad salvadoreña, te lo aseguro, está con ustedes: con Leopoldo, con Mario Corina, con Capriles - y con Antonio Ledezma.

Me da risa que a ti te acusen de golpista, cuando de hecho te hicieron golpe de Estado a ti. Fuiste electo libremente Alcalde Mayor del Distrito Metropolitano de Caracas, derrotando al candidato chavista, y Hugo Chávez y Nicolás Maduro te quitaron casi todas las competencias constitucionales, interviniendo ilegalmente la alcaldía desde el gobierno central.

Yo estuve contigo en agosto del 2009 cundo tú, recién electo alcalde por primera vez, trataste de entregar al Ministerio del Interior tu plan de seguridad pública para la ciudad de Caracas, que a esta altura ya estaba entre las tres ciudades más violentas del mundo – y los únicos funcionarios que te recibieron fueron policías antimotines para cerrarte el paso. En mi reportaje escribí: “Una operación guerrillera: O no te dejan entrar, y te robas cámaras; o entras, y en la salida das declaraciones. Siempre sales ganando. Una acción mediática, pero de serio contenido político: la inseguridad en Caracas…”

Y cuando te pregunté cómo pensabas trabajar, en esta condiciones adversas, como alcalde, tu respuesta fue: “Seguir trabajando con la gente, con las alcaldías que componen el distrito metropolitano, con el gobernador de Miranda. Y seguir exigiendo al gobierno que respete la descentralización y la división de poderes…”

Obviamente nunca respetaron ni la descentralización ni la división de poderes. Hasta llegar al colmo, hace dos días, de secuestrarte de tu despacho a punta de fusiles…  

Me recuerdo de lo que me dijiste cuando por primera vez nos conocimos. Los famosos “colectivos armados” de Chávez habían tirado unas bombas al edificio de Globovisión, que en aquel entonces todavía era un canal independiente y crítico, para intimidar a este medio opositor. Cosa que en el 2009 no lograron, pero con otros ataques violentos y jurídicos lograrían, 4 años después su objetivo: los dueños del canal se cansaron y lo vendieron a un amigo de Chávez y Maduro. Un medio independiente menos.

Aquel día en agosto del 2009 de las bombas en Globovisión, yo llegué de reportero y tú de alcalde. Todo el personal estaba evacuado en el parqueo. Tú agarraste un megáfono y dijiste una frase que se me quedó grabada: “Hagan lo que hagan: bombas, capturas, balazos - las voces críticas nunca se van a apagar. Ni la suya, ni la mía.”

Cumpliste. Por 6 años difíciles, cumpliste. Y aunque estés preso, igual que Leopoldo López, que ya lleva un año encarcelado, las voces críticas, en vez de apagarse, se multiplican.

Animo, alcalde, la razón está de tu lado. Paolo Lüers
(Mas/El Diario de Hoy)

jueves, 19 de febrero de 2015

Columna transversal: Una excelente iniciativa

En medio de la multitud de mensajes de esta campaña electoral, pasó casi inadvertida una de las pocas que no ha sido demagógica: el llamado de Roberto Cañas a sus contrincantes en la carrera por la alcaldía capitalina de sentarse y construir un "Pacto por San Salvador". Duele decirlo: nadie le hizo mayor caso, precisamente porque no era altisonante, no era demagógica, sino muy racional. Las propuestas racionales, en tiempo de campaña, tienden a tener poca resonancia.

Roberto Cañas hizo una reflexión muy simple: Esta vez se está eligiendo, por primera vez, un concejo plural. Los que ahora estamos enfrentados, en los próximos tres años vamos a tener que gobernar la ciudad juntos. Ya no estamos eligiendo caciques sino a un alcalde que sepa presidir y hacer funcionar productivamente un concejo incluyente que refleje la voluntad de todos.

"Ninguna fuerza por si sola puede imponer su propia visión ni un programa único, y las transformaciones que la capital necesita no pueden salir adelante sin llegar a consensos básicos. Es una necesidad imperiosa lograr acuerdos que coloquen el interés general por encima del interés de cualquier partido político, que permitan sacar adelante San Salvador", escribió Roberto Cañas en su propuesta a los otros cinco candidatos.

Claro, con frases así no se ganan elecciones, y Roberto Cañas seguramente lo sabe. No está en esta carrera para ganar sino para introducir en esta campaña la racionalidad de una izquierda no populista, sino profundamente democrática. Por esto hizo la propuesta del "Pacto por San Salvador", y precisamente por esto el otro candidato que finge representar la izquierda ni siquiera le contestó.
Hay un patrón en esto: Bukele, que es un candidato sin ninguna trayectoria de vida o trabajo que lo certifique ser de izquierda, sino más bien representa la continuidad del pacto que en 2009 el grupo empresarial dirigido por Tony Saca hizo con el FMLN para crear un nuevo grupo económico y político hegemónico, puede sentarse a discutir con cualquiera, menos con el único candidato de izquierda en esta disputa. Por esto ha evadido cualquier formato de foro o debate donde tendría que enfrentarse a las posiciones de izquierda democrática y racional que representa Cañas.

Los candidatos de la derecha no tienen este problema, y como era de esperar, han reaccionado positivamente a la iniciativa de Roberto Cañas. Deberían hacerla realmente suya y promoverla, y sí en última instancia firmar el Pacto, aunque Nayib Bukele y el FMLN se nieguen a participar. De todos modos, Nayib Bukele no ha apostado al concepto del concejo plural, ni siquiera se incluyó en la lista de concejales. Bukele y el FMLN, nuevamente se evidencia, apuestan únicamente a un gobierno municipal dominado por ellos y no ven ninguna necesidad de concertación. El discurso de la superación de la polarización, que Bukele heredó de Tony Saca y UNIDAD, es sólo esto: discurso. Igual que en la caso de Saca, para Bukele unidad significa que sectores de la derecha y del empresariado se incorporen a su proyecto político y empresarial y no la construcción de acuerdos entre todos. Como dijo Tony Saca: Yo soy Unidad.

Regresemos a la apuesta que Roberto Cañas hace a la racionalidad y al pluralismo: Viendo los diferentes planes de gobierno de los seis candidatos, pareciera fácil construir esta visión común. Tanto en el diagnóstico como en las soluciones que ofrecen los candidatos, hay mucho más coincidencias que contradicciones. Si cada uno (y sus respectivos partidos) tomara en serio sus propios planes, y no como instrumentos de campaña para engañar a la ciudadanía, debería consensuar un "Pacto por San Salvador", hacerlo público, y hacerlo suyo en el futuro concejo plural de la capital, gane quien gane el cargo de alcalde. Con su iniciativa audaz y racional, Roberto Cañas ha mostrado que su candidatura como representante de izquierda no es una locura quijotesca sino un gran aporte a la democracia.
(El Diario de Hoy) 

miércoles, 18 de febrero de 2015

Carta a Óscar Ortiz sobre la destrucción del volcán

Muy estimado Óscar:
Escribo esta carta a vos, porque siempre hemos sido amigos, y porque sos el único en este gobierno que puede explicarnos lo que está pasando en el volcán de San Salvador. La ministra de Medio Ambiente, que por oficio tendría que cuidar este patrimonio nacional, ya se hizo la suiza ante las impactantes noticias y fotos que se publicaron sobre Linda Vista Gardens, que demuestran el grado de deforestación, alteración de terrenos y vulnerabilidad creada por este megaproyecto. La Oficina de Planificación del Área Metropolitana (OPAMSS), tampoco. Ambos dicen que no dieron ningún permiso, ni para construcciones, ni para deforestación, ni para la terracería masiva - pero ambos no hicieron nada para detenerlos.

La alcaldía de Santa Tecla, en cuya jurisdicción se está causando el daño ecológico provocado por desarrollos como Linda Vista Gardens, no quiere hablar del asunto. Yo los entiendo: Están en la recta final de unas elecciones que posiblemente tienen miedo de perder…

Pero vos, Óscar, has sido alcalde de Santa Tecla, cuando comenzó este desmadre (que por cierto puede causar desastres de verdad, tipo deslaves). Y me contaron que vos, además, sos chero del dueño de esta proyecto, el señor Pedro Salvador López Galindo. Te conozco como hombre, o sea como alguien que ante un problema tan serio va a dar la cara. Tenés la obligación moral y política de explicar qué está pasando en esta zona protegida, donde todo el mundo sabe que cuesta un ojo de la cara sacar en la alcaldía el permiso de botar árboles y de construir viviendas y negocios.

Además vos, Óscar, tenés algo que defender: como Vicepresidente en este segundo gobierno del FMLN sos el hombre que para muchos (incluido yo) representás la esperanza de más transparencia y menos chanchullo que en el anterior. Tiene que tener un sentido que te negaste a dejar tu alcaldía para incorporarte en el gobierno de Funes, y que aceptaste dar la cara por el gobierno de Sánchez Cerén.
Entonces, Óscar: ¿Qué está pasando en el volcán? ¿Qué trato hizo la alcaldía de Santa Tecla con el señor López Galindo? Porque es imposible que no se hayan dado cuenta de todas las construcciones, muros de contención, parqueos que ha construido, si hasta desde San Salvador se ve la gran mancha deforestada. Y Linda Vista Gardens no es el único proyecto de construcción sin permisos en el volcán. Hay otras obras grandes de terracería, donde están moviendo grandes masas de tierra e incluso triturando rocas.

En Linda Vista Gardens, luego de meter maquinaria pesada para aplanar terrenos grandes para parqueos adicionales, se celebró en diciembre la boda de Nayib Bukele. No sé si vos estabas en la lista de invitados, pero tu partido y la alcaldía no pueden decir que no sabían del daño al volcán que se estaba haciendo. Hace poco, miembros del gobierno, como Roberto Lorenzana, y de la cúpula del FMLN celebraron una cena en apoyo a su candidato Bukele en Linda Vista Gardens. ¿Y nadie de ellos se dio cuenta de la deforestación y del peligro de derrumbes y deslaves que se están generando en esta parte del volcán?

Nadie puede atreverse a violar las leyes municipales y de medio ambiente si no se siente protegido por autoridades que se hacen del ojo pacho. Esto es la percepción que se está creando - y no te conviene. Así que es necesario que hablés, como dirigente político, como exalcalde, y como la cara bonita de este gobierno. Saludos cordiales, Paolo Lüers
(Mas!/El Diario de Hoy)




 

sábado, 14 de febrero de 2015

Carta a Leonardo Heredia y Hernán Vera

Estimado Leo, recordado Hernán:
Celebro el Día Mundial de la Radio escribiendo esta carta a dos figuras de la radiodifusión salvadoreña: mi suegro Leonardo Heredia, pionero del arte radial, todavía con nosotros, pero alejado del medio, pero vivo en la memoria de generaciones de radioescuchas: creador de la Radio Nacional y la Radio Femenina, para solo nombrar las más emblemáticas; y Hernán Vera, más conocido como "Maravilla", quién ya no está en este mundo, pero quien vive en la saga de una radio que él ayudó a crear y convertir en uno de los grandes mitos de la guerra salvadoreña: Radio Venceremos.

"Maravilla" en La Guacamaya/Morazán
Vos "Maravilla", en aquellas tertulias nocturnas en campamentos guerrilleros (en las cocinas campesinas, a falta de bares; y con café, a falta de trago), siempre me dijiste: "Enano, no sé qué diablos estoy haciendo en una radio, si yo soy hombre de cine…" Pero la verdad es: aunque la voz tuya es la que menos sonaba en la Venceremos (por este acento caribeño-venezolano que nunca perdiste), vos fuiste el genio que se inventó esta rara mezcla de estilos que hizo tan popular la Venceremos: en un momento era pura arenga, inmortalizada por la voz de Santiago; al rato era analítica, de repente poética, en otro momento informativa, otra vez reflexiva, para terminar en una gran jodarria. Y siempre auténtica. Incluso cuando mintió, la Venceremos era auténtica, porque captó los sueños de la gente. Cuando estábamos en total defensiva, militarmente hablando, vos y Santiago y Marvin se inventaron algo para que la Venceremos sonara desafiante. Mucho de lo que sé de comunicación, no lo aprendí en la universidad, ni en las salas de redacción en Alemania, sino con vos, en Morazán.

Cuando terminó la guerra, te conocí a vos, Leo Heredia. Está cabrón tener como suegro un mito, una leyenda viva. Conocí al fundador de la radiodifusión salvadoreño, al tipo más irreverente que he conocido en mi vida, incluso consigo mismo y su propia leyenda. Entraste a las recién instaladas oficinas de la Venceremos en la colonia Florida con las palabras: "¿En qué les puedo ayudar, muchachos? ¡Hagamos radio hijos de la gran p…!"

Todavía sueño con lo que pudimos haber hecho juntos, los locos de la radio guerrillera y el viejo con el vozarrón más conocido del país - los creadores de la Vence junto con el creador de la Femenina. Juntos hubiéramos sido invencibles en el dial.

No pasó así. Ustedes dos, si bien me recuerdo, nunca se conocieron. Nunca se hizo la unión de estos dos grandes talentos en radio y en jodarria. Vos, Hernán, te despediste con las palabras: "Enanos, me voy, la guerra ya estuvo, tengo que hacer cine..." Y te fuiste a México para revolucionar y convertir en arte la telenovela - y para tomar tequila. El tequila al fin te mató. Ya la Venceremos murió una muerte lenta. No supimos convertirla de una radio de guerra en radio de paz, de una emisora guerrillera en emisora ciudadana. Y vos, Leo, fuiste a levantar tu última radio, la Latina.

Leonardo
Dedico esta carta a vos, Leo, mi suegro preferido, el hombre que supo sacar todo del medio radial: emociones, humor, alegría y reflexión; y a vos, Hernán, que supo diseñar un lenguaje radial que comunicaba con los campesinos, con los estudiantes de la capital, con los intelectuales, con guerrilleros y con soldados.

Feliz día de la radio, Leo. Feliz viaje por dónde estés jodiendo, "Maravilla". Como ya no puedo celebrar con vos, "Maravilla", me tomaré un café con mi suegro.

Saludos, Paolo Lüers
(Mas!/El Diario de Hoy)

 

viernes, 13 de febrero de 2015

Es cuestión de capacidad y carácter

"Si dos personas compitiendo por un puesto tienen en 90 % la misma visión, ya no es cosa de propuestas, sino de deseo y capacidad de ejecución…", escribió Fernando Poma en Twitter. Yo agrego: …y de carácter.
 
Recibimos los planes de gobierno de los 6 candidatos a la alcaldía de San Salvador. Retórica menos, retórica más, son sorprendentemente coincidentes. Todos proponen medidas e inversiones para hacer más seguros los barrios; para revitalizar el centro; para generar oportunidades para los jóvenes; para ordenar el transporte público urbano; para promover la convivencia pacífica; para hacer más eficiente el trabajo del Cuerpo de Agentes Metropolitanos…

Todos los candidatos hablan de una ciudad más humana, más transitable, más limpia y más segura. Todo esto es necesario, y los ciudadanos lo exigen.

En el reciente debate en la ASI (Asociación Salvadoreña de Industriales), las coincidencias eran tan palpables que muchos de los asistentes tuvimos la sensación que los cinco señores en el podio se estaban constituyendo como el futuro Concejo Municipal pluralista. Edwin Zamora (de ARENA), Roberto Cañas (CD), Luis Cuenca (PCN), Fito Salume (DS) e incluso Walter Araujo (GANA) no discutieron uno contra el otro, sino tratando de hacer compatibles sus propuestas. Claro, en ese evento no participó el candidato del FMLN, Nayib Bukele. ¿Cómo piensa Bukele reactivar la economía en la ciudad capital, si no ve necesario dialogar con los operadores de la verdadera fábrica de empleo? ¿En serio Bukele quiere estimular la inversión apoyándose en los poetas, los tatuadores, los músicos hip hop y los skaters, como explicó de manera sorprendente en el posterior debate en el Canal 33?
Pero leyendo el plan de gobierno de Bukele, locuras aparte, tiene muchas coincidencias con los planes de los demás candidatos. Regreso al planteamiento de Fernando: Esta elección no es sobre propuestas, sino sobre la capacidad de ejecutarlas: ¿Quién de los candidatos tendrá la capacidad de transformar la ciudad, atrayendo inversión; convirtiendo la alcaldía en proveedor confiable y eficiente de servicios a la ciudadanía, las comunidades y las empresas; ejecutando proyectos complejos como la conversión de los mercados en plazas comerciales competitivos; forjando acuerdos con todos los actores (incluyendo el gobierno central y la empresa privada) para ordenar las ventas, el transporte y el crecimiento urbano?

Roberto Cañas tiene muy buenas ideas -mucho más claras y fundadas que el otro candidato de izquierda, Nayib Bukele. Se nota que sus propuestas no provienen de un laboratorio de mercadeo político, como las de Bukele, sino de experiencia académica. Sin embargo, dudo que tendrá la capacidad de ejecución que necesita un alcalde para asumir el mando sobre 5 mil empleados y sistemas tan complejos como la recolección de basura, los mercados, el área financiero, etc.
Entre los seis candidatos hay dos empresarios exitosos y experimentados: Fito Salume y Edwin Zamora. Aunque Bukele también se presenta como empresario, de él no se conoce una trayectoria de crear, administrar y transformar empresas. Salume y Zamora sin duda tienen la capacidad ejecutiva para enfrentar los retos administrativos y financieros de la alcaldía capitalina. Pero Salume no puede ganar (y probablemente tampoco podría gobernar bien), porque no tiene partido. Democracia Salvadoreña es una simple extensión de su consorcio empresarial. En cambio, Edwin Zamora tomó hace 5 años la decisión de renunciar a su carrera como industrial, para dedicarse 100 % a la política. Trabajó 5 años en el esfuerzo de modernizar, reformar y democratizar el partido ARENA, para convertirlo en un instrumento para modernizar, reformar y democratizar el país. Es por esto que ARENA apostó a Zamora para consolidar su proyecto de transformación de San Salvador. Zamora tiene asegurado el apoyo constructivo de los mejores cuadros, no sólo de su partido, sino del ámbito profesional y empresarial de la capital. Es por esto que sus planes suenan más sólidos, más realistas, más aterrizados en cuanto a su factibilidad financiera y política.

Bukele aún tiene mucho que aprender y crecer en este campo. No ha probado capacidad administrativa, ni en el campo empresarial, ni tampoco en sus 3 años como alcalde de Nuevo Cuscatlán. El desarrollo que impulsó en Nuevo Cuscatlán, que tanto proyecta en su publicidad, es un crecimiento artificial e insostenible. Cuando Bukele asumió la alcaldía, Nuevo Cuscatlán era el número 67 de los 262 municipios en cuanto a endeudamiento por cápita, o sea en proporción a la población. Ya en el 2013, según datos del Ministerio de Hacienda, fue el número 3 de todo el país. Nuevo Cuscatlán debe 4 veces más por cápita que San Salvador, una ciudad que da servicios no sólo a sus habitantes, sino a casi un millón de salvadoreños que trabajan, comercializan y transitan en la capital.

Bukele dice que aplicará el "modelo Nuevo Cuscatlán" a San Salvador. O sea, el mismo desarrollo insostenible, financiera y ecológicamente. Es la receta de llevar a la capital a la quiebra en 3 años. Y a destruir su principal capital: el medio ambiente.

Al principio dije que así como es cuestión de capacidad, es cuestión de carácter. El carácter es parte de la capacidad que necesita el futuro alcalde. También en este campo, a Nayib Bukele le falta mucho. Lo mismo que dijo de manera magistral el maestro Joaquín Samayoa sobre Mauricio Funes: "Llegó tarde a la repartición de la inteligencia emocional", hay que decir de Nayib Bukele. En toda la campaña se han hecho palpable su inmadurez, su arrogancia, su manejo cuestionable de la verdad. No es casualidad que muchos lo comparen con Mauricio Funes. Es un hombre que sabe entusiasmar a los jóvenes, pero no sabe darles orientación, principios y liderazgo. Nadie, ni sus detractores serios, dice esto de Edwin Zamora. Es más, lo han criticado por no ser político, por no saber cómo sacrificar sus principios para llegar a pactos. Es precisamente por esto que lo apoyo.

Por cuestión de capacidad y de carácter, el hombre indicado es Edwin Zamora.
(El Diario de Hoy)

jueves, 12 de febrero de 2015

Carta a los nueve candidatos en mi planilla personalizada

Estimados amigos:
Ya he dicho mil veces que voy a hacer uso del derecho al voto cruzado, que gracias a la Sala de lo Constitucional vamos a tener por primera vez. Poder elegir libremente entre todos los candidatos, y no únicamente de un partido, es una avance importante – y  hay que aprovecharlo.

Para explicar bien esta mi postura, voy a hacerlo con nombres y apellidos. Aquí les presento mi bancada personalizada.

Votaré por 7 de los 24 candidatos de ARENA, por uno del PDC, y -¡sorpresa, sorpresa!- por uno de GANA, aunque deteste este partido satélite del FMLN.

De los candidatos de ARENA, los que tienen mi plena confianza son:
·      Ana Vilma de Escobar (casilla #1), porque ha mostrado que es motor de renovación en su partido; que tiene coraje y principios claros. Por lo menos en mi bancada personalizada es la futura jefa de fracción.
·      David Reyes (#2) es de los pocos diputados actuales que se ha destacado por su transparencia, su voluntad renovadora, su compromiso con sectores tradicionalmente excluidos.
·      Norman Quijano (#4), el alcalde saliente, no sólo porque es mi amigo, sino porque tiene la capacidad y la voluntad de promover la necesaria reforma legislativa que necesita Edwin Zamora para poder transformar la ciudad.
·      Carolina Ramírez (#7) representa la profesionalidad y la experiencia técnica que tanto hace falta en la actual Asamblea. Una mujer trabajadora, humilde y de principios.
·      René Portillo Cuadra (#9), con su independencia de criterio será un importante enlace entre la sociedad civil y la Asamblea. Además, nuestro parlamento necesita urgentemente a un jurista competente para los debates y la generación de leyes.
·      Johnny Wright Sol (#12): mi candidato favorito, la perfecta combinación de idealismo y capacidad, rebeldía y tolerancia. Una joya por pulir, un gran líder en potencia.
·      Rafael Lemus (#22), el experto en economía y finanzas publicas que necesita la Asamblea para hacer leyes con previo estudio de factibilidad financiera, y para enfrentarse al populismo campante del bloque FMLN/GANA.

Mediante el voto cruzado, votaré por dos hombres extraordinarios:
·      Josué Alvarado (PDC, casilla #2), el hombre que inventó la mejor consigna electoral de esta campaña: “Es tiempo que los que podamos, actuemos”. Y no es publicidad vacía: el hombre ha levantado empresas en las condiciones más adversas, primero como emigrante en Estados Unidos; luego levantando un centro de producción agrícola en las zonas más conflictivas del país. Sabe cómo crear empleo, sabe cómo generar convivencia e inclusión social.
·      Mauricio Castro Santamaría (GANA, casilla #8), un líder comunitario nato y exitoso en la reconstrucción del tejido social en las comunidades populares, igual que su suplente Víctor Barahona, dirigente de la colonia Valle del Sol en Apopa. Quieren representar a las comunidades que luchan por salir de la exclusión y la conflictividad – y lamentablemente sólo en GANA abrieron las puertas para este tipo de candidatos. Mi sueño: que entren a la Asamblea mediante el voto cruzado, desplazando así a Guillermo Gallegos como diputado de GANA. Las comunidades urgentemente necesitan una representación calificada en la Asamblea.

Me molesta que sólo tengo a dos mujeres en mi planilla personalizada. Deberían ser más. Pero tuve que eliminar a varias candidatas de mi lista, por una razón de principio: Respeto las diferentes posturas personales en cuanto al tema del aborto, pero no voy a votar por personas que quieren imponer estas posturas a la sociedad. Para hacerlo más concreto: Recomiendo votar por Mayteé Iraheta (ARENA, #3 en Sonsonate), porque sostiene con valor en público: “Soy clara en ‘mi’ postura: sí a la vida, pero no impongo esta opinión a los demás.” Lastimosamente, hay pocas candidatas con esta franqueza y tolerancia.

Si viviera en La Libertad, votaría por Juan Valiente (ARENA, #10) y el jóven Ricardo Valázquez Parker, dos piezas claves de la renovación de su partido. Además por mi amigo Facundo Guardado (PDC) y el empresario Francisco Bolaños (CD). Se necesitan gente de izquierda democrática en la Asamblea. Uno de ellos debe quitarle la diputación a Franzi Zablah de GANA. De los demás departamente no opino, porque no conozco a los candidatos.

Mis candidatos: Tienen mi plena confianza, hagan su trabajo legislativo pegado a los principios por los cuales yo y muchos los apoyamos. Abrazo, Paolo Lüers
(Mas/El Diario de Hoy)

martes, 10 de febrero de 2015

Venezuela, de La Salida al Cambio; por Fernando Mires

Para quienes intentamos entender la historia de la oposición venezolana parece obvio que entre el momento que surgió del llamado hacia La Salida, en febrero de 2014, y el que aparece después del llamado conjunto de los líderes de oposición hacia El Cambio, hay un período. O dicho de modo más preciso: hay un período dentro de un período (el del gobierno Maduro). Y parodiando al teórico de las teorías sistémicas, Niklas Luhmann, quien afirma “todo sistema es un subsistema”, podríamos decir todo período es un subperíodo.
Período o subperíodo, lo importante es que entre La Salida (febrero 2014) y El Cambio (enero 2015) tuvo lugar un proceso político de enorme importancia para la historia reciente de Venezuela.
1. La Salida: origen y fracaso. Como es sabido, La Salida (“Maduro vete ya”) proclamada por la troika Ledezma, López y Machado, fue precedida por protestas estudiantiles en universidades andinas que fueron respondidas con suma violencia por el régimen.
Los objetivos de La Salida nunca fueron precisados con exactitud. De modo que una parte, sobre todo estudiantil, la entendió como un llamado insurreccional, y otra como una movilización destinada a elevar el nivel de la protesta pública, la que llegó durante algunos momentos a ser masiva.
La Salida demostró que en la oposición venezolana existía ansia de protesta frente a un gobierno arbitrario e ineficiente. Incluso la MUD, ausente en la convocatoria, acompañó durante un tiempo a los manifestantes, pero distanciándose de propuestas maximalistas e intentando encauzarlas en contra de objetivos concretos como la eliminación de los grupos paramilitares.
Sin embargo, no pocos voceros y columnistas de la oposición más radical entendieron a La Salida como una alternativa insurreccional en un sentido doble: en contra del gobierno y en contra del “electoralismo” de la MUD. No fue esa, hay que reconocer, la actitud pública de López, Ledezma y Machado. Ninguno se pronunció abiertamente en contra de la MUD. Tampoco ninguno llamó a ejercer violencia ni mucho menos a un golpe de Estado.
Hecho objetivo fue, sin embargo, que La Salida surgió al margen de la MUD, razón por la cual muchos pensaron que había surgido en contra de la MUD y más aún, en contra de Henrique Capriles. No haber planteado de modo explícito que eso no era así, fue uno de los más grandes errores cometidos por la troika. Ese silencio abriría las puertas a tentaciones divisionistas la que en las condiciones prevalecientes solo podían ser fatales para el conjunto de la oposición.
Una protesta maximalista como La Salida no debió haber sido excluyente, menos en las condiciones determinadas por la existencia de un gobierno militar. Pues La Salida no nació sumando ni multiplicando sino —hay que decirlo de una vez— restando y dividiendo. Más todavía, no interpelaba ni al campo chavista potencialmente disidente, ni al campo de los indecisos políticos. Su mensaje solo estaba dirigido a la oposición más dura: A los ya convencidos.
En ese error había, sin embargo, cierta lógica. La Salida fue una acción heroica y épica, personalista y voluntarista. Pero a su vez equivalente con el tenor predominante en muchos movimientos sociales latinoamericanos, sobre todo estudiantiles. Fue, si se quiere, una acción si no “foquista”, por lo menos vanguardista. Partía de la premisa de que si se desataba una movilización en torno a líderes como Machado y López, el pueblo y probablemente los soldados, iban a sumarse a la insurgencia desatándose así una marea que debería llevar a la caída del régimen.
Ahora bien, para que una alternativa del tipo propuesto por La Salida hubiera sido posible, se requería de ciertas mínimas condiciones de tiempo y lugar.
Las condiciones de tiempo no estaban dadas. No me refiero a que la crisis económica y el nivel de descontento estaban lejos de alcanzar las profundidades que muestran al comenzar el año 2015. Me refiero, sobre todo, al hecho de que la oposición venía recién saliendo de una derrota electoral, la de las municipales del 8D.
Es cierto que la votación alcanzada por la oposición el 8D fue excelente, sobre todo en los centros más poblados del país. Pero también es cierto que el objetivo de convertir las municipales en plebiscito no fue alcanzado.
Bajo esas condiciones, la MUD y Capriles hicieron lo que hay que hacer después de una derrota: pasar a un repliegue táctico, agrupar fuerzas, redoblar el trabajo social y, ayudados por la crisis económica desatada por el gobierno, preparar condiciones para una próxima batalla. Pero en ningún caso intentar una huída hacia adelante.
Las condiciones de lugar tampoco estaban dadas, sobre todo si se tiene en cuenta que una alternativa como La Salida supone la existencia de organismos en condiciones de sustentar movilizaciones durante un tiempo prolongado y discontinuo. Léase sindicatos obreros y campesinos, asociaciones profesionales y agrupaciones civiles. Pero en Venezuela hay muy poco de eso.
Al llegar a ese punto hay que tomar en cuenta que Chávez no logró crear un nuevo orden social, pero sí logró destruir el orden social prevaleciente y con ello a la columna vertebral de la sociedad venezolana. Una de las pocas fuerzas orgánicas civiles que logró sobrevivir fue la estudiantil. Pero todos sabemos que el ritmo acelerado de las movilizaciones estudiantiles no es compatible con el resto del organismo social. Así, el movimiento que desataría La Salida no tenía donde, como, ni en qué apoyarse. Nada que no fuera la retórica y la capacidad de escenificación de sus líderes. La Salida fue un llamado a la multitud, mas no a las organizaciones sociales porque, entre otras cosas, estas casi no existen.
Por si fuera poco, la troika tampoco estaba muy unida. Mientras López desde la prisión llamaba a una Asamblea Constituyente, Machado concentraba sus energías en un Congreso Ciudadano y Ledezma intentaba cambiar el curso de la MUD “desde dentro”. En fin, La Salida no solo fue unilateral, además fue tri-lateral. Cada caudillo andaba por su lado.
La Salida evidenció que la movilización no puede ser un objetivo en sí. Eso indujo a que muchos la hubieran entendido como una ruptura con la MUD y –pese a que ninguno de los convocadores así lo manifestó— como una negativa radical a la lucha electoral. Sin embargo, hubo un hecho que sí demostró que no hay ninguna contradicción –mas bien un complemento— entre movilización social y objetivos electorales. Me refiero a las elecciones municipales que tuvieron lugar el 25 de Marzo en San Diego y San Cristóbal.
San Diego y San Cristóbal son un ejemplo en dimensión micro de lo que podría suceder en dimensión macro en las elecciones parlamentarias de 2015. En ambos lugares las esposas de los alcaldes convertidos en presos políticos, Rosa Brandonisio de Scarano y Patricia Gutiérrez, mostraron como las movilizaciones podían ser canalizadas en perspectiva unitaria y electoral. El triunfo de ambas mujeres fue aplastante (87,69% y 73,69%, respectivamente)
Para decirlo en una fórmula ya sugerida en otros escritos, San Diego y San Cristóbal demostraron que una elección acompañada de una fuerte movilización social puede ser exitosamente ganada. Pero a la inversa, que una movilización social sin una perspectiva electoral está destinada a estrellarse frente al aparato represivo del régimen. Eso último fue lo que sucedió en el resto de Venezuela. El saldo fue terrible: decenas de jóvenes asesinados a quemarropa, cientos de heridos, enormes cantidades de prisioneros, entre ellos, el líder de Voluntad Popular, Leopoldo López.
Obviamente, quienes llamaron a La Salida no contaban con una reacción tan violenta del régimen. Tal vez pensaron que todavía bajo Maduro se vivían los tiempos de Chávez. No supieron, por lo tanto, evaluar el momento. Tampoco supieron darse cuenta de que bajo Maduro había tenido lugar un cambio radical en el carácter político del régimen. En términos más exactos: no captaron que el populismo chavista había terminado, quizás para siempre. En su lugar había aparecido un gobierno militar, militarizado y militarista que prescinde de la lógica populista propia a Chávez y al chavismo.
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2. Un régimen cambia su carácter político. Ocioso sería discutir si el cambio de carácter político del gobierno habría tenido lugar o no durante Chávez. Lo importante es que mientras el chavismo de Chávez se caracterizó por la apelación a la fuerza militar como una segunda instancia, para el chavismo de Maduro la acción militar precede a la acción política. Maduro, en efecto, parece regirse por la máxima “primero disparo y después hablamos”.
El cambio de carácter político del régimen tiene su origen en la pérdida de apoyo popular evidenciada por Maduro desde cuando, en dudosas elecciones, derrotó a Capriles por muy estrechas cifras. Maduro dilapidó así el enorme capital electoral legado por Chávez. Hecho decisivo: para que un gobierno sea populista debe ser popular y Maduro no lo es ni lo será. Bajo esas condiciones, Maduro, en lugar de apoyarse en movilizaciones populares, no encontró más alternativa que hacerlo en militares y para-militares. Hecho que no conduce al fin del gobierno de Maduro pero sí al fin de su condición populista. Eso significa que el de Maduro no es la continuación del gobierno de Chávez. Es “otro tipo” de gobierno.
La transición que se da entre un gobierno populista militar y un gobierno puramente militar ya ha sido consumada. Diversos capítulos del gobierno Maduro así lo demuestran.
El primer capítulo fue la convocatoria a un diálogo nacional destinado a encontrar soluciones para la pacificación del país (26 de Febrero). El diálogo, convocado a instancias del propio Vaticano, no podía ser eludido ni por el gobierno ni por la MUD. Capriles insistió con razón en llamarlo debate. Tampoco lo fue. El dialogo no pasó de ser un conjunto de monólogos.
Los principales enemigos del diálogo estaban en el gobierno, pero también en la oposición. Diosdado Cabello y su fracción se encargaron de dinamitarlo desde el primer momento. Así Maduro perdió una oportunidad para elevarse a la condición de interlocutor político. Quizás la razón fue que si continuaba el diálogo, el chavismo se habría dividido más aún de lo que ya estaba. Lo mismo –eso no lo entendió Maduro— habría podido pasar dentro de la oposición.
Un segundo capítulo fue la ruptura del chavismo militar con el chavismo social. Símbolo de esa ruptura fue la dimisión forzada del ministro Jorge Giordani (17 de Junio) seguida de una carta de protesta publicada por el mismo en contra de Maduro (18 de Junio) a quien acusó de falta de liderazgo y de proteger a la corrupción del gobierno.
La de Giordani no fue una dimisión cualquiera. El ministro había sido la eminencia gris de Chávez en materias económicas. En cierto modo la ruptura con la economía de Chávez –inducida por la caída del precio del petróleo— fue hecha en nombre de Chávez pero en contra de un ministro de Chávez. Esa ruptura no ha sido traducida sin embargo en un cambio de modelo económico.
Maduro rompió con el modelo distributivo de Chávez pero sin sustituirlo por otro. Su modelo es, si se quiere, la ausencia de modelo. Esa es la razón por la cual en lugar de un plan económico ha impuesto una economía de guerra (no otra cosa es la guerra económica). De este modo, así como Maduro durante las protestas militarizó a la lucha política, ha terminado, además, por militarizar a la economía. Las consecuencias no pueden ser más catastróficas. La producción del país se encuentra prácticamente paralizada, la inflación es la más alta del mundo, las manifestaciones multitudinarias de Chávez han sido sustituidas por las colas más multitudinarias de Maduro.
La carta de Giordani evidenció que el madurismo padece de profundas divisiones internas. Aunque esas divisiones no siempre trascienden, todos saben que el campo chavista se encuentra trizado. El PSUV, de partido monolítico y unitario ha pasado a convertirse en un nido de alacranes donde los “recuperacionistas” de Marea Socialista son solo un ejemplo entre varios. Si la oposición llegara a obtener una victoria en las elecciones parlamentarias del 2015, la desbandada será general. Siempre ha sido así; todos los ejemplos históricos lo demuestran.
Un tercer episodio ocurrió después del asesinato del joven diputado chavista Robert Serra. Pese a que Cabello intentó culpar sin pruebas a la oposición, los acontecimientos que siguieron al homicidio permitieron que apareciera en la superficie el papel de los colectivos armados –hampa y lumpen militarmente organizados- los cuales, como en películas de gángsteres, dirimían sus rivalidades en la vía pública a punta de balas.
La ejecución de cinco personas pertenecientes a los llamados colectivos ordenada por el general Miguel Rodríguez Torres fue evidentemente un intento frustrado del ejército por subordinar y dominar a los estamentos para-militares. Pero el hecho de que los para-militares lograran la renuncia del general chavista, mostró una vez más que Maduro no tiene el control sobre sus fuerzas. El régimen no solo está militarizado. Además está para-militarizado. Bajo esas condiciones Maduro no puede ser un interlocutor político de confianza.
El propio encarcelamiento de Leopoldo López señaliza hasta que punto ha sido degradada la contextura política del régimen post-chavista. Porque en verdad, López, menos que un preso político es un rehén de guerra. Por eso mismo Maduro lo mantendrá en prisión hasta que llegue el momento de canjearlo. O lo liberará si para él resulta necesario bajar la presión política en su contra, en caso de sentirse muy amenazado.
López es un rehén de guerra en una guerra que solo existe para Maduro. En ese contexto, a quien más interesa la polarización política existente, es al mandatario. Mientras más aguda sea esa polarización, mayores serán sus posibilidades de mantener la política bajo hegemonía militar. Por la misma razón, si es que hay un peligro de golpe de Estado, este solo puede provenir de las huestes oficialistas y de ninguna otra parte.
3. Desde la crisis de la oposición hacia El Cambio. La MUD, la oposición en general, vivieron después del fracaso de La Salida uno de las peores crisis de su historia. Los grupos más radicales, por razones que también podrían ser explicadas de modo psíquico (autoagresión), enfilaron su artillería en contra de Henrique Capriles y de Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la MUD. Desde diversas columnas ambos han sido insultados y ofendidos más que cualquier representante del gobierno.
Aveledo, el máximo forjador de la unidad, no pudiendo soportar la presión en su contra, hubo de renunciar. En ese momento pareció que un trabajo sistemático forjado en años iba a venirse al suelo. El régimen estaba, según la opinión pública, en sus niveles más bajos pero la MUD, atacada desde dos fuegos, no estaba en condiciones de capitalizar políticamente el descontento general.
Sin embargo, cuando gobierno y ultra radicales se regocijaban, dando a la MUD por muerta, surgió casi de la nada un verdadero milagro. A fines de Septiembre fue nombrado secretario ejecutivo de la MUD, Jesús (Chúo) Torrealba.
La designación de Torrealba fue el resultado de un consenso y de un compromiso. Al igual que Aveledo, Chúo es partidario de la unidad. Pero no tiene ningún problema en manifestar su solidaridad con Leopoldo López. Eso no le impide favorecer una estrategia encaminada a lograr un triunfo en las próximas elecciones parlamentarias. Además es hombre de diálogo. En todos los puntos coincide con la línea de Aveledo. Pero adicionalmente ha logrado imprimir a la MUD ese mínimo de mística que le faltaba para enclavar más hondo entre los sectores populares.
Chúo no rehuye a la calle; incluso le gusta. Ha llamado a dos movilizaciones las que seguro no han sido las más grandes de la historia del país, pero ha devuelto a la unidad esa confianza que las acciones desafortunadas del pasado reciente le habían quitado. En fin, Chúo ha sabido entender que la movilización popular debe ser encaminada hacia un objetivo común el que por el momento no puede ser sino electoral. Los resultados no se han hecho esperar. A fines de año las encuestas mostraron por primera vez que la MUD tenía más partidarios que el chavismo.
Henrique Capriles, casi exiliado en Miranda, entendió el nuevo momento. A fines de Enero del 2015, sorprendiendo a sus enemigos endógenos, llamó a la movilización general por El Cambio. Con grandeza, Machado y Ledezma secundaron su propuesta. Lo mismo Freddy Guevara. Esa foto en donde todos los líderes aparecen juntos era la que más quería ver la oposición venezolana. No importa que ellos no estén de acuerdo en algunos puntos; tampoco es deseable que así sea. Lo importante es que si no una unidad, pueda ser concertada una alianza: La gran alianza para El Cambio.
La diferencia entre unidad y alianza es importante. Mientras la unidad suprime diferencias, una alianza las conserva, siempre y cuando ninguno de los aliados pierda de vista el objetivo común. Ese objetivo común es El Cambio.
¿El Cambio es una nueva La Salida? En ningún caso. Mientras La Salida desunía más que unir, El Cambio une más que desunir. Es política de todos, no de algunos.
Ni Capriles ni Torrealba han cambiado. Lo que ha cambiado es la situación objetiva. La economía de Venezuela se encuentra en su punto más bajo. La desesperación de las multitudes en su punto más alto. Si los dirigentes políticos no hubieran llamado a la movilización, habrían aparecido espacios vacíos para que aventureros de ambos lados pudiesen desatar una locura colectiva. El fantasma del Caracazo sigue penando y debía ser aventado cuanto antes.
El Cambio es defensivo y ofensivo a la vez. Cubre espacios sociales pero al mismo tiempo moviliza hacia un nuevo espacio político. Ese nuevo espacio tendrá que ser –así lo han formulado los principales dirigentes políticos de la oposición—: democrático, constitucional, pacífico y electoral.
Democrático, porque supone amplia participación, más allá de cualquiera diferencia ideológica. Supone, además, que las decisiones serán tomadas a través de acuerdos en conjunto y no al margen, como ocurrió con La Salida.
Constitucional, porque la propia Constitución —chavista en sus orígenes pero aprobada por mayoría popular— ha llegado a ser, frente a las continuas violaciones a que ha sido sometida, un patrimonio de la oposición democrática. Es mapa político y guía de acción a la vez. En sus páginas están indicados uno a uno los pasos que llevarán a El Cambio. No hay ningún motivo para apartarse de ella.
Pacífico, porque la oposición no tiene armas ni ejércitos. Pacífico quiere decir, también, asumir una radical actitud antigolpista, venga el peligro de donde venga.
Electoral, no solo porque las posibilidades electorales están más cerca que nunca, no solo porque no hay otra alternativa posible, sino también, y quizás sobre todo, porque un futuro gobierno que no surja de un procedimiento electoral nunca podrá obtener para sí el principio de la legitimidad.
Torrealba, Capriles, López, Machado, Borges, Ledezma y tantos otros, saben que recorren un camino minado. Un gobierno militar y militarizado, para-militares enloquecidos, personajes siniestros dispuestos a cometer cualquiera “dioscabellada”, tribunales mercenarios de justicia, tribunales electorales parcializados, prensa y televisión en manos del gobierno. Todo eso no da, ni mucho menos, una garantía definitiva para el triunfo.

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Este artículo de Fernando Mireses parte de una serie titulada "Venezuela, una Mirada desde afuera", publicada por el sitio venezolano Prodavinci
Las otras aportaciones son:  
En democracia caben todos, de Fernando Sabater
La tormenta perfecta, por Sergio Ramírez
Más vale un mal acuerdo que un buen pleito, por Joaquín Villalobos

De los cuatro enfoques sobre Venezuela, el más lúcido es el que aquí reproducimos, del sociólogo y historiador chileno Fernando Mires, quien es catedrático en la universidad Oldenburg en Alemania.

lunes, 9 de febrero de 2015

Carta a los votantes, o manual de votación

Estimados amigos:
Ya están saliendo varios manuales para explicar cómo votar por los diputados. Del Tribunal Electoral, de los medios, de diferentes organizaciones ciudadanas. Todos tienen un defecto: Te ponen una lista de opciones de cómo votar por diputados, y siempre ponen como opción #1 el voto por bandera. Pero esto es la última opción, solo aplicable para dos minorías: los que por razón ideológica y partidaria realmente quieren avalar la planilla de sus respectivos partidos, en el orden de candidatos como los partidos los han ordenado. Y los que prefieren votar por bandera para no enchibolarse. Ambos son minoría.
Hagámoslo al revés: ¿Cómo NO hay que votar para no anular el voto? Así es mucho más simple. Usted vote cómo le da la gana, solo evitando las pocas maneras de anular su propio voto.

I. NO VOTE POR BANDERA
Si vota por bandera, ya perdió su derecho de hacer uso del voto cruzado. Una vez que usted marca la bandera de su partido de preferencia, ya no puede votar por ningún candidato de otra partido, por bien que le caiga. Votar por bandera más un solo candidato fuera de la lista de este partido causa nulidad. Igual: Marcar 2 banderas diferentes es un voto nulo.
Lo más práctico, entonces, es NO marcar banderas. Con esto ya evitamos dos causantes de nulidad.

II. NO VOTE POR EL MONTON, VOTE SELECTIVAMENTE
Si usted vota por cara (que es lo que debería hacer para hacer uso de su derecho de no solo votar sino de elegir a sus diputados), la única manera de que su voto sea nulo es cuándo marca más caras que los diputados que corresponden a su departamento. O sea, en San Salvador, no puede pasarse de 24 caras marcadas; en La Libertad son 10, en Santa Ana son 7, en San Miguel son 6, etc.
Es irrelevante si vota dentro de una sola planilla (la de su partido preferido), o haciendo uso del voto cruzado, escogiendo los mejores candidatos de las diferentes planillas. Esto sólo tiene importancia después, a la hora que contabilizan los votos de cada partido; pero para su voto válido es irrelevante - con tal que no se pase del número de diputados en su departamento.
Es fácil evitar que se pase del límite: Sólo escoja a los candidatos que realmente le convencen - sobre todo en los departamentos grandes. Por ejemplo en San Salvador, donde son 24 diputados. Pero seamos serios: No hay 24 candidatos que usted realmente conoce. Si simplemente vota por los 6, 10 o 12 que de verdad lo convencen, nunca corre peligro de anular su voto por pasarse del límite. Esto en el caso de San Salvador. En La Libertad, escoja los 5, 6 o 8 candidatos que son de su confianza, y punto. En los departamentos pequeños, sólo vote por 1 o 2 candidatos de la lista que sea.
No se deje confundir: NO es desperdicio votar selectivamente. Al contrario: votar por un montón de desconocidos o inúltiles es desperdicio.
Por lo que digan los partidos, NO se trata de llenar un cupo. Se trata de elegir a los mejores - y sólo a ellos. Concentre el peso de su voto en los pocos que realmente quiere ver de diputados.

Otro consejo útil (sobre todo en San Salvador, donde hay tantas caras en la planilla): Ensaye su voto antes en casa. Vea en las papeletas que van a publicar los periódicos en qué posición de las listas están sus candidatos de preferencia. Llévese apuntados sus nombres, para a la hora de la votación encontrarlos rápido y no confundirse.
De esta manera, su voto será válido y nadie se lo podrá anular. Y además usted habrá verdaderamente escogido a sus diputados. De esto se trata.
Todo esto es válido también para el Parlacen. Ahí no importa el departamento, es una papeleta nacional donde usted puede escoger hasta 20 candidatos. Igual: voto por los pocos que conoce, y no por el montón.

No hay pierde. Saludos, Paolo Lüers
(Mas!/El Diario de Hoy)