domingo, 6 de octubre de 2024

El 7 de octubre y el antisemitismo. De Paolo Luers

 

"¿Qué van a hacer los izquierdosos, por ejemplo el presidente Gustavo Petro de Colombia, cuando el conflicto se amplíe y presenciemos una guerra entre Israel e Irán con todas sus milicias regionales? ¿Van a apoyar a la autocracia de los ayatolas, que reprimen mujeres, homosexuales, sindicatos y estudiantes? ¿Van a apoyar una cruzada militar que tiene por fin erradicar del mapa el estado de Israel? "

       Publicado en EL DIARIO DE HOY, lunes 7 octubre 2024

Hoy es el primer aniversario de la masacre del 7 de octubre 2023. Normalmente escribo sobre nuestros problemas caseros en El Salvador. Pero sentí la obligación de hablar hoy del drama entre israelíes y palestinos. No es un drama regional, sino un drama universal de la humanidad.

 

La incursión terrorista de Hamas a Israel del 7 de octubre 2023 ha traído inmenso dolor a los dos pueblos, israelíes y palestinos. La intención de los líderes de Hamas -y sus padrinos en Irán- fue precisamente provocar una escalada bélica. Lo han conseguido. Murieron cientos en Israel, miles en Gaza – y ahora también en Líbano y pronto en Irán. La culpa la tienen los enemigos de Israel. En el clima político actual, esto ya no se puede decir sin agregar: Esto no exime al gobierno y alto mando de Israel de la responsabilidad sobre excesos en su respuesta militar y acciones contra la población civil en Gaza. Lo agrego, aunque es evidente...

 

Es insólito: Los eventos del 7 de octubre, donde las víctimas han sido cientos de judíos civiles, en última instancia provocaron en el mundo una ola de solidaridad, pero no con el pueblo atacado, sino con los victimarios. Con los palestinos, incluso con Hamas. 

 

Observo con desmayo que en la izquierda, de la cual me siento parte desde mis años de adolescencia, resurge en amplios sectores el antisemitismo, que históricamente ha sido característico de las extremas derechas. Gente y organizaciones de izquierda hacen suyas las exigencias de Hamas: la desaparición de Israel del mapa. Esto es un evento vergonzoso. Gente de izquierda, en sus manifestaciones y protestas universitarias, usando un discurso rabioso anti Israel y antisemita es traición a sus principios.

 

Que esta tendencia existe en Alemania, es especialmente doloroso, dada la historia entre alemanes y judíos. En el periódico alemán Die Welt leí ayer una nota muy provocativa de Jaques Schuster, un prominente periodista alemán de origen judío. Escribió: “La mayoría de los alemanes aman a los judíos. Solo que tienen que haber sido asesinados en el Holocausto o encajar en un rol en el que los alemanes los han colocado desde la fundación de la República Federal, con muchas muestras de afecto: deben formar parte del equipo de limpieza de la mala conciencia alemana, siendo supervivientes del Holocausto amables, que sufran en silencio por el pasado, que recuerden de manera sombríamente hermosa los crímenes alemanes, pero que nunca molesten realmente. Aquellos judíos que no se conforman con el papel del superviviente dócil se encuentran con incomprensión, rechazo, e incluso, en el peor de los casos, con odio.” 

 

Según Schuster, esto está pasando ahora a los israelíes, porque respondieron al ataque de Hamas con fuerza. Yo no me hubiera atrevido de escribir esto con tanto sarcasmo, pero las palabras de Schuster me han impactado.

 

Aunque algunas formas de las respuestas militares de Israel a su ataques desde Gaza y Líbano dan pauta a severas y necesarias críticas al gobierno israelí, no pueden llevarnos a negar el derecho de Israel a defenderse. Exigir a Israel simplemente un cese al fuego, mientras las milicias de Hamas y Hezbollah existan y siguen recibiendo fondos y armas de Irán, es equivalente a pedir que los israelíes dejen de defenderse. Irán ha proporcionado a Hezbolá más de 100 mil cohetes, un arsenal más grande de lo que tienen países como Francia o Alemania. Y el estado fallido de Líbano tolera que desde su territorio se lanzen estos misiles contra Israel. ¿Con qué derecho podríamos condenar que Israel ataque a Hezbolá en sus posiciones en Líbano?

 

Siempre he visto la solidaridad con los palestinos y con su aspiración de tener su propio y soberano estado a la par de Israel como algo inherente a la izquierda. Pero, igualmente la solidaridad con los judíos y su aspiración de tener un país propio, en el cual se pueden sentir seguros luego de siglos de discriminaciones, persecuciones e intentos de exterminio.

 

¿Cómo se ha generado una situación, en la cual uno se sienta presionado a elegir entre ser solidario con un pueblo o ser solidario con otro pueblo? No acepto este dilema. La autodeterminación es un derecho universal. Tampoco es aceptable que nos digan que ser solidario con la causa legítima palestina nos obligue a apoyar a organizaciones terroristas como Hamas y Hezbolá, movimientos que han jurado destruir a Israel y erigir autocracias al estilo de Irán. Los palestinos no merecen vivir bajo el yugo de extremistas. 

 

Es anti histórico apoyar o justificar a Hamas, Hezbollah y el régimen teocrático en Irán. Tampoco la solidaridad con el pueblo de Israel nos debe llevar a celebrar como héroe a Netanyahu y apoyar todas sus políticas. Cualquiera -dentro y fuera de Israel- tiene el derecho de criticar estas políticas. Y la izquierda israelí lo hace todos los días, pero sin dejar de apoyar la respuesta militar contra Hamas y Hezbolá. 

 

El inhumano fundamentalismo islámico, dirigido desde Teherán, no es la expresión de la aspiración de autodeterminación y paz del pueblo palestino. Es una ideología que menosprecia los derechos humanos y las libertades. 

 

¿Qué van a hacer los izquierdosos, por ejemplo el presidente Gustavo Petro de Colombia, cuando el conflicto se amplíe y presenciemos una guerra entre Israel e Irán con todas sus milicias regionales? ¿Van a apoyar a la autocracia de los ayatolas, que reprimen mujeres, homosexuales, sindicatos y estudiantes? ¿Van a apoyar una cruzada militar que tiene por fin erradicar del mapa el estado de Israel? ¿Van a reunir fondos y luego voluntarios para apoyar a milicias terroristas como Hamas, Hezbolá o los Hutis en El Yemen? ¿Van a exigir a Israel que no responda a ataques aéreos provenientes de Irán? ¿Van a sermonear sobre cese al fuego y la paz, como lo hacen en el caso de Ucrania para que deje de defenderse contra Rusia?

 

Persona del mundo libre que se respeta, sobre todo cuando sea de izquierda, tiene que pronunciarse contra el antisemitismo, contra el terrorismo, contra el fundamentalismo islamista y contra la teocracia. Y solo cuando haga esto, tendrá derecho de hablar a los israelíes de la paz.







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