Carta a Mauricio Funes
Estimado señor presidente:
“A estas alturas, ni yo mismo sé cómo se va votar. Es tan complejo el sistema...” Palabras suyas. Palabras del presidente de la República, a quien por constitución le correspondió analizar y firmar todos los decretos de ley, incluidos las reformas al sistema electoral realizados el año pasado.
Si hay alguien que no puede fingir ignorancia, es usted. Si dice que no sabe cómo votar, admite que no ha hecho su trabajo en la formación de las leyes.
Además no es cierto: La manera cómo vamos a votar por diputados no es tan compleja. Permítame que se lo explique, presidente:
O vota por personas, marcando la foto de uno o varios candidatos dentro de la lista del partido de su preferencia. O vota simplemente por la bandera de su partido de preferencia, como siempre lo hemos hecho. O vota por uno de los candidatos no partidarios, los independientes. Tres opciones. ¿Demasiado complicado, presidente? Entonces, lea nuevamente el último párrafo. Mejor aun, cópielo diez veces.
La reforma electoral sólo introdujo dos opciones nuevas: puede votar por alguien independiente de los partidos; y puede votar por personas específicas dentro de la lista de un partido.
Quien no quiere hacer uso de estos derechos nuevos, puede seguir votando por la bandera de su partido. En este caso deja a otros la decisión de quién de los candidatos de su partido al final ocupe la diputación. Lo definirán los que sí votaron por personas.
O sea, a quien sólo le importa el partido, va a votar por bandera. Quien quiere escoger diputados, vota por persona. Así de simple. ¿No lo perdimos, presidente?
Lo único que hay que explicar es cómo NO votar: Usted NO puede votar por diferentes partidos a la vez, ni marcando banderas ni marcando caras. Por más que su corazón esté partido entre FMLN y Gana, no puede votar por ambos.
Su confesión de ignorancia era sorprendente. Pero aun más me sorprendió que en el programa de personalidades que Ernesto López tiene todos los viernes en el Canal 21, varios analistas expresaron su admiración por “el valor” del presidente de haber confesado su ignorancia. Uno de ellos dijo que esto fue lo mejor que usted había hecho desde que llegó a Casa Presidencial.
No, don Kiro y don Julio: Tampoco hay que burlarse de los ignorantes, y mucho menos de la institución de la presidencia.
Ustedes, lectores, no se dejen confundir: El voto no es tan complejo como les quieren meter en la cabeza.
Paolo Lüers
(Más!, EDH)