viernes, 7 de diciembre de 2007

EL DEBATE SOBRE VENEZUELA

Ganar perdiendo
De Ricardo Ribera (rica_risa2001@yahoo.com)

“La democracia es saber perder”, dijo Felipe González hace pocos meses. Hugo Chávez acaba de demostrar que tiene esa asignatura aprendida. La misma que reprobó el FMLN en 2004. En la que en el 2009 ARENA tal vez tenga que pasar examen. Por eso son importantes las lecciones de Venezuela. Aceptando la derrota y felicitando a sus opositores, el líder venezolano se ha fortalecido políticamente. Ha preparado así las condiciones para convertir la derrota en triunfo.

En primer lugar, porque ha refutado con hechos acusaciones de irrespetar la democracia y de querer ser un dictador. Las vías democráticas funcionan y por tanto se deslegitiman la violencia, la confrontación, los llamados al boicot, al golpe de estado o a la invasión. Su invitación a la oposición a bajar la polarización tenderá a facilitar espacios al diálogo y al entendimiento. Lo cual podría dividirla, así como la reforma constitucional dividió al chavismo. La derrota por un escaso margen puede facilitar una reunificación de quienes apoyan el proyecto. Recuperando así la base popular que reeligió a Chávez hace sólo un año (7 millones 300 mil). Alrededor de 3 millones no quisieron ahora votar contra él, pero tampoco respaldaron la reforma. Engrosaron la abstención.

Las razones de esta alta abstención tendrá que analizarlas el chavismo con cuidado. Probablemente el paquete a reformar era demasiado grande. Nada menos que 69 artículos. Varios temas simultáneamente sobre el tapete. Para su conocimiento y discusión, el tiempo – apenas un mes- muy corto. Mezcla de cosas, algunas de amplia aceptación pero difícil ejecución y otras de difícil comprensión o francamente discutibles. Un proyecto transformador a profundidad, en dirección hacia el socialismo del siglo XXI, necesita de un amplio respaldo del pueblo, que debe convertirse en protagonista principal. Por eso la postura de Hugo Chávez, reconociendo que un triunfo apretado le hubiera puesto en mayores dificultades que salir derrotado por apenas un 1% de la votación, es un alentador signo de madurez política. Su ambición de ampliar, alargar y profundizar el proceso, iba acompañado de un incremento en la velocidad, un verdadero acelerón histórico, al que le puso freno el resultado del referendo.

La nueva situación le abre a Chávez la oportunidad de actuar como Presidente de todos los venezolanos. Habrá que ver si la aprovecha. Por lo menos, debería procurar ser interlocutor de las capas medias, con fuerte peso específico en Venezuela y notable influencia en la sociedad, y de los estudiantes que se decantaron a las filas opositoras. El proyecto chavista ha sabido arraigar en las dos terceras partes de la sociedad más pobres y marginadas. Pero no debería dar por perdida la otra tercera parte, pues eso le permite a la oligarquía millonaria recomponerse políticamente con una base social importante.

Ello requerirá sin duda un ritmo más pausado, más educador y con disposición a algunas concesiones. Para ir erosionando al bloque opositor, para ir acumulando fuerzas en la lucha de clases que se desarrolla de manera aguda en el hermano país. Un proceso que tiene definido el rumbo y el horizonte. Pero que por ahora no es aún socialismo, sino sólo una etapa de transición al mismo. Con formas de propiedad alternativas a la privada. Pero ésta es respetada. La oligarquía no ha sido expropiada y mantiene cuotas importantes de poder. Se han desarrollado instrumentos de poder popular. La reforma de la Constitución iba a modificar correlaciones de fuerza. Eso deberá ir más despacio, según su propio ritmo. El carácter de revolución democrática – su rasgo más original- se respetó y ha salido reforzado en la actual coyuntura.

No es entre socialismo y Democracia
De Oscar Samayoa (sama.oscar@gmail.com)

Los setentas marcan una época muy difícil para el movimiento revolucionario de América; en Venezuela existía -y sobrevivía digo yo- las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional FALN, con Douglas Bravo a la cabeza.

Las FALN se fundaron en el contexto de la caída de la dictadura de Pérez Jiménez y el surgimiento de una clase política, que contó con dirigentes de mucha autoridad, todavía son recordados Rómulo Betancourt de Acción Democrática, Jovito Villalta, de URD; Rafael Caldera, de COPEI, etc., en esta época y cuando es electo como presidente Rafael Caldera, es que el Partido Comunista de Venezuela es legalizado.

Venezuela contaba en esa etapa con un liderazgo fuerte, inmerso en la lucha contra el movimiento guerrillero. La democracia parecía que tenía todas las condiciones para desarrollarse.

Se consolidan instituciones, se desarrollan eventos electorales en los que la alternancia funciona; había mucha riqueza natural en Venezuela, pero la distancia entre pobres y ricos no disminuyó.
Y así nosotros los del ERP, conocimos al PRV-FALN, en medio de eventos electorales y ellos como guerrilla sobreviviendo, con algunos recursos que generosamente compartieron con el ERP; conocimientos, información, experiencias, etc. De ese período es Alí Rodriguez, Francisco –el flaco- Prada, el Cabito, el Catire Morales, etc.

Desde la década de los 60, hasta el momento en que Hugo Chávez irrumpe en la política venezolana, el sistema político se venía deteriorando, porque los ingresos por el petróleo generaron mucha corrupción, pero además porque la clase política fue perdiendo credibilidad, legitimidad y, los viejos dirigentes políticos, los firmantes del pacto de punto fijo, no tuvieron la capacidad de producir el relevo con figuras que tuvieran fuerza, autoridad, ni mucha claridad para mantener el rumbo de Venezuela; y, porque la nueva generación de políticos inundada por los enormes ingresos que produjo la factura petrolera fue generadora de corrupción y, manejo el tema político sin la lucidez necesaria.

En esta experiencia jugaron un papel esencial los actores, léase Carlos Andrés Pérez, Luís Herrera Campins. El papel de las Fuerzas Armadas en Venezuela ha sido importante, fundamental –diría- en la definición del curso que ha tomado antes y el que lleva ahora el país, incluso las FALN fueron fundadas con miembros del Partido Comunista de Venezuela y miembros de las fuerzas Armadas Nacionales de Venezuela.

Fueron los que sustentaron a Pérez Jiménez, los que facilitaron el pacto de punto fijo, fueron además los que produjeron el golpe del 92, que más que un atentado a la democracia, fue una señal de la profundidad de la crisis de Venezuela.

Esta crisis del sistema de partidos, de credibilidad institucional, provocó inicialmente la ausencia de la población en las elecciones, un alto y creciente grado de abstencionismo, pero sobre todo una ausencia casi total de confianza en la institucionalidad democrática. En este contexto aparece Chávez, con un golpe de estado que no logra triunfar, pero que deja sembrada la idea que él podía convertirse en el salvador de Venezuela. Así que al hablar de Hugo Chávez debemos considerar ese contexto porque de lo contrario el análisis, se queda demasiado simplista.

En Venezuela el dilema en realidad, no es entre socialismo y Democracia o, como dice Joaquín, entre Revolución y Capitalismo. En Venezuela lo que hay es la expresión de decenas de años de descontento y frustración por ser un país con tanta riqueza y tan mal distribuida; Venezuela posee suficientes recursos para convertirse en una potencia ascendente, no un país con graves problemas de desarrollo.

En Venezuela además hoy por hoy, la izquierda se debate entre si, con profundas y serias divisiones y aunque cueste creerlo, con un sector importante de la izquierda tratando de imponer un programa más radical y de actuar acuerdo a un programa de corte estalinista para conducir a Venezuela, a una de las etapas mas oscuras y criticas de su existencia.

Estas elecciones recién pasadas en las que ganó el No, es probablemente una de las últimas señales que el pueblo de Venezuela le envía al mundo, pareciera que entraron en el camino sin retorno en el que la ruta, camino -o como quieran llamarlo- para que ese hermano país recupere la democracia, pase por la violencia y el enfrentamiento entre hermanos.

Embriagado de poder
De René Francisco Amaya (amaya.refran@gmail.com)

Chávez está embriagado de poder, ha sucumbido al poder político y al poder dinero y como todo un gran borracho ha comenzado a hacer desmanes que lo llevarán a la derrota de sus sueños megalómanos.

Con el pueblo latinoamericano hay que tener mucho cuidado, nuestros pueblos son muy emotivos y los valores de la familia tienen un enorme peso específico a la hora de tomar partido.

Solo el hecho de querer imponerle a la familia que entregue sus hijos al estado, a la edad de 3 años, porque pertenecen al Estado y deben ser indoctrinados durante más de 8 años, tiempo durante el cual los padres solamente podrán estar con sus hijos dos días al mes, ha sido suficiente para que acabe la luna de miel con las madres de familia y con ellas su familia entera y digan hasta aquí llegamos. lo demás será una especie de historia tristemente repetida, caerá de su pedestal con violencia desafortunadamente pues se sacrificarán muchas vidas, será un final doloroso.

Debemos aprender de estas lecciones, los pueblos necesitan soluciones criollas, nacidas de nosotros mismos, con equidad, El Salvador tiene todo un mundo para conquistar, mercados hacia donde expandirnos, no nos comamos entre nosotros mismos.

"La Lucha Del Poder Dentro De Lo Ficticio."
De Rigo Galvez (deejayrig@comcast.net)

En el nuevo milenio es fácil agregar antiguas palabras, que puedan definir significados actuales en nuestros vocabularios. Por ejemplo, "referéndum". De acuerdo a la "enciclopedia" Wikipedia significa lo siguiente (fragmento):

“Un referéndum o referendo (plural: referenda, referendos o plebiscitos), y en un sentido amplio plebiscito, es una votación sobre una cuestión legislativa o constitucional. Es una votación realizada por el electorado de una nación.”

Las bases constitucionales, de Venezuela sufrieron un atentado, el pasado 2 de Diciembre (2007) cuando se puso en riesgo el poder de reelegir a su mandatario actual indefinidamente, mediante el voto. Bajo tal circunstancia se recordó aquel refrán que dice: "Mala hierba nunca muere."

Este gran evento de fama internacional se efectúo en torno a un proceso democrático y popular, instigado por el presidente de Venezuela Hugo Chávez, quien con miras latifundistas promovió un rotundo “si” a su propuesta usando todos los medios existentes del estado.

Entre algunos de los argumentos que encontré fueron los siguientes:

Pregunta: ¿te has puesto a pensar que si medimos la democracia por el número de votos, Hugo Chávez es más demócrata que el presidente de los Estados Unidos?

Respuesta: El nivel de democracia de un candidato a cargo público no se puede medir por el número de votos que obtiene. Por lo tanto, (la) pregunta, no tiene fundamento.
En cambio los votos si se pueden contabilizar.

La democracia es una idea subjetiva, en cambio las elecciones y los votos son objetivos, por lo que se pueden contabilizar.

Ante la gran posibilidad de un "SI" la población Venezolana acudió a los diferentes métodos de Divulgación y Organización. Ambos conceptos fueron acompañados de ideas claras y propuestas coherentes.

Una de las mayores incoherencias que fueron detectadas por parte de los amantes de la soberanía nacional Venezolana fue la doble moral por parte del mandatario Hugo Chávez, quien autoproclamado a ser al encarnación del gran Simon Bolívar, pretendía permanecer en la presidencia al igual que su homologo Fidel Castro. Algo totalmente contrario a las palabras del autentico liberador, quien dejo escrito lo siguiente:

"La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía. Un justo celo es la garantía de la libertad republicana, y nuestros ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el mismo magistrado, que los ha mandado mucho tiempo, los mande perpetuamente." Simón Bolívar. Discurso de Angostura. 1819.

La prepotencia y el capricho característicos de una mente obtusa y recalcitrante, fallaron en adherirse a la historia, subestimando al mismo tiempo el tesoro digno e histórico de su propio pueblo, y el poder idealista del pueblo.

Ante la emergencia de un enorme y catastrófico potencial, Venezuela dio luz a una nueva generación de lideres nobles y dignos, que lucharon hasta el final, en contra de un viento político y una alta marea de amenazas por parte del régimen Chavista.

Hugo Chávez por su lado, continua tratando de acaparar todo el crédito, mediante el interminable discurso que lleva en cada palabra una autosatisfacción, como si el fuera el autor y el padrino de la democracia latinoamericana.

Continua subestimando el amplio criterio de todos aquellos que abogan por las verdaderas consignias de la libertad, y que forman parte de una comunidad internacional que luchan por la paz.

Cabe al pueblo quitar y poner
De: Edwin Lima (edwinlima@hotmail.com)

En primero lugar, considero que la victoria del no contra el referendo en Venezuela ha sido una victoria para el pueblo Venezolano; nada es más saludable, en una democracia, que la alternancia en el poder. El gran problema que yo veo, apriori, es que el señor Chávez aún tien 5 años (o más?) por delante para intentar cambiar ese cuadro y encontrar los dispositivos legales - o no - para traer el juego a su favor.

En segundo lugar, quisiera traer a la memoria las diversas dictaduras através de las cuales toda América Latina pasó durante el siglo XX. Es importante recordar que mucha sangre fue derramada durante el último siglo por los dictadores de turno, a comenzar por El Salvador que pasó casi todo el siglo XX bajo dictaduras. Ahora yo hago la siguiente pregunta: si tantas personas perecieron luchando contra las dictaduras y en mano de ellas; si todo el discurso de la izquierda era contra esos regimenes. Si de lo que se hablaba era de tomar el poder de la oligarquía que encontraba en el ejercito su brazo represor. Si hubo, en el caso de El Salvador, una disminuición drástica de la instituición militar. Si hubo un esfuerzo supra humano para tirar poder de esa gente que practicamente durante siglos usó de la violencia para reprimir al pueblo. Si fue justamente un militar que diezmó la vida de 32 mil indios cuando del levantamiento indígena de 1932. Con que cara ahora la izquierda chavista (y también la boliviana dicho sea de paso) viene ahora a pedirle al pueblo venezolano carta blanca para instaurar, en la práctica, una dictadura?

Escucho de amigos salvadoreños que esa sería una de las intenciones, también, del FMLN en EL Salvador si alguna vez llegara al poder. Nada me parece más lamentable. Es el pueblo, y no los gobernantes, que van a escoger a estos últimos. Cabe al pueblo quitar y poner. Y cabe a estos gobernantes trabajar por el pueblo y para el pueblo.

América Latina necesita de una izquierda progresista, plural, democrática. América Latina no necesita de una izquierda que considere que el poder le pertenece cuando la verdad el pueblo se lo ha concedido. El poder le pertenece al pueblo. Los legisladores deben legislar en pro del pueblo y no en su propio beneficio.

Particularmente en El Salvador, no necesitamos de un pleito bipolar (ARENA X FMLN) como lo ha sido desde el fin de la guerra; tampoco necesitamos de un partido único, sea este ARENA, el FMLN o cualquier otro que creyéndose paladín de los pobres quiera tomar el poder por asalto.Así como la victoria de Chávez en el referendo habría sido lamentable, así también lo serían más más 5 años de ARENA en el poder. Sin embargo, una izquierda sin tradición y prácticas democráticas podría ser letal tanto para EL Salvador como para América Latina.