miércoles, 16 de julio de 2014

“Hay que cerrar las escuelas de comunicación y refundarlas”

Una entrevista de Albinson Linares a Antonio Pasquali
Tomado de Prodavinci (Venezuela)

Antonio Pasquali-4182
Antonio Pasquali fotografiado por Roberto Mata ©2014

Corría el año de 1955 en París, donde pasaba de todo. Terminaban las reuniones para el fin de la ocupación aliada en Alemania, se realizó el Motor Show más grande de Europa (donde se presentó el popular Citroen DS), los vegetarianos escandalizaron los clásicos bistros con su Congreso Mundial y Chet Baker se encerró en los estudios Barclay a grabar magistrales standards como Summertime. Fue el año en que Simenon le confesó a The Paris Review que escribía cada una de sus novelas del detective Maigret en sólo 11 días.
A ese hervidero histórico llegó un joven venezolano directo a La Sorbona, con una beca para cursar su doctorado en Filosofía. Seis décadas después y con 85 años de edad, Antonio Pasquali recuerda que descubrió otra pasión en esa estancia: “Había un curso de Filmología, nada menos. Una ciencia muy esotérica, no sé quién inventó esa palabra, pero allí daban clase Paul Ricoeur y Edgar Morin, de quien me hice amigo. Estaba escribiendo en ese momento Le cinéma ou l’homme imaginaire, para mí uno de sus mejores libros. Por supuesto que me inscribí y me fascinó”.
A su regreso a Caracas, luego de la caída de Marcos Pérez Jiménez en 1958, ingresó a la facultad de Filosofía de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Era volver a su escuela de formación, donde pocos años antes había sido discípulo de Juan David García Bacca y Edoardo Crema, entre otros. Pasquali era un profesor brillante y muy joven que había llegado de París con muchas inquietudes, sentía la necesidad de trascender y marcar un hito, el afán de aproximarse a entender nuevas problemáticas.
“Tuve el deseo de estudiar por completo toda la problemática comunicacional y, de ahí, salió Comunicación y cultura de masas. El primer capítulo de ese libro es el abordaje de un filósofo al tema de qué es la comunicación y eso no pierde actualidad. Pudiera estar equivocado, pero se sigue leyendo para demostrarlo”, advierte mientras rememora la petite histoire de este libro, publicado hace 50 años y que es una referencia constante en los estudios comunicacionales.
Mientras los claustros académicos celebran este medio siglo, pocos saben que Pasquali terminó su ensayo en 1963. Pero no fue sino hasta febrero del año siguiente que las ediciones de la Biblioteca de la UCV (Ebucv), sacaron los primeros ejemplares de esta obra capital.
Hubo mucha controversia con la publicación de Comunicación y cultura de masas ¿Cuáles conclusiones de ese estudio cree que fueron las más polémicas?
La roncha que se levantó con el libro no se debió a su primera parte, sino a la segunda. Allí hago un análisis de la televisión local y la demuelo. Estudié todos los canales; el 2, 4, 8 y descubrí que eran terribles. Por ejemplo: mostré que dedicaban el 37,5% de su programación a la publicidad, difundían cerca de 1.500 mensajes publicitarios diarios y todos los telefilmes eran norteamericanos. Nosotros jamás veíamos en Venezuela un programa jamaiquino, costarricense o boliviano. Claro que, visto en perspectiva histórica, te percatas de que eran los años de la Guerra Fría. Había un control de contenidos de Estados Unidos sobre todo Occidente. Todo eso lo puse en evidencia con cuadros estadísticos y eso fue lo que asustó.
¿Era una novedad en América Latina el uso de las categorías kantianas para el estudio de los medios de comunicación social?
Partí de la categoría kantiana de la relación porque comunicar es una manera de relacionarse. Eso me llevó a descubrir que, por la aplicación de esa categoría, debía analizar lo que es comunión, información y comunicación, lo que son las leyes de la casualidad y las de comunidad, como las llamaba Kant. Eso me condujo a pensar que la información es una manera hasta mecánica si quieres de manipular una opinión pública, pero que el verdadero comunicar, es otra cosa. Comunicar requiere que los dos polos de la comunicación tengan, por ejemplo, una misma capacidad de recibir y emitir. En esa época, no lo olvides, la radio y televisión eran sólo univectoriales y no permitían el feedback. Eso es lo que creo que va a quedar de ese libro.
¿Sigue siendo un gran entusiasta de las nuevas tecnologías y dinámicas que han cambiado las relaciones con los medios?
Todas esas perspectivas nuevas están en mi obra posterior, en libros como Comprender la comunicación o la Comunicación Mundo. Es decir, ¿qué es la gran novedad? Que de golpe y porrazo terminó la Guerra Fría y vino una nueva tecnología que nos convierte a todos en emisores, nada menos.
¿Era posible imaginar ese cambio hace cincuenta años?
Nadie podía imaginarlo. Nadie. Recuerdo una frase de Hans Magnus Enzensberger de hace muchos años que enunciaba la hipótesis, delirante, de cómo sería un mundo en que todos tuvieran una estación de radio y llegaba a la conclusión de que sería un burdel y un caos. Pues llegó ese mundo porque tú y yo podemos lanzar un periódico diario, como Prodavinci, por ejemplo.
Antonio Pasquali-4075
Antonio Pasquali fotografiado por Roberto Mata ©2014

¿Cuál cree que es el cambio más grande en medio de todas estas mutaciones del fenómeno comunicacional?
Todos somos emisores ahora. Todos. A veces no por el mismo canal, pero eso explica la pérdida de importancia de los viejos colosos de la época autocrática que eran la radio y la televisión. Ellos mandaban en un tiempo diseñado para la Guerra Fría. Era otro mundo. Sin embargo, Venezuela jamás fue de la periferia en esos años: con las reservas más grandes de petróleo del mundo era imposible. Aquí el primer presidente en percatarse de ello fue Rafael Caldera, por eso prohibió que hubiesen capitales extranjeros en las emisoras locales, que era algo común en esos años.
Si ahora todos somos emisores, ¿cómo será la comunicación del futuro donde habrán nuevos adelantos que harán estos procesos más personales?
Parto desde el optimismo: vivimos una época de feliz confusión porque lo que pasó es demasiado gordo. No es solamente que todos somos emisores, sino que se nos ha dado un código nuevo después de cuarenta siglos. Y eso me llevó a escribir el primer capítulo de la Comunicación Mundo. Allí demuestro que la historia cultural de la humanidad es la historia de los códigos que usamos para expresarnos.
¿Es allí donde rastrea las relaciones de los códigos antiguos hasta la invención del alfabeto?
El alfabeto nace en un pueblo de Siria que se llamaba Ugarit. Ahí llegaban las caravanas del Extremo Oriente en el siglo X antes de Cristo. Cualquier ciudadano de medio pelo de Ugarit tenía que hablar 12 o 14 idiomas. Entonces, los escribanos eran políglotas que hablaban el aramaico, escribían en jeroglíficos y cuneiforme. Hasta que un buen día todos se pusieron de acuerdo e implementaron un sistema revolucionario, por analogía: inventaron un símbolo para expresar algo no visible que es el sonido que sale de la boca con vocales y consonantes. Eso lo escribían en cuneiforme, porque solo tenían arcilla, pero los fenicios tenían el monopolio del papiro y se lo vendían a todo el Mediterráneo. Ellos convirtieron el ugarítico en el lineal fenicio. Lo escribieron de izquierda a derecha y de manera continua sobre el papiro. A Grecia llegó y los griegos que no habían hecho nada, menos de dos siglos después, ya habían escrito la Ilíada y la Odisea porque tenían un código con el cual podían hacerlo.
Otro gran cambio mencionado en sus últimos libros es la implementación del código binario…
En el siglo XX se recupera el dígito binario chino. Lo hace nada menos que Gottfried Leibniz, filósofo de la Ilustración. Se descubre que con ese dígito se puede codificar todo: el habla, los sonidos, la música, un cuadro como la Mona Lisa, todo. Todavía no estamos conscientes de la revolución que eso significó. Lo que va a venir ahora es una explosión de multimedialidad que apenas está comenzando, pero ya visitar la web de un diario en internet no es sólo leer, sino ver y escuchar. Estoy esperando al Homero del dígito binario, aún no lo veo aparecer, pero vendrá…
Antonio Pasquali-4079
Antonio Pasquali fotografiado por Roberto Mata ©2014

Luego de cincuenta años, ¿qué satisfacciones atesora de su trabajo docente?
Hay una frase que Gustave Flaubert le escribió a una mujer de apellido Chantepie, en 1858, en la que decía que el único modo de soportar la existencia era volcarse en la literatura como en una orgía perpetua. Yo creo que enseñar también lo es. Pienso que es la mejor manera de aprender. Si tienes que enseñar, debes aclararte a ti mismo una cantidad de cosas y eso es bellísimo. Todos mis alumnos están bien posicionados, hasta en el periodismo, como el caso de César Miguel Rondón. Recuerdo que Simón Alberto Consalvi también asistió a mis cursos. Eso sucedió por accidente, porque después de la caída de Pérez Jiménez el título de periodista no existía y el Ministerio de Educación le dio la posibilidad a un grupo de personas de sacarlo y por la escuela de la UCV pasó medio mundo.
¿Cree que las distopías escritas por Orwell, Huxley, Asimov y Dick se quedaron cortas ante el poder de la comunicación en el siglo XXI?
Sin duda. En ese sentido, estaba más o menos bien equipado mentalmente porque dediqué años de mi cátedra a los pensamientos míticos y utópicos. Son antinómicos, porque el mítico siempre pone al Paraíso en el pasado y la utopía al revés. La distopía es el drama, la catástrofe. Por eso puedo entender lo que estamos viviendo: es una época absolutamente apasionante. Hace poco leí en Wired que un investigador se quejaba de que hay estatuas para tantísimos pendejos y ninguno para quienes inventaron el alfabeto, es algo increíble.
¿Podía preverse la enorme influencia que tendrían estos adelantos tecnológicos en la comunicación política, como pasó con Hugo Chávez?
No creo que haya mucha relación entre esta enorme novedad de la que hablamos y un fenómeno populista venido de muy atrás como el chavismo. Se nos ha impuesto una alteración personal del señor Chávez, quien quizás soñó con ser un predicador metodista o locutor en alguna época de su vida. Fue un hombre que adoraba un medio que ya está pasando de moda como la televisión. Sólo sentía que estaba gobernando cuando aparecía en pantalla y con un micrófono en la mano, pero ésa fue la fijación personal de un autócrata que se regocijaba en su narcisismo. Chávez no es tema de semiótica, sino de psiquiatra.
¿Esa precocidad y buena disposición del venezolano con las nuevas tecnologías siempre ha existido?
Claro. Desde que apareció el petróleo y todo cambió, los venezolanos siempre queremos estar al día con todo pero eso es algo bueno. Pero es una actitud frustrada por un gobierno que siempre está en cesación de pagos por lo que tiene, prácticamente, congelado el desarrollo y progreso electrónico del país. Vivimos el drama de un país que no puede comprar equipos ni cambiar sus smartphones, por lo que nos desactualizamos. Creo que el gobierno, deliberadamente, atrasó el uso de Internet. No es inocente que todavía CANTV venda conexiones con una velocidad de 560 kb, cuando en Corea ya están en un gigabyte.
En estos momentos hay ciertos debates que vuelven en los medios. ¿Piensa que hay nuevos peligros para la libertad de expresión en Venezuela?
Diría que estamos pensando nuevos problemas con categorías viejas. Nos hemos quedado anclados en la definición de 1789 sobre libertad de expresión, porque cuando enunciamos ese principio sólo pensamos en un episodio donde a alguien se le cortó el uso de la palabra. Pero eso es viejo. Libertad de expresión es la traducción del freedom of speech del mundo anglosajón, porque cuando Lafayette escribe al respecto usa ‘libertad de comunicar’ y no libertad de expresarse. Libertad de comunicar es género y libertad de expresión es especie. Yo puedo ser otro Leonardo y tener mi casa llena de Mona Lisas, pero si no lo sabe nadie, si no lo comunico, ese saber no existe. Entonces comunicar es mucho más importante que expresarse, por eso es que todas las dictaduras modernas se jactan de que en sus países hay libertad de expresión, pero no hay libertad de comunicación.
Siempre ha sido un defensor de la necesidad de los servicios públicos comunicacionales. ¿Cree que actualmente existen en Venezuela?
El gran problema continúa y es la no-existencia de servicios públicos. Todo el paquete comunicacional del país es privado o estatal, no público. Casos sobran, como Globovisión y El Universal, que a la hora de la chiquita se acuerdan de que son empresas comerciales. Entonces cambian de parámetros y se pasan a empresarios. Se olvidan de la libertad de comunicar y dicen ‘Mire, esto ya no es negocio: tengo que vender’. Eso es un juicio económicamente impecable, pero eso no es todo. Yo hablé pestes durante 40 años de la televisión comercial privada que destruyó la cultura de este país, que no colaboró con los planes educativos ni nada. Pero tengo que admirar la firmeza de ánimo de Marcel Granier que se la jugó cuando el otro competidor fue a negociar con Chávez y Carter, al otro se le salió el salto de parámetro, El Nacional es otro medio que tampoco está haciendo negociando.
¿Es por eso que, después de pasar décadas criticando a los canales, terminó siendo el experto en el caso de RCTV en la CIDH?
Eso me llevó a aceptar el cargo de perito ante la Corte Interamericana en San José, el mes pasado. En la última sesión hablé en favor de RCTV contra el gobierno de Venezuela y la sentencia sale en diciembre. Mi diagnóstico lo basé en la manera moderna como veo la libertad de comunicar. Hoy día debemos concebir la libertad como un prisma de cinco facetas: libertad de código, de canal, de acceso a fuentes, de contenido y de públicos. Dije que la decisión del gobierno al cerrar RCTV no sólo fue una agresión a la disidencia, sino el lanzamiento de una bomba de racimo sobre un sistema que en ese momento era el favorito de la población venezolana. Eso significó cercenarle a una emisora el uso de un código y se le prohíbe el uso del canal que es la televisión. Por supuesto que no tendrá acceso a las fuentes, se le impidió hablar a los opinadores, anunciantes, etcétera. Y se le quitó a una población entera su canal privilegiado. Fue lanzarle una bomba de profundidad al pluralismo: se le quitó a la disidencia la mitad de las voces que tenían. El gobierno anunció que TVeS sería un servicio público, porque los pobres no saben lo que es un servicio público y hoy en día ese canal no lo es.
¿Podría enumerar cuáles son las condiciones necesarias para que un medio sea considerado servicio público?
Debe ser universal: si en el fondo de la sabana hay un poblado de 30 personas, ahí deben estar las antenas del servicio público. Hasta ahora todos los servicios radioeléctricos y de teléfono del país son modelo ‘Vaca Holstein’, con manchas blancas donde no hay señal y negras donde sí hay. Debe ser continuo: no hay interrupciones ni feriados. Es menester que sea versátil. Ésa es la piedra de tranca entre el privado y el público. Eso significa que si agarras la pirámide socioeducativa del país, abajo tienes gente que quiere. Por ejemplo solo rock o salsa, en el centro hay una población que quiere un poco de todo y arriba hay un 4% que quiere ver o escuchar programas de Mahler y Beethoven. El servicio público debería darle música a todos y no decir que no hay mercado para eso. También debe ser adecuado: tiene que estar al día tecnológicamente y el último es el fundamental.
¿Debe ser regido por una autoridad independiente?
Exacto. En Inglaterra, quien nombra esa autoridad en la BBC es la reina. Ni siquiera el congreso, para evitar que sea contaminado por intereses partidistas. En países como Estados Unidos, los servicios públicos comunicacionales son financiados por el gobierno con 2.000 millones de dólares al año. En todos los países europeos grandes como Inglaterra, Francia, Alemania e Italia la inversión pasa de los 4.500 millones de euros al año.  Un país así financia el servicio público con el 36,5% de lo que gasta en educación superior. Ése es el promedio.
¿Qué le faltó por investigar en este medio siglo de actividad académica?
Tenía en programa ocho libros más, pero me sucedió que cumplí 85 años de edad. Entonces decidí compactarlos en ocho capítulos y eso es la Comunicación Mundo. En el prefacio de la edición española de Comprender la comunicación relato que cuando me pidieron que actualizara el libro sentí algo raro. Como a los 15 días, lo descubrí: cuando yo había escrito ese libro, hace décadas, era un hombre que usaba una Olivetti eléctrica, multígrafo, tipex… y cuando tenía que cambiar una frase tenía que borrar esos caracteres e inventar una frase idéntica en número de caracteres. Si no, no me cabía. Vengo de ese mundo, así como mi papá venía de la época de los teléfonos de manivela y cuando me toca revisar mis libros viejos me percato de que vivo en un mundo con Internet, computadoras, impresoras, escáneres y todo eso va demasiado rápido. Todavía estamos como emborrachados, conquistando el Oeste… pero no sabemos muy bien donde se paró la caravana.
¿Qué aspectos cree que no se deben dejar de estudiar en la comunicación?
Todo lo que es comunicar tiene dos grandes capítulos: la llamada comunicación social y el sistema educativo, que son dos formas de tramitar saberes. Si no se ponen al día, le van a pasar por encima y quedarán obsoletos. Nosotros comenzamos burlándonos de Wikipedia, pero el año pasado en una universidad alemana se hizo el ejercicio de reunir 18 grandes definiciones de la física en paquetes. Los primeros eran sacados de los grandes manuales académicos y los otros fueron principios que se encuentran gratis en internet, cuando se les entregaron ambas versiones a un grupo de especialistas  ganó Internet 17 a 1. Nunca en la vida podemos olvidar eso.
¿Admira, entonces, los esfuerzos colaborativos?
Claro, el common knowledge es lo que viene. ¿Sabes lo increíble que es poder subir detalles y precisiones a un artículo en Wikipedia y seguir acumulando conocimiento gratuito? Es el modelo perfecto, tanto así que la Enciclopedia Británica tuvo que adaptarse y aceptar colaboraciones de lectores. La gran enciclopedia alemana Brockhaus no se adaptó y quebró.
Antonio Pasquali-4110
Antonio Pasquali fotografiado por Roberto Mata ©2014

¿Cuál cree que es el gran reto de las actuales escuelas de comunicación social?
Creo que en América Latina existe un gran drama. Tenemos casi 2.500 escuelas de comunicación social en todo el continente y eso es terrible, porque terminan repitiéndose las unas a las otras. Hay que reformarlo todo. Tengo diez años diciéndolo: hay que cerrar las escuelas de comunicación y refundarlas. Mi visión es que podrán entrar sólo gente con un título universitario como médicos, abogados, historiadores, literatos, semiólogos, aviadores, cirujanos, etcétera, que tengan el interés de querer comunicar lo que ellos saben será una especialización más.
¿Qué les diría a los jóvenes que quieren cursar estudios de Filosofía en estos años?
El uso de Internet es una pirámide vertiginosa que siempre pone a prueba tu formación previa. Si tienes principios filosóficos robustos, verás en Internet lo que otros no ven y sabrás navegar por lugares de conocimiento, donde otros ni siquiera sabrán qué hacer. Es un tema de código, ¿por qué me fue bien a mi? Simplemente porque me había pasado, previamente, por Kant y Aristóteles. Y sabía que una de las doce categorías supremas del entendimiento es la relación. ¿Y qué es la comunicación? Relacionar. La filosofía siempre busca ir al fundamento de todas las cosas y es una excelente manera de superar un defectivo criollo que tenemos los venezolanos. Nos gusta ver las ramitas y nunca vemos el bosque entero.
Es un gran melómano, ¿a qué música suele volver siempre?
Los Beatles son una de las últimas manifestaciones humanas musicales de antes de que viniera alguien a destruir la melodía. Tengo una petite veneración por Los Beatles. En un 80% escucho música clásica y estoy sufriendo como un perro. He hecho de todo para que se repare el daño porque somos un país sin música clásica. Han desaparecido la 97.7 y yo hablé con todos los rectores de las universidades: “vamos a hacer algo”, y no se ha hecho nada. Aparentemente, no le importara a nadie y me parece grave. Hasta Weber lo oigo todo, pero tuve en mi vida dos grandes enamoramientos; hace unos treinta años empecé con Bramhs y hace quince años, Mahler.
¿Le gusta escuchar las interpretaciones de Mahler que conduce Gustavo Dudamel?
Gustavo Dudamel me ha hecho uno de los grandes regalos musicales que he recibido en mi vida, porque vino hace un año a montar la integral de Mahler en el Teresa Carreño. Hay que ver lo que es escuchar todo Mahler por el mismo director. Eso lo recordaré toda la vida porque él es de los pocos que entendieron a Mahler, muchos lo han tocado sin entenderlo. Otro que lo entendió muy bien fue Claudio Abbado.

lunes, 14 de julio de 2014

Debate sin tapujos

A mis compañeros de lucha de la Unidad Democrática y a todos los venezolanos quienes queremos conquistar la democracia.
 
Les escribo esta carta desde mi celda de la cárcel de Ramo Verde cuando cumplo cinco meses de encarcelamiento injusto por haber llamado a la protesta no violenta y a la conquista de la democracia por la vía popular y constitucional. No soy el único preso, somos más de 150 los presos políticos incluyendo a los dos alcaldes destituidos y encarcelados, Enzo Scarano y Daniel Ceballos, y a Iván Simonovis y los policías de la PM que ya cumplen 11 años de prisión injusta.

Venezuela se está cayendo a pedazos, la crisis es en todos los ámbitos y no hay ningún análisis, ni los de voceros del propio régimen, que indiquen que por el camino que vamos saldremos de esta crisis que afecta la vida de millones de venezolanos, todos los días.

El origen de esta crisis no es el colapso del precio del petróleo, ni una invasión extranjera, tampoco lo es una guerra económica y mucho menos es culpa del pueblo venezolano. El origen de todos los problemas es el mismo: el sistema. Un modelo económico fracasado que, en lugar de haber aprovechado la más grande bonanza petrolera en 100 años, ha permitido el crecimiento de la pobreza y de la pobreza extrema. Un sistema de gobierno antidemocrático, corrupto, ineficiente y militarista que ha instalado un Estado delincuente que pretende echar raíces profundas para favorecer a una elite gobernante que ya asoma el despotismo hereditario para mantenerse en el poder por generaciones.
Este sistema nosotros lo hemos calificado cómo DICTADURA, una Dictadura del siglo XXI, una dictadura a color, pero a fin de cuentas una DICTADURA. Pero para no polemizar si es o no una dictadura quedémonos en el punto de encuentro que concluye que el origen de la crisis generalizada es el sistema. Es decir el origen del problema es político y su solución tiene que ser política.

Siendo el problema el sistema, estamos obligados a hacernos, y respondernos, la pregunta: ¿salimos del sistema o permanecemos prisioneros de él? El dilema está centrado allí, salir o permanecer. Nosotros optamos por salir, una salida que sea popular, democrática y constitucional, pero irrevocablemente comprometida con salir del sistema y conquistar la democracia. Sin concesiones; no las puede haber, como no las hubo para quienes salieron a conquistar la independencia de Venezuela o para quienes salieron a derrocar la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.

Ante esta realidad se ha abierto un debate en el seno de la oposición democrática. Lo primero que quiero decir sobre esto, es que no está mal el debate dentro de la Unidad nacional, más bien es una señal positiva que tengamos visiones diferentes, siempre y cuando no dejemos a un lado dos condiciones necesarias, definir un objetivo común y mantenernos unidos.

El debate es positivo, ya ocurrió en el pasado reciente cuando en el 2009 promovimos primarias y tarjeta única, propuesta que fue duramente criticada por algunos compañeros de la oposición en sus inicios, pero que luego fue asumida como el camino a seguir por todos quienes creemos en la Unidad.
Para lograr el cambio que queremos es necesario debatir y hacerlo sin miedo, con respeto, pero sin temor a disentir. Lo que sería reprochable es actuar como el oficialismo, quienes ante las voces disidentes que ya señalan su división interna, optan por la descalificación, los tribunales disciplinarios y el torniquete al debate. Ese jamás debe ser nuestro proceder. Más bien todo lo contrario, para conquistar la democracia, practiquémosla, seamos demócratas en nuestro proceder interno para ganarnos la legitimidad de poder conducir el país, que siempre tendrá visiones encontradas sobre distintos temas, de manera democrática.

Sobre este debate ya hay sobre la mesa distintas propuestas que me voy a permitir comentar de forma respetuosa.

Ramón Guillermo Aveledo y Henri Ramos Allup (AD) han insistido en retomar el dialogo con el régimen sin condicionarlo para que pueda fluir. Ya esta opción tuvo un primer ensayo fracasado, no por culpa de la oposición sino porque el régimen lo utilizó como un mecanismo para aplacar la protesta popular y no para tejer un entendimiento nacional. Así acertada y oportunamente lo señaló esta semana la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) que estando representada en el diálogo en la persona del Nuncio Apostólico tiene toda la autoridad moral para llegar a esta demoledora conclusión de lo que fue este primer ensayo.

Nos preocupa que un nuevo episodio del diálogo sea utilizado por el régimen para avalar medidas extremas como el aumento del precio de la gasolina, una maxidevaluación y otras medidas muy duras que no merecen ser aplicadas bajo un manejo opaco y corrupto de la economía como el que actualmente tenemos. Convocan a pagar la factura entre todos para que ellos sigan robando y botando los recursos de todos los venezolanos.

Sobre el diálogo tenemos que estar claros que no hay diálogo efectivo sin presión de calle. Nuestro pueblo lo sabe: así como los obreros organizados en sindicatos protestan para lograr el contrato colectivo, los estudiantes lo hacen por el pasaje o el comedor, y los barrios por la falta de agua, así debemos actuar desde la protesta no violenta para lograr que el régimen acceda a un diálogo real que genere el único resultado aceptable: el camino hacia la democracia.

Henrique Capriles ha insistido en que el objetivo de la oposición debe ser el cambio del CNE. Tiene razón Henrique, tenemos que cambiar el CNE, pero también a la Contraloría que avala la corrupción endémica con su pasividad cómplice; a la Fiscalía que encarcela a inocentes y deja en libertad a asesinos; al TSJ que tuerce la Constitución con sentencias que criminalizan la protestas, militarizan la política y avala la corrupción; a la Defensoría del Pueblo que solo defiende los intereses del PSUV; de la Asamblea Nacional que es inoperante como resorte del debate y contraloría política y democrática; y por supuesto al ejecutivo encabezado por Nicolás Maduro que es responsable de las más alta ineficiencia y corrupción que se haya conocido en la historia del país.

El problema es el sistema. Ya en el pasado la oposición se enfrascó en centrar el debate en el CNE sin ningún resultado. Con esto no quiero decir que hay que dejar de buscar el cambio del CNE, sí hay que hacerlo ya que todas las soluciones pasan por procesos electorales, solo digo que allí no está la solución del problema político de fondo, el CNE es un medio y no un fin.

Primero Justicia propone la tesis de acumulación de fuerzas y proponen como ruta para el cambio las elecciones de la AN en el 2015.

El problema con esta propuesta es que ya hemos ganado y no ha sido reconocida la voluntad popular. Así pasó en el 2010 con las elecciones de la Asamblea Nacional. Ganamos el voto popular con el 52% pero el oficialismo obtuvo mayoría de diputados y desarticularon la AN con habilitantes, destitución de diputados y minimizando el impacto de esta instancia. Además esta opción sería inefectiva para lograr un cambio en los Poderes Públicos, que no podrían ser cambiados aún ganando la mayoría de los diputados, ni tampoco resuelve el problema de la urgencia del cambio.

Ganar y no cobrar también ocurrió en abril del 2013, tal como lo dijo Henrique Capriles a Venezuela y al mundo: ganamos las elecciones pero por el cerco institucional hoy gobierna Maduro. Insisto: El problema es el sistema, no solo el CNE.

Es necesario revisar y reorganizar la MUD y adaptarla a esta nueva etapa tal como lo propone Antonio Ledezma, con respeto, amplitud pero con el sentido de urgencia que amerita el momento.
En este sentido María Corina Machado, Copei, Bandera Roja y otras organizaciones proponen la convocatoria de un Congreso Amplio de Unidad Nacional, como un mecanismo para ampliar y democratizar la Unidad Nacional que sin duda alguna es una tarea pendiente y necesaria ya que el país democrático es mucho más grande que los partidos políticos que hacen vida en la MUD.
Esta convocatoria a un Congreso Amplio podría ser el escenario ideal para la definición entre todos de una ruta a seguir para el cambio del sistema. Fue precisamente esa la deliberación que hace 203 años tuvieron nuestros padres de la independencia quienes luego de tres días de deliberación acordaron firmar el Acta de Independencia 10 años antes de conquistarla. Es decir, la declaración de independencia el 5 de Julio de 1811, fue la definición de un rumbo a seguir que solo se hizo realidad luego de muchos años de lucha y sacrificio, pero lo lograron porque sabían hacia dónde iban y qué querían conquistar asumiendo todos los riesgos.

La ruta a seguir debe combinar una estrategia política con la protesta de calle, una acción sostenida y no-violenta que incorpore a todos los sectores en el espacio en donde nos reconocemos y nos hacemos fuertes: LA CALLE. De lo ocurrido entre febrero y mayo debemos convencernos de lo importante que es canalizar la protesta de calle de forma ordenada y no violenta, y sin duda alguna los jóvenes y estudiantes tendrán una responsabilidad importante en este sentido.

Un grupo de partidos y organizaciones entre los que está el partido al que pertenezco: Voluntad Popular, estamos promoviendo dentro de este debate la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente como el camino a seguir para lograr un cambio profundo como lo amerita la circunstancia.

Promovemos la convocatoria a una Constituyente por varias razones. La primera, es un mecanismo de cambio político que está contemplado en la Constitución (art. 347 y art. 348) y que puede ser convocado por la vía de la iniciativa popular. En Venezuela hemos tenido varios procesos constituyentes, y todos han sido convocados desde el poder, es cierto, pero también es cierto que la Constitución vigente, a diferencia de todas las anteriores contempla que el Pueblo mediante la consignación de firmas equivalentes al 15% del REP, puede convocar un proceso como este. Esta sería la primera Constituyente convocada desde el Pueblo y para el Pueblo. No es un invento nuestro, la opción esta allí, clarita, en el artículo 348 de la Constitución. Activarla o no depende de nosotros.
La segunda razón es que si el problema es el sistema como hemos dicho, una Constituyente es el mecanismo más idóneo para cambiar el esquema y los responsables de conducir los Poderes Públicos del Estado venezolano, y eventualmente convocar a unas elecciones para legitimar los cargos de elección popular.

La tercera razón es que ante una crisis de la magnitud que hoy padecemos, una Constituyente sería un punto de encuentro, de diálogo y reconciliación nacional en donde todos estén representados. La Constitución no es el problema, es el pacto social que hoy está roto por el secuestro del Estado venezolano. Por eso aprovechamos para hacer un llamado al oficialismo democrático a buscar una salida incluyente a la crisis.

En un proceso constituyente podrán participar todos, incluyendo la creciente disidencia oficialista que hoy está siendo asfixiada por la antidemocracia interna. En una eventual Constituyente estaría representado el PSUV así como otras organizaciones del Polo Patriótico que hoy cuestionan al gobierno de Maduro y se quejan de estar excluidos.

Y finalmente, estimamos oportuna la convocatoria de una Constituyente, porque es urgente el debate y el acuerdo sobre el modelo de Gobierno y de Estado a seguir. ¿Cuál es el modelo económico? ¿Cómo garantizar los derechos de todos? ¿Cuál es la responsabilidad de los militares? ¿La descentralización?

No basta con sustituir a quienes gobiernan, es necesario definir cuál es el modelo de país por el cual todos trabajemos y todos nos veamos representados. Durante los últimos años hemos visto crecer a muchos sectores que deben ser incorporados en este proceso de cambio. Hoy esos sectores están en la calle y reclaman ser escuchados: trabajadores, médicos, educadores, estudiantes, gremios, productores, comerciantes, las ONG. Todos deben ser parte de un proceso de cambio de abajo hacia arriba.

Estamos claros que nuestra propuesta es una más dentro del debate, y es precisamente por eso que debemos ante todo promover el debate, el diálogo entre quienes queremos cambio. Un diálogo que tenga como resultado un objetivo común, la conquista de la democracia, y una ruta compartida.
No caigamos en la trampa de descalificarnos los unos a los otros, tengamos más bien la valentía de debatir de manera amplia las propuestas que cada quien le está haciendo al país.

Hermanos y hermanas de la Unidad Nacional, pongamos nuestro corazón y compromiso del tamaño de la circunstancia, salgamos juntos, sin miedo, con la mayor amplitud, a conquistar la democracia.

Desde la Cárcel de Ramo Verde, a los 14 días del mes de julio de 2014.

Carta al presidente de la República

"Estimado Profesor Salvador Sánchez Cerén: Hace menos de dos semanas, las cámaras de televisión, la bulla de la radio, la arrogancia periodística y usted entraron en la comunidad Las Palmas.
Así arranca una carta dirigida a usted, que vecinos de Las Palmas me hicieron llegar. Habla de su programa de radio y TV “Gobernando con el Pueblo”, que inauguró el sábado 5 de julio, precisamente en Las Palmas.

La carta sigue así: “Y como usted prometió un diálogo directo con las comunidades, le pedimos que atienda este clamor colectivo: La noche del martes 8, cerca de las 12 de la noche, un grupo de la PNC encapuchados y fuertemente armados, encontraron enterrados dos fusiles en la comunidad, y salieron a pescar inocentes: en su camino encontraron a Alvin Alexander Carreño Méndez, y según su mamá (testigo de la detención) los policías ‘encendidos’, lo esposaron y golpearon al joven de 21 años. Con la arrogancia del poder y la prepotencia de las armas, los efectivos afirmaron en voz alta ‘tener carnada’ con esta detención. Luego detuvieron a 3 jóvenes más, y se marcharon. Todo lo demás es de conocimiento público: la televisión grabó a los jóvenes y los medios impresos prepararon largas notas con titulares durísimos. Hasta el Twitter de la PNC sirvió como plataforma para criminalizar la colonia y a los pobres.”

Bueno, presidente: Yo también me sorprendí mucho cuando leí esta historia increíble de unos bichos que capturaron en un supuesto entreno militaren en Las Palmas. Imagínese, presidente: ¡en la cancha de la misma colonia donde viven! No puedo creer que alguien sea tan estúpido de armar prácticas militares en frente de su casa. Ambos hemos sido guerrilleros, presidente, y sabemos que quien actúa así de idiota, no sobrevive.

Mandé a preguntar a ‘Morrison’, el jefe de la pandilla 18 que opera en Las Palmas, si estos bichos eran pandilleros. Desde la cárcel de Izalco me respondió: “Son hijos de mamá que nunca han roto un plato. No son pandilleros. Les sembraron los fusiles.”

Bueno, diría usted, ¿por qué confiar en los pandilleros. Pero los vecinos dicen lo mismo: estos bichos lo que estaban entrenado es fútbol, como todos los martes. Es el equipo ‘Roma’. Y en la carta dicen: “¿Tienes que saber quién es Alvin: un joven de 21 años, estudiante de administración de empresas, que con mucho esfuerzo trabaja, estudia y juega al futbol (deporte que le apasiona). Al mismo tiempo forma parte de una iglesia, donde se congrega y comparte la fe. ¿Fusiles? ¿asociación ilícita? ¿ser antena? ¿pandillero? Nada más alejado...”

“Señor presidente, ¿todavía quiere escuchar nuestros dolores, todavía le interesa conocer nuestras denuncias? Pues aquí están: denunciamos la criminalización de la juventud y de la pobreza, denunciamos que el operativo de la noche del martes 8 y madrugada del 9 fue una ‘caza de brujas’.”

De este supuesto caso espectacular de pandilleros que bajo las narices de sus vecinos y a la par del
Estado Mayor de la Fuerza Armada se entrenan con armas de guerra los medios se aprovecharon para repetir lo de siempre cuando mencionan Las Palmas: que desde esta comunidad se asaltan y extorsionan los negocios de La Escalón y San Benito. Hay algo que usted probablemente no sabe, señor presidente: Precisamente los pandilleros del Barrio 18 de Las Palmas, en el contexto de la tregua, implementaron acciones unilaterales para reducir sensiblemente las extorsiones y los asaltos en La Escalón y en la Zona Rosa. Y me consta que su jefe ‘Morrison’ ha sido clave para esto. Los pandilleros, al igual que los vecinos, no quieren que Las Palmas siga siendo sinónimo de peligro y delincuencia.

Todos los vecinos insisten en los mismo. No he encontrado a nadie en Las Palmas que cree en esta historia que armó la PNC y que reprodujeron los medios. Lo niegan las pandilleros y lo niegan enfáticamente los vecinos y sus líderes. Y en su carta concluyen: “Por todo esto, y en nombre de los derechos humanos, pedimos que la fiscalía investigue como corresponde a Alvin y se le conceda la libertad de inmediato; y que la comunidad Las Palmas, como todas las comunidades ‘marginales’, sea un espacio de opción de este gobierno para repensar un desarrollo para todos y todas. No queremos ser una linda vitrina para su programa, sino que queremos seguir siendo una comunidad que con sus Palmas saca adelante día con día a este país. Aquí en la comunidad hay violencia y muchos problemas, pero somos mayoría los que peleamos por un país mejor y ponemos nuestras Palmas al servicio de la vida. Alvin es uno de estos, de los que trabajan por la paz.”

La carta la firman: Olinda Marisol Méndez y Adalberto Carreño Mejía (padres de Alvin), y muchos vecinos de Las Palmas.

Yo también la firmo, presidente.
Paolo Lüers

PS: Si necesita la carta completa, estará reproducida en mi blog www.siguientepagina.blogspot.com

(Mas!/EDH)

La carta completa:
-->

Carta abierta de la comunidad “Las Palmas” al presidente de la Republica
“Presidente, tenemos Las Palmas limpias”

Estimado Profesor Salvador Sánchez Cerén:

Hace menos de dos semanas, las cámaras de televisión, la bulla de la radio, la arrogancia periodística y usted entraron en la comunidad Las Palmas. Antes que ustedes vinieran, aquí había más de 15 mil palmas que trabajan, cocinan, estudian, juegan, sostienen el mundo... Después de su visita, esas mismas palmas siguen empeñadas en sostener la vida, en medio de muchas necesidades, fragilidades y conflictos.

Y como usted prometió un diálogo directo con las comunidades, le pedimos que atienda este grito, este clamor colectivo: La noche del martes 8, cerca de las 12 de la noche, un grupo de la PCN encapuchados y fuertemente armados, encontraron enterrados dos fusiles en la comunidad, y salieron a pescar inocentes: en su camino encontraron a Alvin Alexander Carreño Méndez, y según su mamá (testigo de la detención) los policías “encendidos”, lo esposaron y golpearon al joven de 21 años. Con la arrogancia del poder y la prepotencia de las armas, los efectivos afirmaron en voz alta “tener carnada” con esta detención. Luego detuvieron a 3 jóvenes más, y se marcharon.

Todo lo demás es de conocimiento público: la televisión grabó a los jóvenes y los medios impresos prepararon largas notas con titulares durísimos. Hasta el Twitter de la PNC sirvió como plataforma para criminalizar la colonia y a los pobres.

¿Por qué decimos esto? Porque tienes que saber quién es Alvin: un joven de

21 años, estudiante de administración de empresas, que con mucho esfuerzo trabaja, estudia y juega al futbol (deporte que le apasiona). Al mismo tiempo forma parte de una iglesia, donde se congrega y comparte la fe.

¿Fusiles? ¿asociación ilícita? ¿ser antena? ¿pandillero? Nada más alejado....

Alvin duerme esta noche en Montserrat por la corrupción de su sistema de seguridad, un joven ve violentada su vida, sus sueños y sus relaciones por la impunidad con los que se manejan los medios masivos de desinformación en este país, una familia entera es violentada una vez más por la pobreza que se equipara adelincuencia. El Diario de Hoy, con una nefasta historia, ha construido una noticia, llena de mentiras, que violenta a esta comunidad y destruye el honor de Alvin y su familia.

Y usted, Señor presidente, ¿todavía quiere escuchar nuestros dolores, todavía le interesa conocer nuestras denuncias? Pues aquí están: denunciamos la criminalización de la juventud y de la pobreza, denunciamos que el operativo de la noche del martes 8 y madrugada del 9 fue una “casa de brujas”, donde se cometió por lo menos un atropello fundamental que fue arrestar a Alvin, un joven completamente inocente.

Por todo esto, y en nombre de los derechos humanos, le pedimos:

- Que la fiscalía investigue como corresponde a Alvin y se le conceda la libertad de inmediato.

- Que nos ayude a que el nombre de Alvin y su familia, que ha sido ensuciado por el actuar de la PNC y de los medios de comunicación, sea reivindicado gracias a su mediación en este caso emblemática de violación de los

derechos humanos.

- Que la comunidad Las Palmas, como todas las comunidades “marginales”, sea un espacio de opción de este gobierno para repensar un desarrollo para todos y todas. No queremos ser una linda vitrina para su programa, sino que queremos seguir siendo una comunidad que con sus Palmas saca adelante día con día a este país...

Por eso le mostramos nuestras Palmas, están limpias. Aquí en la comunidad hay violencia y muchos problemas, pero somos mayoría los que peleamos por un país mejor y ponemos nuestras Palmas al servicio de la vida. Alvin es uno de estos, de los que trabajan por la paz.

Libertad inmediata para Alvin.

Investigación de los responsables del operativo.

Que se retracte la PNC y los medios de comunicación que ensuciaron su nombre.

Más programas de cultura, trabajo y dialogo; Ya basta de arbitrariedades y criminalización de los pobres.

Si Tocan a uno, nos tocan a todos... “Alvin te queremos en casa YA”.

Esperamos sus oficios... porque esto no puede esperar.

Los derechos humanos se exigen, no se mendigan.

Un saludo, fraterno y cercano.



#Alvinnoespandillero
Olinda Marisol Mendez (Madre)
Adalberto Carreño Mejia (Padre)
Francisco Bosch (Vecino)
Y muchos vecinos de Las Palmas (hoy no importa el nombre,
porque la indignación es colectiva
)


sábado, 12 de julio de 2014

El debate sobre el rumbo de la oposición venezolana

Leopoldo López, el dirigente opositor venezolano convertido en oreso poltico por Nicolás Maduro, encabeza la corriente dentro de la oposición que quiere provocar "la salida", o sea una ruptura rápida con el régimen chavista, mediante movilizaciones pacficas pero permanente, y desobedencia civil. Por esto lo echaron preso.

Esta estrategia ha generado un debate fuerte dentro de la oposición y dentro de los analistas que acompañan criticamente al proceso democrático en Venezuela.

En este contexto publicamos en Siguiente Página el debate entre Fernando Mires, un politólogo chileno radicado en Alemania, quien es uno de los más respetados e influyentes comentaristas del proceso venezolano - y Leopoldo López.  El dirigente opositor, desde la cárcel, le dirige una carta al analista, comentando unas críticas que le había publicado. Y Fernando Mires le contesta. Documentos de un debate vivo, abierto, tolerante. Por esto lo queremos documentar.

LEA TAMBIÉN los textos de Mires comentados por Leopoldo López en su carta, que repdoducimos a continuación.

Paolo Luers

Carta de Leopoldo López a Fernando Mires


Cárcel de Ramo Verde, 5 de julio de 2014
Estimado profesor Mires,
Le escribo esta carta desde mi celda en Ramo Verde con la esperanza que le pueda llegar a sus manos; esperanza incierta, ya que una de las violaciones a las que estamos sometidos los presos políticos en Venezuela es a la violación a la correspondencia. No sólo buscan leer todo lo que entra y sale, han llegado al punto de confiscarnos correspondencia en las tantas requisas a las que hemos sido expuestos.
Pero hablarle sobre nuestras condiciones de reclusión no es lo que me motivó a escribirle esta carta. La motivación es darle directamente mi punto de vista sobre lo que ha ocurrido y sigue ocurriendo en Venezuela. Le escribo a usted por la admiración y respeto que le tengo a su trabajo académico y también como una forma de agradecerle la permanente atención que le presta al complejo proceso venezolano. Armar el rompecabezas de lo que ocurre en nuestro país no es fácil, pero siendo usted un armador paciente y meticuloso de todas las piezas espero pueda contribuir en algo con esta reflexión.
El 22 de marzo, cuando cumplía un mes y unos días en prisión, tuve la oportunidad de leer un artículo suyo titulado “No es el gobierno, es el sistema”. Ese artículo lo leí, lo volví a leer y lo guardé. Le di importancia a ese escrito porque en su título está resumida nuestra lucha. No es Maduro, es el sistema; no es el gobierno, es el sistema. Algo similar a la famosa frase durante la primera campaña de Bill Clinton, “Es la economía, estúpido”. Es el sistema. En Venezuela es el sistema antidemocrático, corrupto, ineficiente y nutrido artificialmente por la bonanza petrolera desde hace ya una década.
Hoy es 5 de Julio, Día de la Independencia en nuestro país. Celebramos el hecho de que un grupo de venezolanos, luego de tres días de deliberación, decidieron declararse independientes y soberanos. No tenían el poder; el territorio y sus instituciones todavía dependían de España, de la España tomada por Bonaparte, pero dependían de otros. Y sin tener el poder ni la fuerza, pero sí el compromiso y el sueño de la libertad y la independencia, decidieron asumir el riesgo de declararse independientes. Había comenzado entonces la lucha que daría muchos años, vidas y dificultades antes de hacerse una realidad. Hoy 5 de Julio volví a leer un artículo suyo en donde afirma que nuestra propuesta de La Salida al desastre, la salida precisamente de la trampa del sistema, fue inoportuna.
Respetuosamente difiero de usted usando sus propios argumentos. Es el sistema, no el gobierno, lo que debemos cambiar. Y ése fue nuestro llamado en enero y febrero de este año, y por ese llamado, por las palabras que dije al llamar a un cambio de sistema, hoy estoy preso. Honrosamente preso, puesto que mantengo en mayúsculas cada una de las palabras que me trajeron hasta Ramo Verde.
Nuestra propuesta siempre ha sido popular, democrática y constitucional. La protesta es un derecho pero no un fin en sí mismo, es un medio para un fin, siendo el fin el cambio del sistema por las vías que ofrece la Constitución venezolana. Lo dijimos siempre: protestemos y hagamos de la indignación con el presente y de la esperanza de un mejor futuro la fuerza necesaria para abrir alguna de las compuertas que contempla la Constitución para un cambio de sistema, un cambio que como usted ha descrito en varias oportunidades es justificado cuando no hay legitimidad del desempeño democrático.
De las opciones que permite la Constitución, hemos optado por proponer la convocatoria de una Asamblea Constituyente que sirva como punto de encuentro para un verdadero encuentro y diálogo nacional que, más allá de tener una nueva Constitución, tengamos un nuevo pacto social que todos estemos dispuestos a promover y defender. En su artículo de hoy, usted dice que no hay la fuerza para una convocatoria de este tipo, punto con el cual también respetuosamente difiero. A diferencia de todas nuestras constituciones previas a la de 1999, la Constitución vigente en Venezuela le da la opción al pueblo a convocar por la vía de la iniciativa popular a un proceso Constituyente. La Constitución no se queda en el enunciado sino que delimita claramente cómo puede ser esta convocatoria, con el 15% de los electores inscritos decididos a firmar tal solicitud el Estado está en la obligación de activar un proceso Constituyente.
Allí está la opción para que sea el pueblo, la ciudadanía de manera directa, tenga la posibilidad de cambiar el sistema. Fácil no es, claro que no, como tampoco fue fácil la conquista de la Independencia en el siglo XIX o la conquista de la democracia en el siglo XX. Pero lo que sí es cierto es que si no comenzamos hoy, nunca llegará el mañana en que podamos efectivamente instalar una democracia vigorosa y fuerte que tenga como principal compromiso y aspiración la conquista de Todos los Derechos para Todas las Personas, una verdadera democracia social entendida desde el derecho de cada venezolano y la obligación del Estado de garantizar que todos seamos dueños de nuestros derechos.
Sé que esta propuesta es idealista y como tal ha entrado en el terreno de la fatalidad del pragmatismo. Pero le pregunto a usted, ¿qué proceso de cambio profundo, de cambio de sistema, no ha estado precedido por el sueño idealista de quienes deciden enfrentar el autoritarismo para cosechar libertad y democracia?
Un proceso Constituyente con el apoyo de millones de Venezolanos que plasman su firma sin miedo es una oportunidad para poner el debate donde tiene que estar, en la búsqueda de un cambio profundo hacia la democracia.
Ante la encrucijada en la que nos encontramos tenemos la obligación de alzar la mirada y soñar con una mejor Venezuela, una Venezuela de paz, bienestar y progreso que hoy está negada para casi la totalidad de los Venezolanos, una negación que fue la mecha que encendió la indignación de los jóvenes que salieron y seguirán saliendo a la calle a protestar por un mejor futuro.
Nos toca asumir riesgos, ya que sin riesgos no habrá victoria y la victoria que proponemos es para todos los Venezolanos, incluyendo a quienes nos adversan y oprimen.
Estimado profesor Mires, me despido de usted con mucho respeto y admiración esperando poder tener respuesta suya ante las inquietudes que aquí expongo.
Un fuerte abrazo.
Fuerza y fe.


Respuesta de Fernando Mires a Leopoldo López

Por Fernando Mires | 12 de Julio, 2014


Muy estimado Leopoldo López
Que usted, eludiendo la censura de la cárcel de Ramo Verde me escriba una carta, es para mí un honor. ¿Quién soy yo al fin? Un profesor jubilado de una universidad del norte de Alemania. Otro chileno, uno de los tantos que una vez buscaron refugio en las lejanías para rehacer vidas alteradas por una vil dictadura y que desde entonces, como otros, decidió pronunciarse en contra de toda dictadura, venga de donde venga. Por eso, recibir esa carta escrita con la mano de un luchador por la democracia, padeciendo injustamente en las cárceles de un régimen arbitrario, me ha hecho pensar en que tal vez yo no he escrito en vano. Permítame entonces, Leopoldo, darle, antes que nada, las gracias.
He seguido y sigo con mucha atención lo que sucede en Venezuela. Como usted dice, un rompecabezas muy difícil de armar. Ya era difícil de armar durante Chávez cuyo gobierno poseía una naturaleza doble. Por un lado era popular -popularidad legitimada en continuas elecciones- y por otro, autocrático y militar. Hoy, bajo el gobierno Maduro, ha cambiado el carácter político del chavismo. Maduro es mucho menos popular y su gobierno es mucho más militar y militarista que el de Chávez.
Esa fue la razón -pese a que no compartía los argumentos que cristalizaron en la, para mí, poco feliz fórmula de “La Salida” (Maduro vete ya)- por la cual saludé su llamado a protestar en las calles del Febrero venezolano. Ese llamado apareció en el momento justo, cuando en el amplio campo de la oposición parecía reinar cierta resignación o apatía.
Como es sabido, en las elecciones municipales de 2013, pese a que la oposición había obtenido una extraordinaria votación, ganando además en los centros más poblados del país, no alcanzó el objetivo que ella misma se había propuesto, a saber, la de convertir las elecciones en un plebiscito que crearía condiciones para una salida política constitucional.
No habiendo sido alcanzado ese objetivo, la tarea del momento debía ser, a mi juicio, otra. La podemos resumir así: sobre la base de la crisis económica provocada por el gobierno, se hacía necesario pasar a la fase de acumulación de fuerzas, lo que no excluye, pero sí incluye, la movilización en las calles. Y bien, esa tarea era y es, si tomamos en cuenta la profundidad de la crisis, perfectamente posible.
En efecto, yo mantengo la opinión de que un salto cualitativo en las luchas democráticas solo es realizable sobre la base de un crecimiento cuantitativo. Eso pasa en Venezuela por atraer a amplios sectores que una vez fueron seguidores del chavismo, como también a quienes no se sienten identificados ni con el gobierno ni con la oposición. Como apuntaba Hannah Arendt, mientras la violencia solo requiere de instrumentos, el poder será siempre el poder de las mayorías. Y ella, que conste, no se refería solo a los países democráticos.
Cuando yo escribí entonces que la lucha encabezada por los estudiantes venezolanos era en contra de un sistema de dominación, jamás sostuve que ese sistema podía ser cambiado en su totalidad. El artículo que usted menciona fue publicado originariamente en Chile (El Mostrador) y estaba destinado a contrarrestar una opinión de la señora Bachelet quien había afirmado, en relación a los acontecimientos venezolanos, que “no se trata de derribar gobiernos legítimamente elegidos”. Yo sostuve que los manifestantes, en su mayoría, no salían a derribar al gobierno, sino a luchar en contra de un sistema de dominación. Debo en ese punto quizás ser un poco más explícito. Cuando los comunistas, es un ejemplo, dicen, nuestra lucha es para deribar el capitalismo, no piensan que el capitalismo va a terminar en un plazo corto. O a la inversa: cuando los demócratas cubanos dicen: nuestro objetivo es liquidar al sistema castrista, saben que ese derribamiento ha estado y estará precedido por un larguísimo proceso. Derribar un sistema, a diferencias de derribar un gobierno, no es cosa de días sino de años. Usted lo puede ver en el mundo árabe. Caen y caen gobiernos, pero los sistemas de dominación se mantienen incólumes.
Más aún, hay elementos del sistema anterior que pueden y deben ser continuados por otros gobiernos. Por ejemplo, durante su campaña presidencial, Capriles planteó, y con razón, que las “misiones” –uno de los pilares del sistema chavista– no serían suprimidas en caso de ser él elegido presidente. En Chile, es otro ejemplo, el gobierno de Bachelet todavía gobierna con la Constitución de Pinochet.
En cualquier caso, un cambio de sistema presupone generalmente un cambio de gobierno o, por lo menos, un cambio en el gobierno. Y para eso, en Febrero de 2014 no había ninguna condición objetiva. Mucho menos si tomamos en cuenta que la oposición es política y socialmente hablando, muy heterogénea. Por eso escribí durante Febrero: “Si los estudiantes se adecuaran al ritmo de la MUD, sería un error. Pero si la MUD se adecuara al ritmo de los estudiantes, sería una locura”. También podríamos decir: “Sin voluntad de cambio nunca va a suceder nada, pero reducir la acción política a los actos de la pura voluntad, se paga muy caro”. Créame, lo último se lo digo por experiencia propia.
Mi escepticismo con respecto a “la salida” es el mismo que hoy mantengo frente a la alternativa que usted en estos momentos defiende, la de una Asamblea Constituyente.
¿Qué es una Asamblea Constituyente? Las palabras lo dicen. Es un acto convocatorio destinado a constituir políticamente a una nación, es decir, se trata de ratificar electoralmente una nueva Constitución. Por eso mismo una Asamblea Constituyente es un acto fundacional, o por lo menos re-fundacional. Eso es y ha sido así desde la Asamblea Constituyente de 1789 en Francia, la que certificó el fin del régimen monárquico.
La Asamblea Constituyente no certifica un cambio de gobierno sino un cambio de régimen. Eso presupone que, previamente a la Asamblea, el régimen anterior ha sido derrotado o derrocado. Quizás me equivoco, pero creo que en la historia moderna no hay ningún caso en el que un régimen haya sido cambiado por una Asamblea Constituyente, pero sí, algunos en los cuales la Asamblea ha surgido para dotar constitucionalmente a un régimen que de hecho había sido cambiado de modo previo a la votación constitucional. De más está decir que en Venezuela el régimen (o sistema) no ha cambiado, nadie ha sido derrocado y nadie desde la oposición ha tomado el poder.
Distinto fue el caso de la Asamblea Constituyente de 1999. El propósito de Chávez en ese momento era trazar una marca histórica que señalara claramente un “antes” y un “después” de Chávez, es decir, el fin de la “cuarta república”. Y evidentemente, ese propósito, por lo menos a nivel simbólico, fue logrado. La Constitución de Venezuela fue una Constitución, en sus orígenes, chavista.
Pero, atención, escribí “en sus orígenes”. Tantas veces ha sido violada esa Constitución por Maduro y su antecesor, que a la oposición en su conjunto no le quedó más alternativa que acogerse bajo su protección. Una de las últimas violaciones constitucionales fue la que llevó a Leopoldo López a la prisión por el delito de haber hecho uso legítimo del derecho a protesta, consagrado por esa misma Constitución.
Todos sabemos, por lo demás, que a Chávez, “su” Constitución (“La Bicha”) le molestaba, hasta el punto que intentó cambiarla por otra más “socialista”. El 2.12-2007 sin embargo, el pueblo venezolano, en magnífico acto de soberanía, negó a Chávez esa posibilidad, infligiendo la primera derrota electoral al chavismo. A partir de ese día la Constitución de origen chavista dejó de ser chavista y pasó a ser de todo el pueblo. Esa fue la razón por la cual la oposición la convirtió en símbolo y escudo. En otras palabras, la oposición adoptó e hizo suya a la Constitución.
Más todavía, en nombre de la defensa de la Constitución han sido obtenidas muchas victorias municipales y parlamentarias. ¿Cuántos candidatos opositores han levantado en alto el pequeño libro azul? No, Leopoldo. El problema principal de Venezuela no es constitucional ni constituyente; es mucho más profundo; es social y es político a la vez.
Una Asamblea Constituyente es, además, un acto electoral. Y ahí ocurre otro problema. El llamado a la Asamblea aparece en un horizonte en el cual ya se dibujan las elecciones parlamentarias que tendrán lugar en el 2015. ¿Está el pueblo venezolano en condiciones de soportar dos elecciones tan existenciales en un breve lapso? ¿O el llamado a las elecciones constituyentes excluye a las parlamentarias? La respuesta está en el aire, y al no aparecer, hay desconcierto, confusión, y sobre todo, división.
De hecho la oposición venezolana está dividida frente al llamado a la Constituyente. Según me informan, no hay más de tres partidos, de los muchos que la conforman, que están de acuerdo con ese llamado. Pero aunque fueran muchos más, el hecho es que ese llamado no suma, solo resta; no multiplica, solo divide. Y con una oposición dividida, la Constituyente, si es que llegara a tener lugar, solo significará una derrota inapelable para toda la oposición. No ocurrirá así con las elecciones parlamentarias.
La unidad que ha alcanzado la oposición es antes que nada una unidad electoral, y elecciones tras elecciones la votación opositora ha ido ascendiendo. Ese es un hecho objetivo. Las elecciones periódicas, han sido, además, la oportunidad que ha tenido el conjunto de la oposición para desplegar su política en calles, barrios y cerros.
A diferencia de una elección constituyente, donde los electores votan por una fría palabra, “si” o “no”, en las parlamentarias votan por personas de carne y hueso. Más allá de los resultados, la oportunidad que tienen los candidatos de entrar en contacto directo con los problemas de la gente, es única. En las campañas electorales, la política entra a la calle. Usando una imagen, podríamos decir que en esas campañas tiene lugar una lucha “cuerpo a cuerpo”.
¿Para qué desperdiciar una oportunidad, quizás la única que se tiene para integrar las luchas sociales con las luchas políticas? Comparando la efervescencia social que produce una elección parlamentaria con un llamado a cambiar la Constitución, yo diría que la primera es más radical y la segunda más conservadora, aunque sea defendida por sectores considerados radicales.
Hace un tiempo escribí un artículo cuyo título es una tesis: “Cómo transformar las elecciones en protesta social sin que dejen de ser elecciones” Justamente de eso se trata. Así lo demostraron las elecciones en San Diego y San Cristóbal.
Como ya he manifestado en otras ocasiones, elecciones sin protesta social están destinadas a perderse; protestas sociales sin elecciones en cambio, están destinadas a estrellarse en contra del aparato militar y para-militar del régimen.
Leopoldo, yo estoy seguro de que si la oposición se une, y las cosas se hacen bien, Venezuela se puede llenar de muchos sandiegos y de muchos sancristóbales. Eso es, para mi al menos, más importante y decisivo que una Asamblea Constituyente, que un Congreso Ciudadano, o que cualquiera otra propuesta u ocurrencia unilateral, por más brillante que esta sea.
La unidad, la unidad es el primer requisito. En aras de la unidad, en momentos como los que vive Venezuela, hay que sacrificarlo todo, incluyendo proyectos personales. Naturalmente la unidad solo puede surgir frente a objetivos comunes. Pero en ese mismo sentido estoy seguro de que lo que une a la oposición es mucho más de lo que la desune.
Hay muchas razones para protestar unidos en Venezuela. La situación económica, sobre todo la de los más pobres, es desesperante. Inflación, escasez, trabajo precario, delincuencia, y sobre todo, violaciones a los derechos humanos, son lacras que nadie puede desconocer. Ese es el saldo del llamado socialismo del Siglo XXl.
Un régimen que ha unido el destino del país con el de la dictadura militar cubana, un régimen militarizado que miente día a día, un régimen que dispara a mansalva a estudiantes desarmados, un régimen que persigue y encarcela a políticos para usarlos como rehenes, mientras un ex ministro declara que el dinero de todos los venezolanos es usado para financiar campañas oficialistas, eso y mucho más, define de por sí a un régimen perverso. Solo la más absoluta unidad podrá derrotarlo.
Leopoldo, no quisiera terminar estas líneas, más allá de cualquiera divergencia, sin manifestar toda mi solidaridad frente a los duros momentos que usted está viviendo. Solidaridad que hago extensiva a su valiente esposa y a toda su familia. Vendrán días mejores; de eso estoy seguro. Que Dios los proteja.

Fernando Mires

Gracias al sitio PRODAVINCI, que doumenta este tipo de dbates importantes


Carta a los adictos al fútbol

-->Amigos:
Fussball ist die schönste Nebensache der Welt. Fútbol es la mas bella cosa secundaria del mundo.

Yo sé que están muriendo niños en la frontera entre México y Estados Unidos, en Siria y en Gaza – y sé que hay quienes nos recuerdan de estos y los demás problemas no resueltos del mundo, para hacernos sentir mal a los que hablamos de fútbol y nos reunimos para vivir los partidos del Mundial. Pero a los niños en Gaza y en Siria no las está matando la FIFA, ni los futbolistas, ni nosotros los aficionados. Y los que andan matando niños, la harán con o sin la copa del mundo y con o sin nosotros viendo fútbol.

Hemos visto la gloria de los ticos, en los cuales nadie creía – y el hundimiento del fútbol de los anfitriones brasileños. Hemos leído cualquier tipo de paja, como por ejemplo “Alemania humilló a Brasil” – pero una derrota en fútbol nunca es una humillación para un país y su gente. Puede ser una
humillación para un equipo mal conducido y demasiado arrogante; puede incluso ser (y creo que es) una derrota sensible para un gobierno que quería comprarse apoyo popular gastando miles de millones en estadios, pero no en el deporte.

Escuchamos otras tonterías como “toda Centroamérica somos Costa Rica”, cuando los ticos andaban ganando – pero nadie dijo semejante cosa cuando Honduras andaba perdiendo.

Y la imagen más tonta de todas: “Argentina va a ganar para dignificar a toda América Latina”. Bueno, yo no me trago la mentira que un triunfo deportivo me va a dignificar. Mi dignidad depende de las libertades y los derechos que tengo, y de mi capacidad de defenderlos.

Otra estupidez: la batalla final entre América y Europa, que muchos invocaron cada vez que un equipo americano se enfrentó a un equipo del viejo continente. Los tengo que decepcionar: la final entre Alemania y Argentina no es entre dos razas, no es entre Sur y Norte, no es entre primer y tercer mundo, no es entre ricos y pobres… Es simplemente entre dos de los mejores equipos del mundo, es entre 11 argentinos y 11 alemanas, que juegan en las mismas ligas y los mismos clubes.

Con mucha alegría he visto a muchos salvadoreños identificándose con los equipos de  Estados Unidos, Holanda, Nigeria, Alemania. Y otros con los argentinos, los brasileños, los colombianos. En el fútbol es como en el amor: No hay ninguna obligación de enamorarse de las mujeres que tengan la misma piel que uno. Unos se enamoran de las más parecidas, otros de las más diferentes. Así es en el fútbol.

Yo me enamoré de la Mannschaft alemana de Thomas Müller, Milo Klose, Tony Kroos y Manu Neuer por una simple razón: es mi equipo, así como la Selecta es la de ustedes. Y claro, el hecho que juegan bien, con ánimo de equipo y mucha creatividad, me hace feliz. Sufro cuando editores despistados hablan de esta selección alemana repitiendo el estúpido lugar común de los tanques alemanes. Estos hombres pueden jugar bailando - y siempre algún idiota habla de los panzer que aplastaron a los brasileños. Pero a los brasileños no lo aplastó una división de tanques - lo aplastó un adversario que les robó su jogo bonito. Si los hubieran aplastado unos teutones salvajes a pura fuerza, los jugadores de Brasil no hubieran estallado en llanto. Lloraron porque los desmontaron jugando como ellos no pudieron.

Este domingo se parará el mundo por unas horas - todos vamos a querer saber quiénes son los mejores: Jogi Löw y su Mannschaft, o Alejandro Sabella y La Albiceleste. Luego de ver a los alemanes desarmar al equipo de Brasil, no me queda ninguna duda que van a ganar el torneo. Me lo dice mi instinto (y por supuesto, mi deseo). No lo puedo explicar ni analizar - para esto tenemos a los profesionales en nuestra sección de deporte.

Ellos, de todos modos, van a decir que yo no entiendo de fútbol, que mejor me quedo cocinando salchichas. No saben que de cocina la única que sabe es mi esposa, y que los que más se equivocan en fútbol son los que piensan que son profesionales. Esto es lo genial del fútbol y del amor: todos somos expertos.


Feliz final les desea Paolo Lüers

(Mas!/EDH)

viernes, 11 de julio de 2014

Columna transversal: Petrocaribe – un proyecto en la oscuridad

No sé cómo el FMLN y su presidente piensan salirse con la suya con la absoluta falta de transparencia en su proyecto estrella: Petrocaribe. Mientras en la campaña estaban anunciando que mediante esta barita mágica el Estado iba a obtener 450 millones de dólares anuales para financiar los programas sociales que prometía, uno podía decir que campaña es campaña. Y como de todos modos no creemos en promesas electorales, nadie realmente examinó bien los números.
Pero ahora los señores Sánchez Cerén, Ortiz y Lorenzana son gobierno. Lo dirigen. Mentir o encubrir la realidad como gobierno es otra cosa mucho más seria que falsas promesas electorales. Al gobierno se exige transparencia. Y todo lo que desde la toma de poder a la fecha ha pasado con Petrocaribe carece de transparencia.

Al solo tomar posesión, el nuevo gobierno solicitó en forma el ingreso de El Salvador a Petrocaribe, el grupo de países que sostiene convenios petroleros con Venezuela. Fue de hecho su primer acto de gobierno. Para este fin, El Salvador fue anfitrión de una cumbre de Petrocaribe, aprovechando la presencia de presidentes y ministros en la toma de poder de Sánchez Cerén. Así que nos desayunamos la noticia que ahora somos parte de Petrocaribe, pero el desayuno no tuvo sustancia:
Nadie nos dijo en qué consistía este paso, qué derechos, privilegios y obligaciones implicaba. Sólo se repetía la consigna de la campaña: Por arte de Petrocaribe (y de las condiciones de pago que implica esta nueva forma en que el país adquirirá su combustible), el gobierno tendrá disponible unos 450 millones de dólares al año. Y con esto pagarán las computadoras para todos los alumnos, y cualquier cantidad de otros programas sociales.

Hubo una serie memorable de entrevistas sobre el tema. Memorables, porque desfilaron los funcionarios que supuestamente saben del tema (o sea, que por su cargo estarían obligados a saber y a informar) sobre Petrocaribe y sus implicaciones. Y en toda estas entrevistas fue imposible enterase de cómo iba a funcionar: Habló la flamante viceministra de Economía, la doctora Luz Estrella Rodríguez. Nadie esperaba que a esta altura que como médico y ex-alcaldesa de Apopa supiera mucho de las tareas que la esperan en su nuevo cargo, pero de este tema específico no puede fingir ignorancia: en los últimos años se desempeñaba como directora de Alba Petróleos, el joint venture entre el FMLN y PDVSA, la estatal compañía petrolera al cargo de administrar Petrocaribe. Tampoco el nuevo ministro de Economía, Tharsis Salomón López, supo explicar nada sobre Petrocaribe – excepto que es bueno y va a dar liquidez al gobierno. Y así Hugo Martínez, el canciller que recientemente había firmado el documento de ingreso de El Salvador a Petrocaribe.

Nadie supo (o quiso) explicar quién va a comprar el combustible a Venezuela. ¿Será el gobierno? Entonces, ¿con qué infraestructura logística? Y sobre todo, ¿el gobierno como tal se va a encargar de vender a los distribuidores? ¿Tiene el gobierno esta capacidad, y cómo va a evitar trabas burocráticas, corrupción, etc.?

¿O será que el importador seguirá siendo la empresa Alba Petróleos, cuyo socio local es el partido FMLN? En este caso, sí tiene la infraestructura logística - pero ¿cuál es la base legal que obligaría a las otras distribuidoras de combustible a comprar a su competidor Alba Petróleos?

Nadie de los funcionarios tuvo una sola respuesta a estas preguntas. Y mucho menos a la interrogante central, que por cierto ninguno de los entrevistadores supo (o quiso) formular: ¿Cómo va a hacer el gobierno para que TODO el combustible que consume El Salvador sea comprado a PDVSA, cuando ahora cada uno de los distribuidores compra a sus contactos en el mercado internacional, Texaco El Salvador a la Texaco Internacional, Alba Petróleo a PDVSA, etc.?

¿Van a nacionalizar la importación de combustible? No, dijo el ministro de Economía, ¿cómo va a pensar, si somos una economía libre? Pero tampoco tuvo idea de qué otra manera mágica se iba a lograr el truco que todos compraran su gasolina a Venezuela.

¿Por qué es tan central esta pregunta?

Bueno, porque sólo si el acuerdo Petrocaribe con Venezuela abarca TODA la cuenta petrolera de nuestro país, las condiciones de pago que ofrece PDVSA redundan en los famosos 450 millones de liquidez adicional que el FMLN promete para asegurar sus gastos sociales. Acuérdense del cuento de hadas (o más bien de las cuentas mágicas) de la campaña electoral: nuestra cuenta petrolera es de X millones al año; pero los venezolanos nos permiten que sólo paguemos Y %; y el resto es préstamo a tantos años a bajo interés, por tanto tendremos 450 millones disponibles al año para financiar el gasto social.

Esta cuenta solamente cuadra bajo dos condiciones que lamentablemente nadie quiere discutir o transparentar: Primero, todos los distribuidores tienen que comprar todo su combustible exclusivamente a PDVSA. Segundo, para que el beneficio de las condiciones de pago (los famosos 450 millones) le quedan al gobierno y no a Alba Petróleo y otros, tiene que ser el Estado la contraparte en el negocio con Venezuela. ¿Cuáles son entonces, los mecanismos legales y comerciales, para que Texaco, Alba Petróleos, Puma, UNO y hasta los distribuidores de bunker se abastezcan exclusivamente de Venezuela, pero que permitan que el único que tendrá los beneficios financieros de este monopolio será el gobierno? Esto quiero que alguien me explique.

Y ahí surge inmediatamente la otra pregunta obligatoria: ¿Está el FMLN, que con Alba Petróleo ha sido el exclusivo beneficiario de los precios y condiciones preferenciales ofrecidos por Venezuela, dispuesto a ceder esta mina de oro al gobierno? No es poca cosa. El FMLN estaría cediendo al Estado la fuente de cientos millones de dólares que lo han convertido en el partido con más fondos propios y que controla toda una red de empresas e inversiones en el consorcio ALBA, abarcando agricultura, ganadería, leche, alimentos, etc.

¿O están tratando de inventar un mecanismo que permita que ambos (gobierno y partido) se puedan beneficiar de esta gran torta que tendrían sobre la mesa si encuentran la forma de monopolizar la importación de combustible? Una parte para el gobierno, otra para Alba Petróleo y el partido..

Esta es mi tesis: Nadie quiere hablar de cómo va a funcionar Petrocaribe, porque están tratando de encontrar mecanismos que sean favorables al gobierno y también al partido y sus empresas. Y estos mecanismos, por supuesto, serían inconfesables.
(El Diario de HOY)

miércoles, 9 de julio de 2014

Carta con preguntas al fiscal general

Estimado señor fiscal:
Usted se hizo famoso con sus palabras “Respeten al fiscal”, y a mi me gusta esta frase. Un fiscal general que se hace respetar - ¿cuántos años no hemos esperado por esto?
 Para mantenerme respetando al fiscal, por favor sáqueme de un par de dudas. Cuando usted presentó el requerimiento contra varios ex-funcionarios en el caso CEL-ENEL, mi amigo Billy Sol Bang (uno de los principales acusados por usted) me dijo: Esto es una aberración, están tratando de penalizar retrospectivamente una política pública. O sea, están acusando de delitos penales a todos los funcionarios que implementaron la política energética vigente de la época de los 90 y la primera década del siglo, respaldada en aquel entonces por consenso mayoritario y por legislación…

Yo puedo entender que un partido que llega al poder, cambia las políticas públicas. Es parte de la alternancia. Pero esto no significa que sea correcto que Mauricio Funes, como presidente, declare ilegal todo lo que anteriormente se ha hecho en materia de la explotación geotérmica. Bueno, todavía se puede entender, aunque no aprobar, que un presidente actúe así en el calor de las batallas políticas y electorales. ¿Pero la Fiscalía General de la República? No way, José…

Ahora el caso CEL-ENEL se le está cayendo, principalmente por dos razones: primero, porque salió a la luz que el caso está sustentado sobre un peritaje mal hecho y que nunca hubiera tenido que ser aceptado por la fiscalía, porque proviene de una parte interesada (de la CEL, y encargada al bufete de un amigo y ministro de Mauricio Funes). Segundo, porque a a la fiscalía le falta el más mínimo indicio que los implicados se hayan enriquecido. Su único y exclusivo pecado es que implementaron una política que los siguientes presidentes (Saca y Funes) ya no compartieron.

Y aquí me entra una terrible duda: ¿La fiscalía no estará haciendo lo mismo, o algo parecido, con su investigación de la tregua? Desde junio del 2013, exactamente cuando el nuevo ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Perdomo, se desmarca de la política de su antecesor David Munguía Payes y se una a usted, el fiscal general, en su férrea oposición a la tregua, la fiscalía comienza una oscura (o sea, una muy poco transparente) investigación de la tregua. Y esta investigación, aunque nunca termina en acusaciones formales, se extiende por más de un año. Comienza con citar al ex-viceministro de Seguridad Douglas Moreno, al ex director general de Centros Penales, Nelson Rauda, a los directores de los penales de Ciudad Barrios y Cojutepeque, y a mi persona, por haber acompañado a dos pandilleros presos a una entrevista en el canal de Toby. Segundo paso: alguien en la fiscalía filtra ilegalmente los audios de varios de los testimonios. Aparecen en internet. De todo esto, no salió ni siquiera la definición de un posible delito. Pero en vez de archivar el “caso”, la fiscalía lo mantiene a fuego lento por un año – para al fin, en junio de 2014, llamar a testificar al general Munguía Payes, y a los dos mediadores, monseñor Fabio Colindres y Raul Mijango.

Ojo, señor fiscal, todos los aquí mencionados fueron citados de testigos, y en cada caso los fiscales se no podían identificar qué tipo de delito están investigando. Esto se llama expedición de pesca: tirar anzuelos, para ver qué cae. También se puede llamar acto arbitrario de la fiscalía.

Y nuevamente el mismo patrón: Usted y el nuevo ministro difieren de una política pública anteriormente vigente y oficial del gobierno, y deciden abrir una investigación para ver si pueden penalizar a los que han actuado en el cumplimiento de esta política. Sobre todo para los que han sido funcionarios, por ejemplo los directores de penales, esto constituye una intolerable injusticia.

Usted sabe mejor que yo que en ambos ejemplos (ENEL y tregua), sus casos no van a proceder jurídicamente. Sostenerlos por razones políticas es un grave error, señor fiscal.

Todavía, a pesar de todo, con un resto de respeto, Paolo Lüers
 (Mas!/EDH)

lunes, 7 de julio de 2014

Carta a los abogados de los acuerdos nacionales

Estimados obispos, rectores, pastores, académicos, filósofos y poetas:
Tienen toda la razón: este país necesita que gobierno y oposición lleguen a entendimientos, pactos, acuerdos… o como quieran llamarlos. La única manera de resolver los graves problemas del país (problema fiscal, falta de crecimiento económico e inseguridad) es que FMLN y ARENA, gobierno y sector privado, conjuntamente asuman el costo de las reformas y los sacrificios necesarios pero impopulares.
Gente como ustedes, pensadores independientes y políticamente correctos, siempre hacen falta para advertirnos de los peligros de la confrontación, para evitar que nos excedamos en nuestras polémicas, y para mantener abiertos canales de comunicación.

Pero todo tiene sus tiempos. Ya he dicho en otras columnas, y lo reitero hoy: este año 2014 entre elección presidencial y elección parlamentaria, no es el año de la concertación. Para poder llegar a entendimientos --y ojala a un pacto fiscal y acuerdos de nación sobre seguridad y crecimiento-- primero hay que establecer el equilibrio de poder.

Lo voy a decir lo más pelado posible: Si como sociedad queremos facilitar acuerdos de nación, en marzo del 2015 tenemos que establecer una oposición suficientemente fuerte para que el partido de gobierno se olvide de sus tentaciones de ganar control total del estado, y de enrumbar al país sin necesidad de ponerse de acuerdo con la oposición.

O dicho de otra manera: Mientras el FMLN puede alcanzar mayorías parlamentarias con GANA y otros votos que están a la venta, no tiene incentivo de concertar de verdad con la oposición. Muestras de esto: la manera como aprobaron los 1300 millones en bonos; la forma cómo desaforaron a Ana Vilma de Escobar; el intento de imponer el paquete tributario de Carlos Cáceres…

Como dicen los gringos: First things first. En este caso: faltan algunas batallas fuertes, antes de que se pueda, realísticamente, apostar al diálogo para llegar a acuerdos de país. Esto no significa que de aquí a las elecciones en marzo 2015 haya que dar riendas sueltas a la confrontación. Hay que cuidarse que las puertas no se cierren. Hay que administrar los conflictos de manera prudente, sabiendo que en el 2015 hay que sentarse a dialogar y ponerse de acuerdo. Pero administrar conflictos no quiere decir evadirlos. Y prudencia no significa cobardía.

Por supuesto el gobierno tiene que ofrecer diálogo, un clima de distensión, sonrisas, y algunos gestos de buena voluntad, a menos que actúe de manera tan irracional como Funes. Es lógico que el nuevo gobierno del FMLN y su presidente hagan todo lo posible para bajar la conflictividad política. Sabiendo que la sociedad quiere concertación, hábilmente están durmiendo a la oposición y la opinión pública con su discurso de diálogo - que en general es correcto, pero en esta situación entra las dos elecciones es una mortal trampa para la oposición.

Quien quiere acuerdos serios en 2015 para enrumbar al país, tiene que enfrentar al gobierno y al FMLN de aquí a las elecciones. ¿Cómo convencer al electorado de darle a la oposición fuerza de veto, si esta no hace todo lo posible para distanciarse del gobierno, para perfilarse con mejores propuestas, para mostrar que las propuestas del FMLN no son soluciones?

Para esto, urge que la oposición tenga candidatos a diputados con capacidad de debate, con planteamientos claros, con voluntad de arriesgarse asumiendo posiciones claras, con potencial de liderazgo. Enfrentar al gobierno sin cerrar puertas, de esta capacidad depende el futuro de la oposición. Si no logra establecer el balance de fuerzas en marzo del 2015, nunca habrá acuerdos ni pactos ni concertaciones. Si GANA no desaparece como facilitadora de mayorías sin principios, ¿para qué el FMLN va a hacer concesiones para buscar entendimientos con la oposición?

Saludos, Paolo Lüers
(Mas!/EDH)