"Es imposible creer que la fuerza militar de las milicias afincadas en el Norte de Siria y apoyadas por Turquía haya producido este milagro. Todo indica que lo que lo que pasó en Siria no es producto de una victoria militar de la oposición, sino de un arreglo político. Un arreglo entre los adultos."
El audio en la voz del autor: SIRIA.mp3
Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 10 diciembre 2024
El dictador Assad huyó a Rusia. Las milicias yihadistas no encontraron resistencia en su marcha a Damascos, la capital. El ejército sirio desapareció por arte de magia, abandonó sus cuarteles y sus puestos de control, dejó camiones y tanques huérfanos en las carreteras. El gobierno se puso a la disposición del nuevo poder.
¿Qué pasó en Siria que puede explicar que una dictadura de 50 años, con fuerte apoyo militar de Irán y Rusia, haya colapsada sin ofrecer combate? Cuando en 2011 casi todo el país se levantó contra el régimen, este tambaleó, pero no cayó. Cuando de este levantamiento surgió una guerra civil, Irán y Rusia intervinieron militarmente. Putin mandó su aviación y bombardeo los barrios de los rebeldes. Hezbollah, por órdenes de Irán, despachó a sus milicias a Siria para combatir al lado del ejército de Assad. Irán mandó tropas de élite. La dictadura estaba al punto de caer, pero no cayó. ¿Y ahora colapsó sin ofrecer combate? ¿Así no más? ¿Así de fácil? ¿Así de rápido?
La cabeza de la estatua derribada del fundador de la dictadura siria y padre de Assam |
Es imposible creer que la fuerza militar de las milicias afincadas en el Norte de Siria y apoyadas por Turquía haya producido este milagro. Todo indica que lo que lo que pasó en Siria no es producto de una victoria militar de la oposición, sino de un arreglo político. Un arreglo entre los adultos.
La única manera de explicarlo es que la situación geopolítica ha cambiado. Los regímenes en Irán y en Rusia tienen sus propios problemas, que no existían cuando hace 10 años intervinieron en la guerra civil en Siria. Putin está ocupado con su invasión en Ucrania. Irán está al punto de una confrontación directa con Israel. Hezbollah ha sido fuertemente golpeado por Israel. En este vacío de poder entra Turquía, queriéndose convertir en la principal potencia de la región, en alianza con Arabia Saudita, y desplazando a Irán.
Surge una nueva correlación de fuerza en la eterna rivalidad entre musulmanes chiitas, dirigidas por Irán, y musulmanes sunnitas, dirigidas por Turquía y los Sauditas. Assad era parte del eje de poder chiita-iraní. Los que ahora tomaron control de la capital son parte de las alianzas sunnitas, que a veces ha incluido expresiones radicales como Al Qaeda y el Estado Islámico.
Abu Mohamed al Julani, el líder de la organización islamista sunni Hayat Tahrir al Sham HTS, que ocupó Damascos |
El cambio de poder en Siria es producto de la nueva correlación de fuerzas en la región, principalmente a favor de Turquía. Y para que haya sido casi pacífico, tiene que haber pasado por un una previa negociación y un acuerdo entre Turquía e Irán, probablemente con consentimiento de Putin. De facto, Irán y Rusia entregaron Siria a Turquía.
Que nadie me entienda mal: No digo que esto sea malo. La eterna dictadura del clan Assad tenía que caer, y los sirios celebran que al fin hay caído. Hay razones de pensar que el nuevo poder, bajo la influencia de Turquía, será más moderado que sus orígenes yihadistas dejaban temer. Erdogan va a tratar de apadrinar una alianza de las diferentes milicias y sectores de Siria. Pero un factor de poder quedará excluido: los kurdos, que en el norte de Siria, fronterizo con Turquía e Irak, han construido un estado de facto autónomo, de carácter democrático tolerando las diferentes minorías étnicas y religiosas.
Este estado de facto autónomo de los kurdos, igual que el otro que los kurdos de Irak han construido de igual manera autónoma del poder central, es visto por Erdogan como una amenaza a su visión de la seguridad nacional de Turquía. También tiene en sus fronteras una fuerte minoría kurda, que también tiene ambiciones de autonomía. Erdogan estádecidido de no permitir que la autonomía que han conquistado los kurdos de Irak y Siria fortalezca la lucha de los kurdos en Turquía por su autonomía. Por esto, Erdogan ha intervenido militarmente en Siria, bombardeando posiciones de los kurdos, creando una zona bajo control turco, y ayudando a los yihadistas que ahora tomaron el control de la capital a convertirse en el nuevo gobierno.
Ahí existe una convergencia de intereses entre Turquía, el posible nuevo gobierno sirio, Irak e incluso Irán. Irán también tiene en su país una minoría kurda que lucha por su autonomía y desafía el estado teocrático de los mullahs.
La comunidad internacional, sobre todo Estados Unidos y Europa, deben ejercer fuerte presión para evitar que la próxima guerra civil en Siria -y esta vez sí una guerra sangrienta- sea contra los kurdos. Deben dar a los kurdos garantías y los medios de protegerse y para consolidar su democracia – por cierto, la única que está funcionando en toda la región. Lo mejor sería que la comunidad internacional consiga que en Siria se establezca un gobierno plural que construya un estado federal entre las diferentes etnias y religiones. Para conseguir esto, la presión tiene que ser sobre Erdogan, con un mensaje fuerte: No vamos a permitir que pongas en Damascos un gobierno sectario que no respete a las minorías chiitas, cristianas, drusas y kurdas. Tampoco un gobierno que convierta Siria en otra amenaza para Israel.
Lo bueno de todo esto: Las dictaduras no son eternas. Cuando menos se espera, se caen.
Saludos,
Capítulo 21: La Comandancia General (1985)
Campamento Pueblo Viejo. Me mandan a llamar a la Comandancia. Me esperan Luisa y Joaquín. “¿Qué te parece una salida a San Salvador?” Inmediatamente me veo sentado en un restaurante, con una cerveza y un plato de carne, o en un café con pasteles de fruta. Además me veo con un teléfono, hablando con mi madre y a Ingrid. Me veo en un cine y entrando a una librería. Me veo en la oficina de la UPI, reencontrándome con los colegas; o sentado en el bar del Camino Real, reencontrándome con el compañero Jack Daniels...
Claro que quiero ir a San Salvador. Quiero oler carros.
La cosa es que desde hace semanas está reunida en Morazán la Comandancia General del FMLN. Joaquín quiere organizar una conferencia de prensa, antes de que los representantes de las otras cuatro organizaciones regresen a sus zonas o al exterior. Mi tarea en la capital será: Convocar a los corresponsales más importantes de medios internacionales, agencias y algunos medios nacionales, pero sin tanta bulla, sin que se dé cuenta el gobierno —y tampoco el resto de periodistas, porque tampoco nos interesa que lleguen en masa.
“¿Cuánto tiempo necesitás para contactarlos y para organizar la entrada a la zona?”
“Una semana, digamos. Entonces, la conferencia tendría que ser casi inmediatamente después, porque si no, la cosa se riega. Incluso, yo podría volver a entrar con ellos...”
Joaquín Villalobos, 'Atilio' |
“No, yo necesito que vos llegués antes, para organizar y coordinar la conferencia, las entrevistas y para algunos, un tour por la zona.”
“Atilio, vas a quemarme del todo. Yo puedo decirles a los colegas que yo tengo el contacto, que yo los llevo a Perquín a hablar con ustedes, pero lo mejor sería que yo voy como uno de ellos, no como jefe de prensa de la Comandancia.”
“Vos de todos modos estás quemado hasta los huesos. ¿Crees que no te han dado seguimiento?”
“Que galán. Piensas que estoy requemado, pero me mandás a la capital...”
“Vas a tener que moverte con cuidado. No puedes ir arriba y abajo. Nada de ir a chupar con los cheros. Tienes que ver quiénes son de confianza, y a través de ellos organizás todo. Deje que ellos coordinen. Apelá a su curiosidad, a su afán de cachar la primicia...”
Vaya. Adiós, Jack Daniels. ¿En serio?
Esta vez el viaje es de lujo. Luego de como 10 veces que entré y salí de la zona guerrillera del Norte de Morazán a pata, pasando por el Cacahuatique o por las minas de San Sebastián, esta vez me andan llevando en el recién secuestrado camión hasta el puente del Torola, y en el otro lado me recogen unos compas de San Miguel en carro y me llevan hasta la capital. Estamos avanzando en esta guerra...
Llego a San Salvador casi de noche. Voy a un hotel donde nunca he estado y nadie me conoce, el Siesta cerca de la Basílica de Guadalupe, a la salida a Santa Tecla. Tiene un restaurante aceptable y un bar mal montado, —¡pero una cama divina! No venden Jack Daniels, así que tengo que arreglármela con Johnny Walker. Luego de dos copas después del steak de la cena estoy mareado. La cama cumple lo prometido...
En la mañana tomo un taxi a la oficina de la UPI. Ya no está en el Camino Real, sino en una casa en la Miramonte. Me recibe Raúl Beltran, mi gran amigo desde que llegué a San Salvador como reportero y él me orientó quién es quién entre los periodistas, los diputados, las fuentes en la UCA, en el arzobispado, en la Comisión de Derechos Humanos, entre empresarios...
Raúl Beltran, UPI |
Hablamos horas y horas de todo lo que pasó, de los colegas que ya no están, porque murieron o regresaron a sus países o fueron a otras guerras. La oficina de la UPI siempre ha sido algo como el cuartel general de los reporteros, corresponsales y fotógrafos de la prensa internacional, y nadie tiene más anécdotas de todos ellos que Raúl.
Pregunto a Raúl si Douglas sabe lo que estoy haciendo yo. “Saber-saber no, pero tampoco tiene dudas. Vos sabés, que de estas cosas no se habla ni se pregunta.” Le cuento que Joaquín quiere que coordine las visitas a Perquín y la conferencia. “Todos van a verme como si fuera el secretario de prensa de la Comandancia...” Se muere de risa Raúl Beltrán: “Pues sí, ¿y no lo sos? Vos siempre cuando pasás por la capital pensás que todavía sos el corresponsal que vino para la ofensiva. Pero eso es paja. Sos Paolo el enlace con el ERP. Y como tenés suerte y buenos amigos, no te han agarrado.”
Una semana después, a las 3 de la mañana, estoy sentado a la orilla del río Torola, esperando el convoy de los periodistas. El plan que hicimos en San Salvador fue que llegaran a San Miguel, durmieran en un hotel, se levantaran a las 2 de la mañana y pasaran por Gotera y la pista aérea de Chilanga con todos los retenes dormidos. A veces funciona, a veces no. Si hay retén, dependerá de la labia de los colegas y del humor de los soldados.
Rio Torola |
Esta vez funciona a la perfección. Arriban al Torola a las 3:30 a.m., con suficiente tiempo para los motoristas para regresar a Gotera en lo oscuro. El puente no se puede pasar con vehículos, está destruido. El mismo ejército lo dinamitó, cosa que nunca nadie entendió. Ya el ejército no podía entrar con vehículos a la zona norte. A nosotros no nos afecta, por lo contrario.
Observo a los periodistas con sus bultos caminando por los restos del puente. Sus tres camionetas desaparecen con dirección a San Miguel. Del lado nuestro tenemos nuestro camión para llevarlos a Perquín. Cuando los colegas me ven, algunos chiflan, otros me ven con ojos pelados. Por órdenes superiores ando uniformado (hasta uniforme nuevo me dieron) y armado, con algunos compas de escolta. “Bienvenidos, colegas. No se molesten con mi disfraz. El seco Gustavo y yo los vamos a atender en esta visita...”
Los veteranos que todavía compartieron con Gustavo lo abrazan. El Seco es más seco que nunca, lleva sus armas con la misma gracia que su elegante uniforme.
Gustavo Anaya en Perquín |
Por varios días estamos jugando a ‘República Liberada de Morazán’. Todas las tropas nuestras que se dejan ver, portan armas nuevas y están bien uniformadas y ordenadas. Los compas montaron retenes sobre la calle Negra. La casa del director de la escuela, en una esquina de la plaza de Perquín, enfrente de la alcaldía, ha sido ‘requisada’ para servir de Centro de Prensa. Comida abundante y camas para los invitados.
Los periodistas traen en sus bolsos de equipo latas de comida, chocolates, una que otra botella de líquidos prohibidos en esta zona, cigarros, revistas, algunos libros. Todo el equipo de la Venceremos hace relaciones públicas. En la mera conferencia de prensa, presidida por Schafik Handal y Joaquín Villalobos, se dice lo previsible. La noticia realmente no es lo que se dice sobre el estado de la guerra, la crisis política y la intervención yanqui, sino el ambiente, la tranquilidad, las pláticas amenas, la belleza de las combatientes. Uno de los corresponsales me lo comenta. Le contesto: “¿Y qué estaban esperando? ¿Unos monos con ametralladora en la selva?”
Perquín |
Los Torogoces de Morazán en Perquín |
Atilio dando declaraciones en Perquín |
Paolo en San Fernando |
Joaquín Villalobos, 'Atilio', con combatientes |
Los combatientes del ERP, descansando en Perquín |
Cuando despido a la comitiva en el río, Douglas me dice: “Take care, man. A partir de ahora, tenés que tener mucho cuidado...”
La siguiente entrega, jueves 12 diciembre:
Capítulo 22: El Arambalazo (1985)