En mi pagina facebook se desarrolló el siguiente diálogo:
Yani Abrego: “sabes algo paolo yo siempre leo tus cartas que escribes en el Mas y me gustaria hacer una yo y pedirle al presidente un maldito empleo pa darle de comer a mis hijas pero lastimosamente no me haran caso asi como pasa en este pais.”
Paolo Lüers: “Hagala y me la manda. Si es buena, yo la publico. ok?”
Yani Abrego: “hablas en serio porque ahorita siento una maldita frustacion que no puedo con ella he ido a dejar muchos curriculum y por mi edad y por no ser profecional no me contratan y no terminare en un bar de mala muerte te lo aseguro.”
Paolo Lüers: “Mandame la carta al presidente o al director de la fabrica del empleo.”
Yani Abrego: “hola paolo, aquí te mando la carta espero te guste y así al menos descargo esta impotencia que siento, como le pasa al mayor porcentaje de nuestra población. gracias de nuevo.”
Aquí está la carta de Yani Abrego:
Carta a nuestro gobierno
Respetable gobierno, creador de la fábrica de empleos, jamás vista en nuestro país.
Sus miembros, que somos los desempleados, nos llenamos las necesidades como se puede. No comemos de promesas ni comerciales. Los servicios básicos no son pagados con sólo soñar con que el gobierno nos puede crear un empleo digno.
Díganme por favor adónde queda la fabrica de empleos. Pero donde no se dan cursos de cosmetología, que comienzan cortando cabello y terminan con un excitante masaje… Porque yo no quiero un empleo así. Quiero un empleo donde no averigüen de qué partido político soy o por quien voté las elecciones pasadas.
Porque déjenme decirles que yo si me creí el cambio.
Saben una cosa: si alguien sabe dónde puedo hacerme pasar por un familiar de un padre de la patria o algún con un puesto en una institución publica, para que me den un empleo con un jugoso salario - ah y que también me consigan un titulo falso, porque yo solo tuve la oportunidad de llegar a noveno grado, por pertenecer a la clase más baja de nuestro país.
Bueno, espero respuestas a mis interrogantes hechas en este espacio, porque no tengo una imagen atractiva ni dinero para hacérmela, para que me contraten en un medio de televisión. Ni tengo a alguien cercano que pueda influir en algún lugar y así tener derecho a una oportunidad de empleo donde pueda sacar a mi familia adelante.
Atte., Yani Abrego
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