lunes, 20 de febrero de 2017

Algo anda mal en Altavista o los siempre sospechosos de todo

Esta una nota la escribí para publicarla en El Diario de Hoy. No me la encargaron, yo decidí hacerla por propia iniciativa. El Diario de Hoy decidió no publicarla, con el argumento que “no está suficientemente investigada”. Tiene derecho de hacerlo: No soy parte de su staff de cobertura informativa. Soy columnista - y siempre se respetan mis columnas y cartas. Las escribo sin presión y sin limitación ninguna.
Sin embargo, creo que es un error del Diario no publicar esta nota. La nota es sólidamente investigada, mejor que muchas notas que a diario se publican, porque yo pude dedicar el tiempo necesario para profundizar la investigación. Lo único que falta a la nota es la versión de la PNC, más allá de la que se refleja en el requerimiento fiscal del caso. Pero es la PNC que ha decidido no responder mis preguntas. Los entiendo, se cometieron errores y delitos en el procedimiento policial, y no saben como explicarlos. Pero no podemos dar a las autoridades el poder que con su silencio bloqueen la publicación de una nota que revela sus errores. 

Pido a mis lectores a reproducir esta nota para que tenga la difusión que merece el caso. 
Paolo Luers

Daniel Alemán, joven de 22 años de Altavista, se encuentra detenido desde el 10 de enero de este año. Y todo indica que es inocente. En esta mala racha también ha tenido buena suerte. Buena suerte de tener una madre como Meira, que el día de su captura no se despejó del portón de la delegación policial en San Bartolo, a pesar de que le dijeron, una y otra vez, que “aquí no ha entrada ningún detenido de Altavista” (para no citar las expresiones ofensivas), hasta que vio a su hijo, conducido por 4 hombres disfrazados con gorras navarones a un vehículo con placas particulares. Desde este momento, ya no le podía pasar algo peor de lo que ya le había pasado a su hijo.

Los testigos y la Unidad de Control de la PNC

Daniel tiene la buena suerte de tener una hermana como Tatiana, que con gran pasión ha logrado difundir en redes sociales y medios su caso y las extrañas circunstancias de su captura. Resultado del gran eco que sus denuncias han tenido, una semana después de la captura, el 18 de enero, la Unidad de Control de la PNC inició una investigación del procedimiento de la captura de Daniel Alemán. Ahora existe un informe de la Unidad de Control, que no es accesible para el público, pero que en su momento el juez del caso tiene que solicitar y poner a disposición de la defensa. La defensa ya anunció que va a solicitar una audiencia de revisión de medidas.

Los mismos testigos que dieron testimonio a la Unidad de Control han prestado declaraciones para esta investigación periodística. Pintan una historia que en nada coincide con los hechos relatados en el requerimiento que la Fiscalía ha presentado al juez y en las declaraciones de los agentes de la PNC destacados en la subdelegación Altavista que efectuaron la captura.

Otra suerte de Daniel fue que por lo menos 30 personas fueron testigos de su captura: jóvenes que junto con él estaban jugando un partido de fútbol; otros que estaban esperando entrar en el siguiente partido; e incluso un agente del CAM de Tonacatepeque al cargo de la vigilancia del Complejo Deportivo de Altavista. Todos los entrevistados han repetido lo que anteriormente dijeron a los investigadores de la Unidad de Control de la PNC: que vieron de cerca como los agentes registraron minuciosamente a Daniel y otros dos muchachos en la cancha y que no les encontraron nada: ni tatuajes, ni armas, ni drogas…

Por razones que ninguno de los testigos se explica, se llevaron a Daniel, a las 5 de la tarde del día 10 de enero. Una vez llegando a la subdelegación, un agente le mostró a Daniel un paquete envuelto en plástico y amarrado con cinta, y le dijo: “Esto es lo que te encontramos.” Lo obligaron a tocar y agarrarlo. Según el requerimiento fiscal, este paquete del tamaño casi de un ladrillo, contiene una libra de marihuana. Por tanto, Daniel está siendo acusado de tráfico de drogas; y en consecuencia, el juez no le podía aplicar medidas cautelares y ordenó su detención preventiva.

“¿Cómo alguien que va a la cancha a jugar fútbol, vestido de jeans y suéter, va a andar semejante bulto de droga? ¿Y cómo y dónde lo puede esconder para que la policía, en el registro corporal, no lo detecte?”, se pregunta uno de los compañeros de mascón, quien prefiere no identificarse con su nombre por miedo a represalias de los policías destacados en Altavista. A la pregunta si en esta colonia circula marihuana, el joven contesta: “Como no. Circulan puchitos. Pero en la vida no he visto a nadie cargando en la calle un bloque como este que sembraron a Daniel. Mucho menos que lo tenga encima un jugador en la cancha. Es ilógico.”

La cancha de fútbol rápido del Complejo Deportivo Altavista, donde el 10 de enero jugaba Daniel Alemán cuando fue detenido por la PNC Altavista. Foto: Paolo Luers

Otro joven, quien tampoco se quiere identificar, hace la misma pregunta, las misma que según él ya la hizo a los investigadores de la Unidad de Control: “Si yo y otro montón de gente estábamos a la par de Daniel cuando lo llevaron en una patrulla que había entrada hasta la cancha, ¿cómo es posible que ahora la policía y la fiscalía dicen que lo detuvieron en el parqueo que queda a varias cuadras?” Es cierto, así consta en el requerimiento fiscal contra Daniel Alemán. Así lo declararon los agentes de la PNC que efectuaron la captura: “Observaron que se encuentra un sujeto sospechoso en el interior del parqueo ubicado entre Block G y Block H frente al pasaje 6 de la Residencial Altavista”. Entre 30 y 40 testigos pueden testificar que fue detenido en la cancha y que de ella lo llevaron en un carro patrulla. Y no solo cambaron el lugar de la detención, también la hora. Según declaración unánime de todos los entrevistados, Daniel fue detenido a las 5pm, y en el requerimiento fiscal la PNC establece como hora de detención las 6.35pm. En cambio, vecinos y comerciantes del mencionado parqueo declaran no haber visto ninguna detención en este lugar.

Meira Alemán, la madre de Daniel, en el Complejo Deportivo Altavista
 
Los pandilleros

En el transcurso del recorrido por la colonia, la cancha y el parqueo, se acercaron unos jóvenes que se identificaron como pandilleros del Barrio 18 Sureños. Esta es la pandilla que opera en esta colonia. Preguntaron: “¿Usted es periodista? ¿Está viendo el caso de este bicho Daniel?”

Los pandilleros afirman dos cosas: Daniel no tiene nada que ver con la pandilla, nunca se ha metido con ellos. Lo conocen, como todos se conocen en esta colonia. Uno dice: “Lo conozco de chiquito, fuimos a la misma escuela y jugamos fútbol juntos. Nunca se metido en mierdas.”

Pero más relevante es la otra afirmación de los pandilleros de Altavista: “Aquí nadie puede andar con paquetazos de droga. Ni mucho menos vender. Cualquier loco que haría esto, si no lo agarra la policía, lo agarramos nosotros. Es imposible.”

“Fichado de pandillero”

La fiscalía acusa a Daniel no sólo de “posesión y tenencia (de drogas) con fines de tráfico”. Lo presenta como “miembro activo de los grupos terroristas autodenominados maras o pandillas.”

Para esto, en el requerimiento fiscal los policías no ofrecen ningún elemento comprobatorio. Extrañamente, la pertenencia sólo se menciona en el apartado “Datos Personales del Imputado”, pero no aparece en los “Fundamentos de la Imputación”.

El mismo requerimiento fiscal afirma que “se desconoce si el imputado posee antecedentes”. Sin embargo, Xenia Contreras, jefa de Comunicaciones de la PNC, afirma en una llamada al periódico MAS que Daniel Alemán “está fichado de pandillero”.

Esta llamada la hizo Xenia Contreras, porque la hermana de Daniel, Tatiana Alemán, trabaja en la redacción de MAS. Es ella que en redes sociales ha denunciado la captura de su hermano. MAS no estuvo haciendo ninguna investigación del caso pidiendo explicaciones a la PNC, más bien Xenia Contreras contactó al MAS para invalidar las denuncias de Tatiana. ¿Un intento -por cierto infructuoso- de coartar a Tatiana Alemán el derecho de defender a su hermano?

En el transcurso de esta investigación se trató a contactar a la directora de comunicaciones de la PNC para que explique las inconsistencias de las declaraciones de los policías de Altavista, y para que tuviera oportunidad de explicar en qué se basó su afirmación de Daniel estaba “fichado de pandillero”. Hasta cerrar esta nota, ni Xenia Contreras ni la PNC contestaron los mensajes en Whatsup. Sólo contestó una colaboradora de comunicaciones que prometió pasar las preguntas a su jefa y a la dirección de la PNC.

Los “antecedentes” de Daniel

De hecho, Daniel Alemán no tiene ningún antecedente penal, ni ha sido detenido o investigado anteriormente. Sin embargo, existen antecedentes en la relación del imputado Daniel Alemán con los agentes de la subdelegación Altavista. Un día antes de su detención, el 9 de enero, Daniel fue enviado por su madre a comprar en una tienda cercana al parqueo que la PNC erróneamente señala como el lugar de su posterior detención. En la tienda Daniel fue abordado por los mismos agentes que el día siguiente lo detuvieron. Fue revisado sin resultado ninguno, pero lo detuvieron en el lugar, hasta que se presentó su madre, alertada por vecinos. En esta ocasión, uno de los agentes dijo a la madre: “Usted no le ande abrazando a este bicho, mejor dele una vergueada, si no se la voy a dar yo.”


Daniel Aelemán con dos de sus hermanas
Para los jóvenes de la colonia, este comportamiento no es nada inusual, dicen recibirlo permanentemente de los policías de Altavista. Otro “antecedente” de Daniel es que en diciembre 2016, estando en la casa de unos amigos, entraron policías sin orden de allanamiento, registraron la vivienda y todos las personas adentro, incluyendo a Daniel. Lo único que le encontraron fue un celular, el cual se lo robaron. No denunció el robo. “¿Cómo y dónde denunciar, si el misma policía?”, comenta la hermana de Daniel.

Algo anda mal en Altavista. Los habitantes entrevistados, no sólo los jóvenes, expresan que si de alguien tienen miedo en la colonia es de los agentes de su subdelegación. En cambio, dicen no sentirse amenazados por los pandilleros de la zona. “Ahí andan, no se meten con nosotros”, dice un de los amigos de Daniel.

  
Dudas sobre evidencias y testimonios falsos

Todo indica que el informe de la Unidad de Control va a confirmar que la detención de Daniel Alemán fue arbitraria y que los agentes, para tapar el error cometido, llegaron al extremo de falsificar evidencias y dar testimonio falso. Pero esto ya no es un error, es un delito. Mientras tanto está preso Daniel, a quien todos en Altavista describen como un muchacho sano y amable que se dedicaba a ayudar a su madre en su negocio de hacer y vender pan, y que para finales de enero ya tenía un trabajo formal en una maquila de electrónicos en San Bartolo.

¿Cómo es posible que los agentes de Altavista, luego de encontrar nada en la revisión corporal efectuada a Daniel frente a docenas de testigos, dicen haberle encontrado un bulto de marihuana en el camino a la subdelegación?

¿Por qué cambiaron lugar y hora de la detención? Cambiando la hora, PNC y FGR incluso se meten en otro problema de inconsistencia: Según el requerimiento fiscal, lo capturaron a las 6.35pm en el mencionado parqueo. Lo llevaron a la subdelegación Altavista, apareció la droga, lo trasladaron a San Bartolo, efectuaron la “prueba de campo” para determinar que el paquete contenía droga, y resultado de esto le comunican su detención formal a las 7pm. Es imposible que todo esto haya pasado en 25 minutos.

¿Por qué los investigadores, luego de presuntamente haber encontrado droga, nunca allanaron la vivienda de la familia Alemán, y nunca entrevistaron a los testigos en la escena de la detención de Daniel?
¿Por qué la jefa de comunicaciones de la PNC, Xenia Contreras, afirma que Daniel es “fichado de pandillero”, cuando en el mismo requerimiento fiscal consta que no existen informaciones al respecto?
¿Por qué la jefa de comunicaciones de la PNC contactó a la empresa donde trabaja la hermana de Daniel para advertirles que su empleada es hermana de un “pandillero fichado”? ¿Será para ejercer presión que la hermana deje de denunciar en redes sociales las acusaciones falsas contra su hermano?

Todas estas son preguntas que deja abierto el procedimiento - y la PNC se niega a contestarlas. Todo depende ahora del informe de la Unidad de Control, la cual sí hizo las entrevistas pertinentes a los testigos. En una solicitud de acceso a información pública, se pidió a la PNC el informe de la Unidad de Control, pero no ha recibido respuesta. En una comunicación telefónica con el oficial de información de la Inspectoría General de Seguridad Pública, adscrita al Ministerio de Justicia y Seguridad, la respuesta fue que estos informes son reservados. Le tocará al juez de paz solicitarlo.

Con toda la información disponible, sólo queda una conclusión: Daniel y todos los jóvenes de colonias como la Altavista son “los sospechosos de siempre”. Lo detuvieron por equivocación, sin fundamentos sostenibles. Luego fabricaron “evidencias” para justificar la detención. Y ahora ya no pueden corregir el error, porque ya cometieron delitos.

Lea también la Carta de Paolo sobre el tema:
Carta al director general de la PNC: Está en sus manos
corregir una injusticia