martes, 26 de abril de 2011

La forma hace la diferencia. Segunda Parte

El año pasado escribí un artículo sobre el despido de altos funcionarios públicos, que fueron en su momento los titulares de la SIGET, el ISTA y la Lotería Nacional, en dicho artículo mencionaba que hasta para despedir a alguien hay que hacerlo con estilo, la salida de un funcionario o empleado público debe ser apropiada y la forma hace la diferencia.

Traigo a cuenta lo anterior, por que hace unos días fue despedida de la Dirección General de Impuestos Internos la Licenciada Daysi Lanza, una persona que durante 35 años le sirvió por entero a esa Dirección General, los que la conocen pueden dar fe de los que estoy diciendo, una técnica de alto nivel con profundos y sólidos conocimientos de la Administración Tributaria, y sobre todo de una honradez a prueba de fuego, de eso doy fe ya que tuve el honor de trabajar con ella por varios años en el Ministerio de Hacienda.

Al igual que yo, muchas personas pueden ratificar lo que estoy diciendo, no podemos decir que es una funcionaria de la administración de ARENA, en todo caso hace 35 años gobernaba en El Salvador el PCN, entonces podemos decir que era una funcionaria pecenista.

La Señorita Lanza como era conocida por todos en el Ministerio de Hacienda, fue despedida (le pidieron la renuncia) hace unos días, ella se encuentra incapacitada desde hace más de un año por un grave accidente que sufrió en las oficinas de las tres torres, lamentablemente no se ha podido recuperar, pero el deseo de incorporarse a trabajar la impulsaba a recuperarse físicamente.

Ella presentó a principio de este año el documento que le ampliaba la incapacidad, a fin de seguir con la esperanza de incorporarse en un futuro cercano a su trabajo que por tanto tiempo desarrolló, aunque la incapacidad fuera sin goce de sueldo, sin embargo no le tramitaron dicha incapacidad. El Subdirector Administrativo le pidió a que se incorporara al trabajo inmediatamente, a lo cual ella le expreso que una vez se termine la incapacidad lo haría, pero en este momento físicamente le era imposible, por lo que le pidió entonces que interpusiera su renuncia, lo cual así lo hizo, dejando atrás 35 años de entrega total al Ministerio de Hacienda y especialmente a la Dirección General de Impuestos Internos, sin ningún reconocimiento por las actuales autoridades.

Pues bien, semejante funcionario público no se dignó siquiera a recibirla y preguntarle después de un año como había estado su convalecencia, menos mal que dicho funcionario del actual gobierno es un técnico de carrera del Ministerio de Hacienda y que conoce muy bien a la Señorita Lanza, y en vez de hacer su trabajo delegó en el Subdirector Administrativo, para que en forma diplomática le solicitara la renuncia a la señorita Lanza.

En otras empresas públicas y privadas se acostumbra a reconocer la fidelidad de sus antiguos empleados con pergaminos y relojes de oro.

En Impuestos Internos la señorita Lanza ni siquiera tuvo la suerte de ser saludada por el FLAMANTE subdirector de Impuestos Internos, mucho menos por la Directora de Impuestos Internos que tampoco me acuerdo de su nombre, quizás por que están pasando desapercibidos por toda la población, o sea sin pena ni gloria.

Creo sin temor a equivocarme que la Señorita Daysi Lanza conoce más de impuestos que los dos funcionarios juntos (Directora y Subdirector), creo que es importante que el Señor Ministro de Hacienda y el Señor Viceministro de Hacienda, conozcan la clase de funcionarios que ha nombrado, que no tienen ni la más mínima idea que el recurso más importante de una empresa es el recurso Humano y que la señorita Lanza merece un reconocimiento público por sus 35 años de labor que realizó con mucha capacidad y meritos en la Dirección General de Impuestos Internos, vaya para ella un humilde reconocimiento de este su amigo.

Y por último solamente se me ocurre una pregunta, señor presidente Funes ¿este es el cambio que usted prometió?

Miguel Angel Espinoza email: maespinozal@yahoo.com.mx