martes, 23 de octubre de 2007

¡CADA VEZ QUE LLUEVE SE INUNDA!

¿Será que ahora llueve más que antes?, o ¿será que existe una mala ordenación del territorio? Seguro es que tenemos una mala ordenación del territorio, que somos un país altamente poblado y que existen unas grandes presiones por el territorio. Por esta y muchísimas otras razones, El Salvador tiene que realizar grandísimos esfuerzos en ordenarse si no queremos que cada año tengamos muertos por las lluvias.

Un estudio realizado la década pasada sobre las variaciones climáticas comprendidas entre 1961 y 1990 reflejan que la tendencia de la temperatura es claramente al alza, y que las lluvias han tenido una variación oscilante durante ese periodo, pero con una ligera tendencia a la baja (Centella et al., 1998). Por tanto no tenemos más lluvias que antes. Otro argumento que nos pudiera hacer variar nuestra perspectiva es que exista un aumento en los huracanes que han afectado a El Salvador en los últimos años y que por eso tenemos más lluvias concentradas. Esto es cierto, un estudio elaborado por SNET sobre los huracanes y tormentas tropicales que han afectado a Centroamérica y El Salvador, analizando entre 1924 y el 2001, refleja que de los cuatro sistemas que han afectado a El Salvador tres han sido en los últimos diez años. Pero la cuestión sería ver si ese aumento se corresponde con el aumento en inundaciones de los últimos años. Creo que la explicación no está solo en que exista más lluvia o huracanes.

En Costa Rica tienen lugares con promedio de precipitación de hasta 6000 mm al año, en El Salvador habrá unos pocos lugares donde la precipitación promedio anual sobrepase los 2000. ¿Por qué será entonces que en Costa Rica no hay tantas inundaciones catastróficas como en El Salvador? ¿Por qué será que los ríos no se desbordan tanto? Seguro que más de alguno pensará que es porque tienen bordas de unos 10 metros de altura para que esto no pase, pero eso no es cierto, es porque tienen un país mejor conservado, más ordenado y que trata de respetar las condiciones naturales. No hay tantos desbordamientos de los ríos, porque las riberas de los ríos están debidamente protegidas por bosques, y sus causes de desbordamiento natural no tienen poblaciones que vivan en ellos. Esto no creo que se deba a una gran conciencia ambiental, pero sí a que tienen menor presión por los recursos naturales, tienen menos personas. También porque saben la magnitud de desastre que pasaría si uno de sus caudalosos ríos se desborda.

Acá no tenemos grandes ríos; claro, el Lempa es la excepción, y nos hemos acostumbrados a que, para solucionar el problema, construimos bordas que nos funcionan más o menos. Cada vez que hay unos días de lluvia corremos a decir que estamos en alerta naranja, plateada o morada. El caso es que si tuviéramos un país más ordenado, que llueva diez días seguidos no debería de traducirse en que tengamos una alerta amarilla. Lo cierto es que si tomáramos en serio la ordenación del territorio, la gestión de riesgos y sobre todo conociéramos un poco más del comportamiento natural de nuestro país, no tendríamos que estar construyendo bordas. No habría que invertir millones de dólares en poner parches para medio detener lo que naturalmente podría estar controlado.

Ahora bien, ya tenemos un país desordenado. Podemos corregir a futuro, si comenzamos a tomar en serio el ordenamiento territorial. Para atrás lo que tenemos que hacer es recuperar el comportamiento natural y sistémico del país. Si en El Salvador logramos hacer esto, entonces seremos un ejemplo en el mundo de gestión de la naturaleza con grandes densidades humanas. Un gran logro y prestigio para el país. Sería mejor que conocieran por eso a El Salvador y no por ser el país que si inunda cada vez que llueve.