Tal vez pueden sacar algo de esta historia: El pasado viernes fueron otorgados en Hamburgo los prestigiosos premios Henri Nannen, en honor al fundador de la revista ‘Der Stern’. La versión alemana del Pulitzer. En la categoría ‘Mejor Investigación Periodística’, el jurado decidió dividir el premio entre dos equipos investigativos: uno del diario liberal ‘Süddeutsche Zeitung – SZ’ de München, por la investigación de corrupción en la Fórmula 1; el otro del diario clasificado de conservador y amarillista ‘Bild’, por una investigación que causó la renuncia del presidente alemán Christian Wulff, también por casos de corrupción.
Es la primera vez que un jurado otorga un premio de excelencia periodística a ‘Bild’, que con 3 millones de ejemplares diarios es el periódico más vendido de Alemania, pero que en círculos de intelectuales tiene la etiqueta de ‘prensa de calle’ y un estigma que se originó en 1968, cuando el dirigente del movimiento estudiantil Rudi Dutschke sufriera un atentado a mano de un activista de ultraderecha, luego de una intensa campaña de ‘Bild’ contra Dutschke y todo el movimiento. En respuesta, en la misma noche del atentado, miles de estudiantes marchamos a la sede del ‘Bild’, acusamos a su dueño Axel Springer de la responsabilidad intelectual del atentado, y quemamos docenas de camiones de distribución de ‘Bild’ - y esta noche se creó un estigma que nunca se borró.
Los protagonistas de este movimiento estudiantil del 1968 luego emprendieron la llamada “larga marcha por las instituciones”: llegaron a cambiar y dominar partidos, periódicos, universidades, culturas. Con Gerhard Schröder y Joschka Fischer llegaron a gobernar el país. Por otra parte, Axel Springer murió y sus herederos cambiaron la manera de hacer periódicos: siempre conservadores, pero menos de campaña; siempre agresivos, pero ahora con concepto investigativo...
El escándalo sobre los premios Henri Nannen se armó cuando los reporteros de la SZ, en medio la ceremonia gala en el teatro de Hamburg, rechazaron “ser premiados junto con 'Bild'."
Lo interesante: En el debate que se armó, nadie cuestionó la calidad de la investigación premiada de 'Bild', pero muchos apoyaron la postura de los reporteros del SZ que el hecho que 'Bild’ recibiera un premio constituía una ‘ruptura cultural’.
Es cierto: Constituye la ruptura con una cultura de polarización, que la sociedad alemana tiene superada desde hace años y que solo persiste en cierta casta de periodistas que se consideran dueños exclusivos de la verdad y de la ética.
Me asusta el grado de soberbia e intolerancia que se expresa en querer negar el reconocimiento a un trabajo investigativo excelente, que además ningún otro periódico se atrevió hacer en el caso del presidente de la República.
En vez de boicotear a un prestigioso premio, medios como la SZ deberían reflexionar sobre el hecho que fue un medio conservador como 'Bild' y no ellos, los supuestos ejemplos del periodismo independiente, quienes se quebraron a un presidente conservador corrupto...
Saludos, Paolo Lüers
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