Saludos te mando desde San Salvador a la bella ciudad de Sydney, donde representás a nuestro país en un evento mundial de Televisión Pública. ¡Saludos también al hijo de tu jefe!
En Australia pintaste de maravilla ‘nuestro’ Canal 10, hablaste de “una programación inclusiva (...) de calidad ...), donde todos los sectores de la sociedad se sientan representados”. Si estas palabras no hubieran sido reproducidas en un comunicado oficial de Casa Presidencial, no las hubiera creído. Hubiera pensado que te las puso en la boca algún periodista...
Cualquiera que por accidente sintoniza Canal 10, se da cuenta que no es cierto lo que dijiste: La programación no es de calidad, sino es un arroz con mango terriblemente mediocre, aburrido y además tendencioso. Por esto ningún sector de la sociedad, aparte de los círculos más alegados al gobierno, puede sentirse representado en esta programación. Resultado: Nadie la ve.
Una explicación para nuestros lectores: ‘televisión pública’ son canales como la BBC de Gran Bretaña o la Deutsche Welle de Alemania, que son del Estado, pero estrictamente autónomos, donde el gobierno de turno no ejerce ninguna influencia. En cambio, el Canal 10 está adscrito a Casa Presidencial y depende del secretario de comunicaciones del presidente.
Lo que más me impresionó, querido colega David, es que ustedes lograron redactar un comunicado sobre su misión en Australia sin ni siquiera mencionar el nombre de Carlos Funes, hijo del presidente de la República, a quien llevaron a pasear a Sydney. Tampoco aparece el nombre de Marlene Velasque-Bégué, ni el hecho que se trata de la madre de Carlos Funes y ex-esposa del presidente Mauricio Funes; tampoco el hecho que, según el sitio oficial del evento, ella es la “coordinadora nacional” de la delegación salvadoreña.
No te preocupés, David, estás en buena compañía: Uno de los dos periódicos grandes del país te emuló - y reportó el evento en Sydney sin mencionar los nombres de los familiares del presidente. El otro sí reportó ambos nombres, pero obvió el pequeño detalle que la ‘coordinadora’ de la delegación salvadoreña es ex-esposa del presidente Funes y madre de su hijo Carlos.
Todo esto es la mejor demostración de porqué los medios públicos no deberían estar en manos de los gobiernos de turno y sus secretarios de comunicación. Un departamento de comunicación tiene como tarea mejorar la imagen del titular. La televisión pública tendría una tarea totalmente diferente: informar con profesionalidad y pluralidad, sin nunca dejarse influenciar por el gobierno, mucho menos por el gobernante y sus familiares.
Feliz viaje te desea Paolo
(Más!/EDH)