Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 26 mayo 2020
Estimado Dr. Alabí:
Lo que están construyendo en el parqueo de la feria parece más una piscina olímpica que el futuro hospital “más grande de América Latina”. Y la otra parte del hospital CIFCO, instalada dentro de los pabellones de la feria, es el proyecto más secreto del Estado salvadoreño. El Gobierno, que publica fotos de cualquier actividad, por más insignificante que sea, no ha proporcionado ni una sola imagen de las unidades de cuidados intensivos supuestamente instaladas en los pabellones de la feria. Nadie sabe qué avance tiene este proyecto y nadie ha dado una fecha para su apertura.
Usted como ministro de Salud debería estar encima de estos dos proyectos, supervisándolos, garantizando que correspondan a estándares técnicos de salud pública. Incluso, como responsable del sistema de salud pública, usted debería de haber hecho (y publicado) un análisis de prioridades y urgencias antes de que se aprobara un proyecto de $70 millones, que de ninguna manera podía estar listo a tiempo para corresponder a la emergencia.
Pero no fue así que procedió el Gobierno. La decisión la tomó el presidente, con su conocida megalomanía. Y el diseño y la ejecución nunca la encargó a usted como titular de salud, sino al presidente del CIFCO y al ministro de Obras Públicas.
¿Qué experiencia pueden tener estos dos funcionarios en la construcción de hospitales?
Usted está tan alejado de este proyecto que a los periodistas ni siquiera se les ha ocurrido preguntarle sobre el hospital CIFCO en sus numerosas conferencias de prensa. Y los que manejan el proyecto y obviamente no son capaces de llevarlo a buen término nunca dan conferencia de prensa. Operan en lo oscuro, solo que la gran piscina en el parqueo de la feria no la pueden ocultar…
Pero el silencio suyo sobre ese proyecto mal concebido y mal ejecutado no le va liberar de su responsabilidad como ministro. En algún momento usted va a tener que explicar por qué no se optó por construir hospitales de campaña, o sea instalaciones temporales que podían de manera casi inmediata responder a la crisis de la epidemia.
Todo el manejo de la renovación y ampliación de la red hospitalaria, aunque es sujeto de mucha propaganda, en el fondo se maneja con muchos secretos y sin transparencia. Nadie sabe qué está pasando dentro del ex Hotel Siesta, que ahora ostenta un gran rótulo que dice “Hospital La Ceiba”, y los periodistas no han podido verificar las supuestas remodelaciones en la red de hospitales. ¿Por qué tanto secreto?
Repito lo que varias veces he dicho a este gobierno: Si quieren que confiemos en su manejo de la crisis de la epidemia, necesitan ser más transparentes.
Saludos,