martes, 9 de diciembre de 2025

Carta “Pepe” Santos Melara: Te quieren fregar. Con documentos y video. De Paolo Luers

 

Como el caso está bajo reserva, no se ha informado de este nuevo abuso judicial. Los defensores no pueden revelarlo. Pero yo no estoy obligado a callarlo. Hago público lo que me informó un fiscal, uno de los pocos que todavía tienen un sentido de responsabilidad ética. Me dijo literalmente: “La gente tiene el derecho de saber lo que pasa bajo el manto de la reserva. Los fiscales del caso están alargando el tiempo, porque no tienen ninguna prueba. No pueden ir al juicio así. Necesitan tiempo para fabricar testimonios y pruebas.” 

SIGUIENTE PÁGINA, martes 9 de diciembre 2025 

Estimado Pepe:

Escribo esta carta en el día número 558 que estás pasando aislado, incomunicado e enfermo en la cárcel. 558 largos días y más largas noches, esperando que al final podrás ejercer tu derecho de ver a un juez. Durante estos 558 días te han negado el derecho de reunirte con tu abogado defensor. Tampoco tendrás ilusiones de que vas a tener un juicio justo – pero ¿qué otra cosa podés hacer que esperar tu día en la corte?


Te imagino a vos sentado en tu celda preparando en tu cabeza tu defensa. Te tocará desarmar el cuento de la fiscalía de que vos, junto con Atilio Montalvo y otros veteranos de la guerrilla, preparaste atentados para interrumpir la segunda e inconstitucional toma de posición de Nayib Bukele. Un cuento absurdo. Nosotros abandonamos la violencia política cuando firmamos la paz. Y cumplimos. Inventaron este cuento para neutralizar el movimiento de los veteranos de guerra. Tu pecado: fuiste dirigente de este movimiento que estuvo al punto de construir una alianza amplia en defensa de la democracia, de la Constitución y del Estado de Derecho. Por esto estás encarcelado y no quieren que salgas libre para retomar este trabajo.

 

Y no saldrás. Tampoco tendrás tu día en la corte. El juez 3 del Tribunal Primero contra el Crimen Organizado (un juez sin cara cuyo nombre ya estamos investigando) dictó el 3 de diciembre una resolución que otorgó a la fiscalía 6 meses más para inventar pruebas. Y esto significa para vos: 6 meses más sin juicio, incomunicado  y sin la debida atención médica.


Como el caso está bajo reserva, no se ha informado de este nuevo abuso judicial. Los defensores no pueden revelarlo. Pero yo no estoy obligado a callarlo. Hago público lo que me informó un fiscal, uno de los pocos que todavía tienen un sentido de responsabilidad ética. Me dijo literalmente: “La gente tiene el derecho de saber lo que pasa bajo el manto de la reserva. Los fiscales del caso están alargando el tiempo, porque no tienen ninguna prueba. No pueden ir al juicio así. Necesitan tiempo para fabricar testimonios y pruebas.” 

 

¿Cómo se fabrican pruebas para delitos tan serios y complejos como “actos terroristas cometidos con armas, artefactos o sustancias explosivas, agentes químicos, biológicos o radiológicos, armas de destrucción masiva o artículos similares” (según el documento del juzgado del 3 de noviembre de 2025). Ni el gobierno de Estados Unidos fue capaz de comprobar la existencia de “armas de destrucción masiva” en Irak. Tarea difícil para unos fiscalitos como Josué Omar Aguilar Molina, quien firmó la solicitud de 6 meses adicionales de cárcel.

 

Mi fuente en la fiscalía me dijo: “Tal vez simplemente esperan que Santas Melara no sobreviva los 6 meses más en la cárcel.” Lamentablemente, esto es un peligro real. Hay informes médicos, también bajo estricta reserva, que indican que vos tenés enfermedades crónicas que no están siendo atendidas debidamente. Entre los documentos que me facilitó mi fuente en la fiscalía hay un informe que indica que fuiste ingresado al Hospital San Juan de Dios de Santa Ana el 23 de octubre. Se cita el informe del Hospital San Juan: “Diagnóstico: síndrome de Colon irritado; Diabetes Mellitus Nr. 2; Hipertensión esencial...” Y se agrega que el paciente no fue hospitalizado sino retirado sin tratamiento.

 

A pesar de esto, uno de los documentos filtrados indica que el Juez 3 del Juzgado negó el 3 de noviembre una solicitud de la defensa para convocar una audiencia de revisión de medidas. ¿Será que apuestan que vos no vas a sobrevivir 6 meses más en las condiciones en que te tienen?

 

Espero que logrés superar este desafío. Espero verte en junio defendiéndote ante la corte, con la misma valentía con que te vi combatiendo en el frente de guerra en Oriente. 

Un abrazo, compañero Pepe, de 






















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sábado, 6 de diciembre de 2025

CARTA A PETE HEGSETH: Una batalla que no puede ganar. De Paolo Luers


 
"Mark Kelly, capitán retirado de la Armada y exastronauta de la NASA, ha abierto un debate público sobre la ilegalidad de las acciones de la Armada contra lanchas civiles en aguas internacionales – y la está ganando en la opinión pública estadounidense y en las filas de la Armada y de otros servicios militares. Usted contra Mark Kelly, esta es una pelea que jamás puede ganar."

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Señor secretario de guerra:
“I'm very confused about which cocaine dealers we can kill and which we can let out of prison.” 
(Estoy muy confundido sobre cuáles narcotraficantes podemos matar y cuáles podemos liberar de prisión.) Es el tuit de un ciudadano de Estados Unidos, luego de que Trump ordenó liberar a Juan Orlando Hernández, expresidente de Honduras y convicto por facilitar el transporte de 400 toneladas de cocaína a Estados Unidos. Millones comparten su confusión, en Estados Unidos y en toda América Latina.


El tuit se refiere al hecho recién revelado de que usted, como secretario de Defensa (hoy lo llaman de Guerra), dio personalmente la orden “Kill them all – Mátenlos a todos” cuando le informaron que dos tripulantes habían sobrevivido a los misiles de los buques de guerra estadounidenses que habían pulverizado su lancha frente a la costa venezolana. Según usted, eran narcotraficantes, pero esto no está comprobado, igual que en los casos de los demás, alrededor de 90 víctimas de los ataques estadounidenses a lanchas presuntamente llenas de drogas. Según el derecho internacional, se trata de ejecuciones extralegales, o sea, de asesinatos, ordenados por el secretario de Guerra de Estados Unidos. Cosa seria. Su intento de pasar la responsabilidad a un subordinado, el almirante Frank Bradley, solo empeora la cosa: está generando entre los altos mandos una creciente desconfianza en la línea de mando que baja desde Donald Trump al secretario de Guerra. La propia secretaria de prensa del Pentágono, Kingsley Wilson, lo dejó claro: “Al fin, el secretario (Hegseth) y el presidente son quienes están dirigiendo estos ataques (a las lanchas) y cualquier subsiguiente ataque como los que ha dirigido al almirante Bradley.” 

 

El columnista George Will sacó la siguiente conclusión: “Pete Hegseth es un criminal de guerra, aunque no hay guerra. Un logro interesante.” 


Es previsible que este problema de la legalidad o ilegalidad de las órdenes, en caso de que Trump decida ordenar ataques de aire o incluso de tierra contra Venezuela, se profundice. Es en este contexto que hay que ver el debate público que ha generado el anuncio suyo de querer abrirle un juicio militar al senador Mark Kelly. Kelly, junto con otros congresistas, había hecho un llamado a los miembros de las Fuerzas Armadas a no cumplir órdenes que sean violatorias a la ley. No se refirió a órdenes específicas dadas por funcionarios específicos, pero todo el mundo entendió que se refería a las órdenes dadas para destruir lanchas en aguas internacionales sin que estas presenten un peligro para los buques estadounidenses – y, además, sin pruebas de que portan drogas.

 

Mark Kelly, capitán retirado de la Armada y exastronauta de la NASA, ha abierto un debate público sobre la ilegalidad de las acciones de la Armada contra lanchas civiles en aguas internacionales – y la está ganando en la opinión pública estadounidense y en las filas de la Armada y de otros servicios militares. Usted contra Mark Kelly, esta es una pelea que jamás puede ganar. 

 

Solo podemos esperar que Trump lo despida antes de que su torpeza provoque que el conflicto con Venezuela termine en una guerra que no conviene ni a Estados Unidos ni al pueblo venezolano, que quiere deshacerse del dictador Maduro, pero no al precio de una guerra.

 

Fuck off, Pete Hegseth,








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miércoles, 3 de diciembre de 2025

EXILIO INTERNO. Columna Transversal de Paolo Luers

 

"Muchos se sienten defraudados por sus dirigencias históricas, con toda razón. Se sienten confundidos porque -por ahora- no existe un movimiento opositor que ofrezca una visión de cambio, de pluralidad y unidad. Claro, con tanta gente encerrada en su propio exilio, es difícil que nazca este tipo de liderazgo opositor. Pero pongo énfasis en la expresión “¡Por ahora!”. No es una expresión de resignación, tampoco solamente de esperanza – es una expresión de desafío: llegará nuestra hora, la hora de salir del exilio y levantar las voces, la hora de actuar."

SIGUIENTE PÁGINA, 3 de diciembre 2025 

Todos hablan de los muchos que en los últimos meses se vieron obligados a abandonar El Salvador e ir al exilio, debido al incremento de la persecución a quienes hablan en contra de la dictadura. Pero los exiliados hablamos, algunos con voces resonantes. Sin embargo, existe otro exilio que no habla: el exilio interno. No hablar es su definición. Son ciudadanos que, antes de consolidarse el régimen autoritario en 2021, estaban políticamente activos, participaron en movimientos ciudadanos - pero abandonaron el debate público para exiliarse en el silencio. Esto es el exilio interno - y es mucho más grande que el externo. Qué tan grande es resulta imposible medir, porque estos exiliados ya no se expresan. Muchos de ellos incluso se cierran al debate privado, entre amigos, entre compañeros de luchas del pasado. Simplemente dejan de hablar de política.


Varios amigos, tanto salvadoreños como estadounidenses y europeos, quienes recientemente viajaron a El Salvador para explorar la situación y el ánimo de la gente ante la nueva dictadura, regresaron desilusionados. Siendo ellos personas que durante décadas han dado seguimiento solidario al país y cultivado amistades con protagonistas de las luchas democráticas en El Salvador, ahora encontraron que muchos de ellos prefieren no hablar, ni siquiera en privado, sobre el gobierno, sobre la perspectiva de una oposición, sobre política en general. Se toparon con el muro de silencio, detrás del cual se refugia el exilio interno. A mi me ha pasado lo mismo: viejos amigos, algunos de ellos exmiembros y exdirigentes del movimiento insurreccional de los 80, cuando les hablo, son muy escuetos. Tengo años sin saber qué piensan ellos, qué planes tienen o si ya no tienen ningún plan en el campo político. Claro, existe la sospecha, por cierto justificada, de que sus teléfonos estén intervenidos, incluso las conversaciones en WhatsApp y Signal. Pero detrás del silencio hay algo más que la sospecha de estar bajo vigilancia. Algunos que sí hablan todavía conmigo me confirman que lo mismo pasa a ellos cuando quieren discutir con sus excompañeros. No es solo el miedo de estar bajo vigilancia, también es una creciente desconfianza generalizada, y una sensación de que no tiene sentido hablar y discutir si de todos modos no se puede cambiar nada. Por lo menos no por ahora... 

Hay quienes confunden este exilio interno con la ausencia de oposición, incluso concluyen que ahora todos están de acuerdo con el estado de las cosas en El Salvador. Grave error. La gente se refugia en el exilio interno porque no considera que en este momento vale la pena exponerse, por falta de condiciones para enfrentarse a la dictadura. Ante el riesgo de ser silenciados por el régimen, prefieren autossilenciarse. Ante el peligro de que el gobierno los obligue a exiliarse en tierras ajenas o los encierre, prefieren encerrarse en el exilio interior.

 

Pero ojo: esto no significa que los miles de personas que estaban activas en oposición al gobierno de Bukele en sus primeros años, cuando todavía no había logrado el control total sobre la Asamblea y el sistema de justicia, hayan desaparecido o se hayan acomodado con el régimen. Los que protestaron en 2020, cuando Bukele y sus militares se tomaron por asalto la Asamblea; los que se auto convocaron en las marchas del 1 de mayo y del 15 de septiembre para protestar contra el Bitcoin – y luego contra el estado permanente de excepción; las madres que exigían información sobre sus hijos desaparecidos o secuestrados en las cárceles sin debido proceso; los veteranos de guerra, de ambos bandos, que exigieron la libertad de sus dirigentes Atilio Montalvo y Pepe Santos; los vendedores informales y comunidades agrícolas que se enfrentaron contra los desalojos; los ecologistas que marcharon contra la destrucción del Espino, de la Corriera del Bálsamo y del Rio Lempa – todos ellos siguen existiendo, siguen encachimbados, siguen esperando el momento en el cual valga la pena salir del exilio interno y retomar sus luchas. Es mentira que no exista oposición; lo que casi no existe es oposición activa.

 

Muchos se sienten defraudados de sus dirigencias históricas, con toda la razón. Se sienten confundidos porque -por ahora...- no existe un movimiento opositor que ofrezca una visión de cambio, de pluralidad y unidad. Claro, con tanta gente encerrada en su propio exilio, es difícil que nazca este tipo de liderazgo opositor. Pero pongo el énfasis en la expresión “¡Por ahora!”. No es una expresión de resignación, tampoco solamente de esperanza – es una expresión de desafío: llegará nuestra hora, la hora de salir del exilio y levantar las voces, la hora de actuar.

 

¿Cómo llegará esta hora? No llega por si sola. Tampoco es suficiente esperar que se profundicen las grietas del régimen o que el liderazgo de Bukele se debilite por los miles de promesas no cumplidas. Requiere trabajo por parte de quienes se proponen levantar una  oposición. Requiere la capacidad de detectar cuando se abre un espacio y estar preparado para aprovecharlo. El primer espacio que se abrirá es el electoral de 2027. Este espacio se abre mucho antes, casi mañana. Y es preocupante que no existe -o por lo menos no lo percibo- ningún debate para definir una estrategia y una forma adecuada de unidad de acción para llenar este espacio. La gran oportunidad es que en la coyuntura electoral, haciéndolo bien, se logre romper el silencio. Se abrirá un canal, tal vez el único, en el que la gente se pueda expresar sin miedo a represalias: votando. Bajo la protección que da el proceso electoral, los activistas pueden activarse, organizar y convocar. La gente, ahora pasiva, podrá usar su voto para expresar su desacuerdo. No para ganar, esto es imposible ante toda la gama de fraude que tiene a la mano el gobierno – y ante una mayoría todavía engañada. Es para romper el silencio y poner la oposición en el mapa. Quien piensa que esto es poco está equivocado. Es la condición indispensable para seguir resistiendo.






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domingo, 30 de noviembre de 2025

Carta a Nayib Bukele, amigo de magnates de mala reputación. De Paolo Luers

 

"¿Va a hablar con otro gran amigo suyo, el magnate mexicano Ricardo Salinas Pliego - para coordinar lo que van a decir sobre su chero Zhao? Porque fue Salinas quien le presentó a Changpeng Zhao. Salinas Pliego también apuesta por las criptomonedas – a través  de Binance. De paso sea dicho: Salinas Pliego tiene ambiciones presidenciales y quiere aplicar en México el ‘modelo Bukele’ de seguridad. Fue condenado por la Corte Suprema a cancelar una deuda al fisco mexicano de 2,600  millones de dólares - y en Estados Unidos está demandado por otros 580 millones de dólares."

SIGUIENTE PÁGINA, viernes 21 de noviembre 2025 

Ciudadano:

¿Qué tal su amigo Changpeng Zhao? ¿Se recuerda, el billonario fundador de la corredora de Bitcoin más grande del mundo, Binance, a quien usted recibió en Casa Presidencial como si fuera un jefe de Estado? Cuando Zhao fue sentenciado a cuatro meses de prisión en mayo de 2024, usted se quedó callado. Ya no lo conocía. Lo condenaron por haber usado su plataforma de intercambio de monedas digitales para lavar dinero mediante “transacciones con ganancias de actividades ilícitas”. El hombre se declaró culpable – y con un pago de 4 billones de dólares de multa calificó para su posterior indulto presidencial – de Donald Trump. Era de esperar: los hijos de Trump, Eric y Donald Jr., son socios de Zhao en negocios financieros. Pero me imagino que lo ha hablado para revivir la vieja amistad, ahora que ha recibido el indulto y regresa a sus negocios. 


¿Pero también ha hablado con Zhao sobre la nueva acusación contra él y su empresa Binance? Ahora, la acusación (presentada en Estados Unidos por víctimas de la masacre del 7 de octubre de 2023, cometida por Hamas) es mucho más seria: acusan a Zhao y Binance de haber usado su plataforma para mandar millones de dólares a Hamas y Hizbolah, organizaciones designadas terroristas por el gobierno de Estados Unidos. Según los documentos en una corte federal en Dakota del Norte, Binance despachó a Hamas 50 millones de dólares - después de los ataques del 7 de octubre. “Al deliberadamente no supervisar los fondos, Binance garantizó que los terroristas y otros delincuentes pudieran depositar y mover enormes sumas de dinero en la bolsa con total impunidad”, dice en el documento de la corte federal.

 

¿Va a pronunciarse sobre esto? ¿Va a hablar sobre este problema con su otro amigo, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani, el emir de Qatar? Porque si Hamas ha recibido millones, los habrá recibido en cuentas en Qatar, donde esta organización terrorista tiene su sede internacional.

 

¿Va a hablar con otro gran amigo suyo, el magnate mexicano Ricardo Salinas Pliego - para coordinar lo que van a decir sobre su chero Zhao? Porque fue Salinas quien le presentó a Changpeng Zhao. Salinas Pliego también apuesta por las criptomonedas – a través  de Binance. De paso sea dicho: Salinas Pliego tiene ambiciones presidenciales y quiere aplicar en México el ‘modelo Bukele’ de seguridad. Fue condenado por la Corte Suprema a cancelar una deuda al fisco mexicano de 2,600  millones de dólares - y en Estados Unidos está demandado por otros 580 millones de dólares.

 

Es impresionante cómo ha logrado codearse con amigos multimillonarios con complicados líos financieros y legales: Trump, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani, Changpeng Zhao y Salinas Pliego. ¿Cómo beneficia esto al país que gobierna? Sepa Dios.

 





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