Pocos días habían pasado desde la muerte de Paco Flores, cuando Alfredo Cristiani levantó su voz para hacernos un llamado urgente: “Que el del ex presidente Flores sea el último caso de venganza política que veamos en nuestro país.”
Y hablando de Mauricio Funes, aunque sin mencionar su nombre, Alfredo Cristiani dijo: “Todos deseamos que se haga justicia… Esto incluye aquellos que han utilizado al Estado para desatar la campaña de destrucción moral del ex presidente Flores.”
Viendo las noticias de estos días sobre las investigaciones contra Mauricio Funes, y escuchando las reacciones que están desatando, es necesario reiterar este valiente llamado del presidente que firmó la paz. Estamos al punto de repetir la historia y de nuevamente obstruir la justicia con las mismas actitudes morbosas de venganza y precondena.
Precisamente los que queremos que haya justicia en el caso de Funes y la corrupción en su gobierno tenemos que insistir que este caso no se contamine con precondenas y deseos de venganza.
¿Cuál fue la idea central del llamado de Alfredo Cristiano luego de la trágica muerte de Paco Flores? Estas dos frases:
“La muerte del ex presidente Francisco Flores nos obliga a todos los salvadoreños a reflexionar sobre la confrontación socio-política, antes de que su fuerza destructiva se torne irreversible.”
“La pregunta no debe ser ¿quién es el siguiente en la lista de enemigos? Debemos preguntarnos ¿cómo podemos erradicar la utilización de la justicia en función de objetivos políticos?”
Esta pregunta de un ex presidente preocupado sigue vigente. No podemos decir que a raíz de los terribles abusos de justicia que el país vivió a manos del ex presidente Funes y del ex fiscal Luis Martínez, tengamos resueltos los problemas que Alfredo Cristiani señaló para evitar que la muerte de Paco Flores provoque otra escalada en la cadena de venganza. No podemos decir que ahora tengamos un Estado de Derecho inmune a las tentaciones del uso vengativo y político de la justicia. La fiscalía sigue compensando con acciones mediáticas su deficiencia en investigación y pruebas sólidas – y lamentablemente consigue cómplices en los medios…
Los que tenemos años de ser críticos (y por qué no decirlo: enemigos) de Mauricio Funes, porque simboliza el cinismo que destruye la credibilidad de la política, pensémoslo bien: ¿Cuál es nuestro objetivo principal, por el cual realmente vale la pena luchar – satisfacer nuestro deseo de ver a Funes detrás de las rejas, o fortalecer nuestro Estado de Derecho, haciendo funcionar nuestras instituciones, muy por encima de las emociones políticas?
Es de gran importancia -yo diría de interés nacional- que las investigaciones del manejo de recursos públicos que hizo la administración Funes sean impecables, justas, libres de contaminación. Y que así sean los posibles juicios, una vez que la fiscalía presente cargos contra Funes y sus amigos.
Pero esto no sólo depende del trabajo limpio y profesional de la fiscalía, que a diferencia de otros casos emblemáticos tiene que abstenerse de trasladar el caso contra Funes al terreno mediático y político – también depende, en gran medida, de la madurez de la oposición política, de los medios y de todos que generamos opinión pública. A todos ellos estaba dirigido el mensaje de Alfredo Cristiani, a todos ellos dirijo hoy esta carta. Los que manejaron desde gobierno y fiscalía los casos de Paco Flores y de don Billy Sol y los demás acusados en el caso CEL-ENEL, hicieron gran daño al Estado de Derecho y su credibilidad. No podemos darnos el lujo ahora, cuando al fin se investiga a Mauricio Funes y sus amigos, de cometer el mismo error.
Saludos,
(MAS!/El Diario de Hoy)