lunes, 19 de agosto de 2019

Carta a las feministas: ¿Del caso Evelyn, adónde ir? De Paolo Luers


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 20 agosto 2019


Estimadas amigas: 
El juez del Tribunal de Sentencia de Cojutepeque absolvió a Evelyn Hernández, a quien la fiscalía quería mandar a la cárcel por 40 (!) años por la muerte de su bebé. Para la fiscalía, fue homicidio agravado, mientras que la defensa sostuvo que el bebé murió en el parto no asistido. El juez, en su sentencia, dijo: La fiscalía no me convenció que fue homicidio. No la pude condenar.”

Esto es justicia aplicada. El juez no se volvió feminista, ni tampoco tomó partido por ustedes en el debate sobre el aborto. Tampoco le correspondía. Sólo aplicó la justicia correcta y valientemente: “Donde hay duda, prevalece la asunción de inocencia. Si la fiscalía acusa a alguien de homicidio y quiere una pena tan drástica, tiene que comprobarlo.” Lamentablemente, esta manera consecuente de aplicar la justicia, con total independencia de posiciones ideológicas o religiosas, todavía hace noticia en nuestro país, cuando tendría que ser la regla. 

Esta sentencia obviamente es buena noticia para las organizaciones feministas, que durante años han apoyado a Evelyn Hernández y a otras mujeres acusadas (o incluso condenadas) en casos comparables. Ustedes y el equipo jurídico que pusieron a Evelyn tienen todo el derecho de celebrar. Hicieron un excelente trabajo, dentro y fuera del tribunal.

Pero la absolución de Evelyn Hernández no es un triunfo del feminismo y de su lucha contra la prohibición del aborto. Es un triunfo de la justicia. Independientemente de que estemos en favor o no de la despenalización del aborto, esta sentencia la podemos celebrar todos que estamos luchando por un Estado de Derecho que deje de verse subordinado a imperativos ideológicos o religiosos, sino solamente a la Ley. 

Las feministas y su lucha por la liberalización de la legislación del aborto se harían un favor si celebran la sentencia en el caso Evelyn no de una manera militante e ideológica, sino de manera incluyente y pragmática, enfocando en el triunfo de la justicia, no en un supuesto triunfo de la causa feminista. 

Este caso, bien explicado en los medios y los debates públicos que seguirá provocando, puede contribuir a la formación y consolidación de una opinión pública favorable al montón de mujeres con casos parecidos a Evelyn. Puede ayudar a construir una nueva mayoría social más liberal, menos conservadora, y sobre todo comprometida con la defensa del Estado de Derecho. Solo en un país con una opinión pública liberal que defiende el Estado de Derecho, los movimientos feministas van a encontrar espacio para avanzar en el debate sobre la legislación del aborto o para otras causas que defienden.

Pero ojo: No todos quienes hoy celebran la sentencia absolutoria para Evelyn Hernández, lo ven como un paso hacia la liberalización del aborto. Lo ven como lo que es: un paso para consolidar el Estado de Derecho. En el debate sobre el aborto la mayoría ni siquiera ha entrado. Pueden en el futuro convencerse que un siguiente paso para consolidar el Estado de Derecho sería necesariamente la despenalización del aborto, pero ojo en la palabra 'convencer’. Siempre he dicho que para proponer reformas como el matrimonio igualitario o la liberalización del aborto, antes tiene que crearse una mayoría social sólida y convencida. Esto requiere mucho debate, mucha tolerancia, mucha labor de construir consensos. Y que todos se abstengan de intentos de imposición.

Que bueno sería que el desenlace feliz del caso Evelyn no fuera un punto más de división de nuestra sociedad, sino un punto de partida para la construcción de consensos para una sociedad más liberal y tolerante.

Saludos,