América Latina lo va a observar con gran atención, camarada Lula. Y también los brasileños. No le dieron carta blanca. Le dieron una segunda oportunidad, pero no todo el poder.
Audio de la carta a Lula.mp3
Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 1 noviembre 2022
Lula:
Hiciste tu comeback. De símbolo de corrupción (junto con Odebrecht), nuevamente a la presidencia. No sé si felicitarte. Aunque tengo que decir que estoy contento de que no ganó Jair Bolsonaro, el Trump tropical, el autócrata intolerante.
Contrario a lo que usted y su campaña aseguraron miles de veces, usted nunca fue absuelto de las acusaciones de corrupción masiva. La Corte nunca lo declaró inocente, sino que su condena fue anulada por errores técnicos. Sólo los ciegamente fanáticos seguidores suyos votaron por usted porque lo creen inocente de las acusaciones de corrupción. La gran mayoría de los brasileños votó por usted a pesar de que lo saben corrupto.
Sin embargo, usted no tiene un récord de gobernante autoritario o represivo. Cuando gobernó, no trató de tomar control dictatorial del Estado, respetó la separación de poderes y el pluralismo político y ha mostrado capacidad de concertar. Todo lo contrario a Bolsonaro.
Si fuera brasileño, hubiera votado por usted. Sin entusiasmo, sin grandes expectativas. Si ambos candidatos son corruptos, uno vota por el que menos peligro constituye para la democracia. Un voto en contra del autoritarismo.
Usted ganó por eso. No será otra vez la figura de luz, el santo de devoción de las masas empobrecidas de todo el continente, como cuando llegó al poder por primera vez, en 2003. Ojala que sepa tomarlo en cuenta, para poder gobernar un país tan dividido como es Brasil, con 49% que votó por la extrema derecha, sin mayoría ni en el Senado ni en la Cámara de Diputados, con la mayoría de gobernadores de derecha.
Usted ganó también por la nostalgia que muchos tienen de los años dorados durante su presidencia, con altísimo crecimiento económico, con abundancia de dinero. Pero estos años no sólo fueron dorados por las políticas sociales que usted impulsó, sino en primer lugar por el sensacional boom de los precios de todas las materias primas que compraban a Brasil los países industrializados. Pero este boom ya no existe y la abundancia no se va a repetir, gobierne quien gobierne. Ojala que usted, con la experiencia que tiene con exitosos programas sociales, logre otra vez reducir la pobreza, aunque en menor escala.
Las expectativas que surgen de esta nostalgia por los años dorados, que bajo su gobierno hicieron de Brasil un país un poco más justo, pueden ser una trampa mortal para usted.
Espero que usted, con sus 77 años de edad y 40 en la política, haya madurado. Ojalá que no vuelva a justificar a los dirigentes, originalmente de izquierda, convertidos en dictadores, como los Castro, Ortega y los chavistas venezolanos. Ojalá que entierre el Foro de Sao Paulo que hizo barra a estos dictadores.
Ojalá que haya aprendido algo del fiasco moral y político de Mauricio Funes, quien sin su apoyo tal vez nunca hubiera llegado al poder en El Salvador. Ojalá que haga sus alianzas no con Maduro y Ortega, sino con los recién electos presidentes de izquierda de Chile y Colombia, quienes se desmarcan del autoritarismo de color rojo.
A raíz de su elección, nuevamente algunos imbéciles circulan un mapa de América Latina, donde Cuba, Venezuela y Nicaragua están pintados de rojo igual que países donde gobiernan izquierdas democráticas y respetuosas a los derechos humanos y las libertades cívicas.
El mapa equivocado en rojo-azul |
Si alguien quiere hacer un papa político del continente, que no marque derecha versus izquierda, sino democracias versus autocracias. En este mapa, estaría El Salvador del mismo color que Nicaragua; Chile del mismo color que Ecuador; Colombia de diferente color que Venezuela. Ojalá que usted entienda esto a la hora de definir su política exterior.
Saludos,