Publicado en MAS! y ELDIARIO DE HOY, martes 27 abril 2021
Ciudadano presidente:
Un presidente peleando con la ciencia y los científicos siempre se ve mal. Tal vez “el pueblo” se deja impresionar por un presidente que toma decisiones ágiles, en vez de procesar consultas con expertos y científicos que puede tomar su tiempo. Pero esto le da popularidad por un rato. A la larga se harán evidentes los errores y daños causados por la soberbia de un gobernante que desprecia la ciencia.
Recientemente, la Asamblea aprobó la Ley de Cáncer, luego de un arduo trabajo con médicos e investigadores. Al fin, uno de los desafíos de salud pública tendrá instrumentos legales e institucionales para detectar y combatir a tiempo el cáncer. Pero usted, como ya ha dicho en público que ningún decreto emitido por la Asamblea saliente entraría en vigencia, mandó de regreso la Ley con observaciones. No la vetó, porque hasta usted se dio cuenta que vetar una ley en un tema tan delicado como el cáncer que cobra cientos de vidas cada mes tendría un costo político, porque lo desnudaría como insensible y negligente.
Pero las observaciones que usted hizo equivalen a un veto. Básicamente, son dos: Una, que no se necesita una ley especial para cada enfermedad. O sea, no se necesita una ley que mejore la detección temprana para reducir la mortalidad del cáncer. La otra observación es que eliminen el Registro Nacional del Cáncer, porque no es necesario.
Médicos, científicos e investigadores que participaron en la elaboración de la ley sostienen que estas dos observaciones equivalen a un veto, porque le quita a la legislación los dientes y significaría “una condena a muerte” para muchos pacientes de cáncer. Piden a la Asamblea reafirmar la ley original, desechando las observaciones. Esto urge, porque la próxima Asamblea con toda seguridad desechará esta ley.
¿Usted se quiere echar encima esta mancha de haber condenado a muerte a cientos de pacientes cada año, cuyas vidas se podrían salvar con los instrumentos legales e institucionales que da la Ley del Cáncer?
¿Por qué un presidente quiere vetar una Ley tan sensata y necesaria, contra todas las razones científicas? Usted ya lo dijo en público: Ninguna ley de la Asamblea saliente va a entrar en vigencia. Como esta es la voluntad del presidente, tampoco ningún representante de su gobierno, del Ministerio de Salud ni del Instituto Salvadoreño del Seguro Social hizo caso a las convocatorias de la Comisión de Salud de la Asamblea. Según usted, no se negocia con los corruptos que de todos modos ya perderían el control de la Asamblea. Su cinismo llegó al colmo cuando justificó sus observaciones (su veto de facto) con el hecho de que la Asamblea no tomó en cuenta las opiniones del gobierno.
Si la Ley del Cáncer no cobra vigencia con todos los dientes necesarios y con el Registro Nacional del Cáncer, morirán salvadoreños que con la ley tendrían cura. El culpable sería usted, ciudadano presidente, y también los diputados, si se dejan intimidar y hacen caso a sus observaciones.
Un presidente sensato estaría orgulloso de poder contar con expertos como el Dr. Jorge Panameño para el combate a covid-19 o el Dr. Raúl Lara para el combate contra el cáncer. Usted no. Usted piensa que no necesita consejos de expertos científicos.
En Alemania tenemos un dicho popular: “Der Hochmut kommt vor dem Fall”. Libremente traducido dice: La soberbia lleva a la caída. En el caso suyo, esta soberbia que le lleva a descartar los consejos y las advertencias de la ciencia, en algún momento lo va destruir.
Saludos,