Parece que lo que están construyendo en el corazón del centro
histórico, en la Plaza Barrios frente al Palacio Nacional, es el
escenario medieval para el traspaso del mando presidencial. Cerraron las
calles tres semanas antes del evento, y docenas de carpinteros están
levantando unas tarimas hechas de cuartones de madera.
Conociendo al presidente electo, yo
hubiera pensado que iba a hablar a sus representantes en la comisión
preparatorio del evento del traspaso de mando para decirles: Miren,
ármenme una onda como si fuera la llegada de los Rolling Stones. Hablen
a estas compañías que no solo te arman tarimas sino espectáculos, pero
del primer mundo. Vamos con todo para que vean que somos diferentes…
Pero obviamente no dio esta orden. Alguien tomó la decisión de no usar los servicios existentes de espectáculos.
Estas compañías existen en El Salvador.
Tienen sistemas modulares de metal. Uno les da un dibujo de lo que
quiere construir y exhibir, y lo arman en dos patadas, con sonido y
luces incluidos, al tamaño y la altura que uno pida. Y como son módulos
prefabricados y reutilizables, sale mucho más económico que armar una
estructura de madera para un solo evento. Esto es, literalmente,
regresar al tiempo medieval…
Bueno, cada uno tiene derecho de hacer sus fiestas a su manera. Pero
lo que sí podemos exigir es que se transparenten los costos de esta
manera medieval de hacer unas tarimas y escenografías, y que se diga
cuanto hubiera costado en el sistema modular de metal.
Tienen que
haberlo cotizado. Se necesitan además una explicación porque era
necesario cerrar el paso vehicular 3 semanas antes del evento. También
habría que preguntar cómo piensan reciclar todo el montón (mejor dicho,
el bosque) de madera que están utilizando para su obra.
¿O
quedaría montado en un museo esta escenografía del día histórico en
que en nuestro país se declaró por cerrada la post guerra?
Como dice Pencho Duque, sólo por fregar.
Saludos,
(MAS! y EL DIARIO DE HOY)