Pero no era así. Estos miedos alimentaban los discursos de campaña, pero nunca la base sobre la cual funcionaba la política. Por esto en el 2009 pudo haber una transición del poder sin sobresaltos, totalmente pacífica, y ampliamente aceptada por la sociedad y toda la clase política.
Se estaban enfrentando (y al final alternando en el poder) las dos fuerzas que juntos habían creado, con los Acuerdos de Paz y las correspondientes reformas constitucionales, el sistema democrático pluralista, con independencia de poderes y garantía de las libertades. Aunque ARENA y Frente tuvieron (y siguen teniendo) diferentes concepciones de cómo desarrollar este sistema, ambos en esencia estaban comprometidos a defenderlo. Y no solo los dos partidos de la polaridad política, sino toda la sociedad tuvo este consenso básico.
La primera interrogante para el 2019: ¿Prevalecerá el consenso de defender la República fundada en los Acuerdos de Paz, con una polarización partidaria dentro del mismo sistema político – o esta polarización será sustituida por una entre “el sistema” y una fuerza anti-sistema?
Tendremos para el 2019 dos escenarios: O asumirá el poder Carlos Calleja, con apoyo de ARENA, PCN y PDC – o Nayib Bukele, con apoyo de Nuevas Ideas y GANA. Dibujemos estos escenarios.
Un gobierno de Calleja tendrá bastante posibilidades de crear mejoras en los principales problemas de país, aunque esto dependerá del apoyo que encuentre en la sociedad para los cambios necesarios y contra las resistencias incluso en sus propios partidos.
- Gobernabilidad sólida en la Asamblea Legislativa para arrancar con las iniciativas legislativas necesarias (y posiblemente no populares);
- Un gobierno más eficiente y transparente;
Un gobierno que redefina las prioridades del Estado, abandonando la práctica clientelista de los últimos tres gobiernos; - Un boom de inversión, debido a inversiones retenidas en los últimos años y una mejor relación entre gobierno y sector privado;
- Menos peligro para la estabilidad institucional, mas seguridad jurídica; más predictibilidad para los inversionistas;
- Voluntad de enfrentar el problema de seguridad con inversión social sostenida y focalizada, en vez de apostar a una guerra interminable contra las pandillas.
- Tensa relación gobierno-sector privado;
- Poca capacidad administrativa y de ejecución;
- Prioridad de gastos de carácter clientelista y en proyectos de impacto mediático;
- Incertidumbre sobre las políticas de seguridad, ya que Bukele evade este tema.
- Falta de gobernabilidad en el Legislativo, con el peligro de resolver este vacío con medidas que atenten contra la separación de poderes.
- Tener una fiscalía general fuerte e independiente;
- No sabemos si la nueva Sala responde a este criterio. Hay que presionar desde la ciudadanía;
- Fortalecer la capacidad de incidencia de la Sociedad Civil y sus articulaciones gremiales, sociales y académicas;
- Avanzar decididamente en la renovación de los partidos, en especial FMLN y ARENA, moviéndolos al centro, democratizándolos, recuperando la confianza ciudadana;
- Robustecer la libertad de expresión y la independencia y la capacidad de incidencia de los medios de comunicación.
Entonces, las otras interrogantes para el 2019 son:
¿Logra el FMLN parar su declive, posicionarse como una propuesta válida de izquierda, deshacerse de sus tendencias populistas, y ejercer su rol de oposición y correctivo ante el gobierno que salga electo?
¿Logra ARENA aprovechar los nuevos aires aportados por sus nuevas figuras Carlos Calleja, Javier Simán y Carmen Aída Lazo para hacer irreversible su renovación, independientemente si le toca gobernar o ejercer la oposición y la defensa de la institucionalidad?
¿En qué tipo de fuerza se va a convertir la alianza que respalda a Bukele? Todo indica que no va a perdurar, gane o pierda las elecciones presidenciales. En ambos casos, habrá una competencia férrea entre GANA y Nuevas Ideas sobre quién de los dos se convertirá en el 2021 en la verdadera tercera fuerza en la Asamblea y en los gobiernos locales.
Este artículo es parte de la Edición Especial
de fin de año de EL DIARIO DE HOY