domingo, 7 de octubre de 2018

Primero limpiar la casa (presidencial). Columna Transversal

(1 junio 2019. Discurso del presidente de la República,
que este día asume su mandato)

Ustedes conocen nuestro Plan de Gobierno. Ahí están detallados nuestros compromisos de mejorar la educación, la salud, la seguridad, la economía, las inversiones sociales, la creación de empleos, la infraestructura, la seguridad energética. En los meses de transición hemos avanzado en convertir algunos de estos compromisos en políticas públicas; para otros temas nos faltan los datos necesarios que resultarán de las auditorías exhaustivas que van a comenzar mañana. Dentro de poco vamos a presentar todas las políticas públicas e iniciar las gestiones legislativas necesarias, previas consultas con todos los sectores de la sociedad.

Pero hay algunas medidas que ya están decididas y que vamos a comenzar a implementar hoy mismo. Son medidas que solo dependen de la voluntad y decisión de este presidente y del gabinete que juramentaremos hoy. Se pueden resumir en una frase: Primero hay que limpiar y ordenar la casa – Casa Presidencial.

Las tres últimas administraciones han creado en Casa Presidencial un sobregobierno, restando facultades a las ministerios y al Consejo de Ministros, duplicando y confundiendo competencias y gastos, y evadiendo rendición de cuentas. Este elefante blanco lo vamos a desmontar y restablecer la institucionalidad del gabinete de gobierno y la responsabilidad de cada ministro sobre políticas públicas y la ejecución del presupuesto.

Las decisiones de este gobierno no van a emanar de un despacho presidencial donde el mandatario confabula con asesores, secretarios y comisarios políticos, quienes no responden a las responsabilidades legales y presupuestarias de ministros del Estado. Van a surgir de un Consejo de Ministros coordinado por la vicepresidencia y presidido por este servidor.

Todas las competencias de las secretarías de Inclusión Social, Juventud, Protección Civil, y muchas de las competencias de las actuales secretarías de Comunicación, Asuntos Jurídicos y de Gobernabilidad van a ser asumidos por los respectivos ministerios.

Esto implica un rediseño de varios ministerios y la creación de dos nuevos: Inclusión Social y Justicia. El primero se hará cargo de toda la inversión social y del sistema nacional de prevención de violencia y delincuencia. Justicia va a dejar de ser un apéndice raquítico del Ministerio de Seguridad, conducido por oficiales de policía, y entre otras cosas asumir la administración del sistema penitenciario y las políticas de rehabilitación.

Como han visto, he nombrado ministros de Defensa y de Seguridad civiles, quienes van a establecer el control civil sobre los cuerpos armados del país. Es una condición indispensable para efectivamente combatir abusos de autoridad y garantizar el cumplimiento de los Derechos Humanos.
La actual Secretaría de Comunicación será transformada en una Oficina de Prensa de la Presidencia. Los medios estatales de comunicación social, ahora adscritos a la Secretaría de Comunicación, saldrán del control de la presidencia y serán convertidos en entidades autónomas, sin control político de la Presidencia.

Medidas parecidas serán tomadas en el Ministerio de Cultura, convirtiendo las instituciones culturales (teatros, museos, bibliotecas, zoológico) en instituciones autónomas. Las instituciones autónomas de comunicación social y cultura serán conducidas por directivas profesionales y no políticas, que incluirán representantes de la academia y la Sociedad Civil.

El reglamento que hoy firmaré reducirá la publicidad de Cada Presidencial y de todas las dependencias del Ejecutivo estrictamente a la difusión de información necesaria para la ciudadanía. Quedará determinantemente prohibida cualquier publicidad gubernamental para promover al gobierno y sus instituciones. Esta regla será extensiva a las autónomas y superintendencias.
Dos secretarías de la Presidencia serán disueltos: la Secretaría de Participación Ciudadana, Transparencia y Anticorrupción, que en el fondo es un aparato de propaganda; y la Secretaría de Gobernabilidad. Algunas funciones de estas secretarías (las que no son superfluas ni ajenas a la función pública) serán asumidas por la Vicepresidencia, Secretaría Técnica, o la nueva Oficina de Auditoría interna que será adscrita a la Vicepresidencia.

Todo el aparataje de Casa Presidencial que estaba en función de los programas Gobernando con la Gente y Buen Vivir será disuelto. La presidencia no va a ejecutar ningún programa publicitario de este tipo.

A la Secretaría Técnica será adscrita un Centro de Investigación Económica-Social de alta calidad académica, el cual también dará servicios profesionales a los ministerios. Esta medida reducirá sustancialmente el gasto del Ejecutivo en asesores y consultorías.

Otro reglamento que presentaré hoy al Consejo de Ministros establece la creación de un car pool, un servicio centralizado de transporte, que sustituirá la asignación de vehículos a los funcionarios. Este servicio será exclusivamente para usos oficiales. Para uso privado y familiar, cada funcionaría hará uso de su vehículo particular. La flota gubernamental será reducida drásticamente y vehículos de lujo serán sustituidos por vehículos funcionales y económicos. Medidas similares serán ejecutadas en el resto del Ejecutivo.

No habrá partida secreta, ni fondos discrecionales, ni en Casa Presidencial, ni en otras dependencias del Ejecutivo; tampoco transferencias presupuestarias no autorizadas por la Asamblea. Los únicos fondos reservados serán los asignados a la Oficina de Inteligencia del Estado, los cuales serán sujeto a estricta auditoría.

No habrá en este gobierno ningún tipo de sobresueldos, y las asignaciones de gastos de representación, combustible y telefonía serán reducidos al mínimo necesario y estrictamente auditados.

Como presidente, comandante en jefe de la Fuerza Armada y responsable de la PNC y de la Oficina de Inteligencia del Estado voy a asumir personalmente la conducción de las políticas de Seguridad Pública y Seguridad Nacional.

La vicepresidencia asumirá la responsabilidad de conducir nuestro esfuerzo especial: asegurar que las políticas sociales y económicas obedezcan a una priorización integral. Ambos vamos a asegurar que las políticas sociales, económicas y de seguridad obedezcan a una estricta coordinatación y focalización para producir sinérgicamente crecimiento económico, inclusión social, reducción de la pobreza y seguridad ciudadana.

Con todas estas medidas, que vamos a oficializar hoy y poner en práctica al más corto plazo, el presupuesto de Casa Presidencial se reducirá sustancialmente y será más transparente. Casa Presidencial será un lugar de toma de decisiones, y la implementación de las políticas estará al cargo de los ministerios y bajo responsabilidad de los ministros y viceministros.
A todo esto me refiero cuando digo: Primero vamos a limpiar la casa.

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