domingo, 28 de enero de 2018

El vicio del “mientras tanto”. Columna Transversal

Las medidas de emergencia y las soluciones “mientras tanto” son legítimas y necesarias, porque las soluciones integrales y de fondo siempre cuestan tiempo largo, y “mientras tanto” hay que aliviar los problemas. Lo que no es legítimo es quedarse con las soluciones provisionales, de emergencia, y dejar de construir, paso por paso, las verdaderas soluciones.

Este es el problema detrás de la crisis del TPS. Como dice su nombre, el TPS fue una medida temporal concedida por Estados Unidas, a raíz de los terremotos del 2001 que dieron nuevo impulso a la emigración. Han pasado 17 años y de repente un presidente, que llegó a la Casa Blanca con un discurso antiinmigrantes, suspende este programa temporal. Asustados por el posible impacto que esto tendrá sobre la comunidad salvadoreña y sobre nuestro país, ahora comenzamos a discutir lo que debiéramos haber discutido en el 2002: ¿Cómo conseguir soluciones migratorias permanentes para los salvadoreños en Estados Unidos? ¿Cómo podemos hacer para poner a nuestro país en condiciones para integrar a los que quieren regresar? En 17 años los sucesivos gobiernos salvadoreños no han construido nada, absolutamente nada, para gradualmente resolver estos dos retos. No hemos tenido una política hacia Estados Unidos para facilitar la integración permanente de los migrantes que quieren quedar en este país, ni tampoco hemos construido las condiciones para repatriar e integrar a los que así lo desean o están siendo deportados. Nos hemos conformado con la solución temporal, el famoso TPS, hasta que se acabuche. Ahora la Casa Blanca nos dio un plazo de 18 meses para hacer lo que en 17 años ni siquiera hemos comenzado a hacer.

Otro ejemplo: las “medidas extraordinarias”, elemento principal de la estrategia de seguridad del actual gobierno. Fueron decretadas hace dos años, porque el gobierno ya no hallaba cómo enfrentar dentro del marco legal normal la ola de violencia e inseguridad provocada por sus propias decisiones. Aunque nadie lo quería llamar así, estas medidas constituyen un Estado de Excepción, que por definición tiene que ser temporal y extraordinario, exclusivamente para hacer frente a un Estado de Emergencia. Se suprimieron derechos garantizados en la Constitución, en tratados internacionales y en nuestras leyes, no todos y no a toda la población, pero al sistema carcelario, a la población interna, a sus familiares e incluso a sus defensores. Se suprimió incluso el derecho a la información pública a prohibir a la prensa el acceso a los penales.

Un Estado de Excepción de este tipo es legítimo para responder a una emergencia. Por esto se llama un “de excepción” o “medidas extraordinarias”. Pero no puede ser la regla. No puede ser permanente. Pero ahora, por segunda vez, el gobierno solicita que estas medidas extraordinarias temporales se prolonguen un años más. ¿Medidas temporales para 3 años? ¿Por qué? Porque el gobierno no ha aprovechado los dos años de disponer de facultades extraordinarias para construir soluciones permanentes que resuelvan el Estado de Emergencia para que ya no se tenga que aplicar un Estado de Excepción con supresión de derechos constitucionales. Es más, ya están diciendo voceros del FMLN y del gobierno que quieren que las medidas extraordinarias se vuelvan ordinarias y permanentes, cambiando el marco legal. Con esta solicitud se tiene que enfrentar la Asamblea Legislativa ahora, en medio de una campaña electoral.

Ojalá que la Asamblea tenga la dignidad y el valor de mandarlos al carajo. La incapacidad del gobierno de gobernar sin muletas de medidas extraordinarias no puede justificar que convirtamos el Estado de Excepción y la suspensión de derechos constitucionales en ley permanente.

Las mismas consideraciones se pueden hacer en otros temas, donde las medidas provisionales sustituyen las políticas que construyen soluciones permanentes. Por esto tenemos cada año prórrogas para no aplicar leyes aprobadas hace años: el seguro obligatorio para vehículos, la renovación de la flota del transporte público… Prórroga tras prórroga, pero mientras tanto no damos ningún paso para resolver la emergencia.

Cambiar esto será la prioridad #1 para los que salgan electos en estas elecciones legislativas y en la elección presidencial del 2019.
@paololuers
(El Diario de Hoy)