Sin embargo, creo que es un error del Diario no publicar esta nota. La nota es sólidamente investigada, mejor que muchas notas que a diario se publican, porque yo pude dedicar el tiempo necesario para profundizar la investigación. Lo único que falta a la nota es la versión de la PNC, más allá de la que se refleja en el requerimiento fiscal del caso. Pero es la PNC que ha decidido no responder mis preguntas. Los entiendo, se cometieron errores y delitos en el procedimiento policial, y no saben como explicarlos. Pero no podemos dar a las autoridades el poder que con su silencio bloqueen la publicación de una nota que revela sus errores.
Pido a mis lectores a reproducir esta nota para que tenga la difusión que merece el caso.
Paolo Luers
Daniel Alemán, joven de 22 años de
Altavista, se encuentra detenido desde el 10 de enero de este año. Y todo indica
que es inocente. En esta mala racha también ha tenido buena suerte. Buena
suerte de tener una madre como Meira, que el día de su captura no se despejó
del portón de la delegación policial en San Bartolo, a pesar de que le dijeron,
una y otra vez, que “aquí no ha entrada ningún detenido de Altavista” (para no
citar las expresiones ofensivas), hasta que vio a su hijo, conducido por 4
hombres disfrazados con gorras navarones a un vehículo con placas particulares.
Desde este momento, ya no le podía pasar algo peor de lo que ya le había pasado
a su hijo.
Los testigos y la Unidad de Control de la PNC
Daniel tiene la buena suerte de tener una
hermana como Tatiana, que con gran pasión ha logrado difundir en redes sociales
y medios su caso y las extrañas circunstancias de su captura. Resultado del gran
eco que sus denuncias han tenido, una semana después de la captura, el 18 de
enero, la Unidad de Control de la PNC inició una investigación del
procedimiento de la captura de Daniel Alemán. Ahora existe un informe de la
Unidad de Control, que no es accesible para el público, pero que en su momento
el juez del caso tiene que solicitar y poner a disposición de la defensa. La
defensa ya anunció que va a solicitar una audiencia de revisión de medidas.
Los mismos testigos que dieron testimonio
a la Unidad de Control han prestado declaraciones para esta investigación
periodística. Pintan una historia que en nada coincide con los hechos relatados
en el requerimiento que la Fiscalía ha presentado al juez y en las declaraciones
de los agentes de la PNC destacados en la subdelegación Altavista que
efectuaron la captura.
Otra suerte de Daniel fue que por lo
menos 30 personas fueron testigos de su captura: jóvenes que junto con él
estaban jugando un partido de fútbol; otros que estaban esperando entrar en el
siguiente partido; e incluso un agente del CAM de Tonacatepeque al cargo de la
vigilancia del Complejo Deportivo de Altavista. Todos los entrevistados han repetido
lo que anteriormente dijeron a los investigadores de la Unidad de Control de la
PNC: que vieron de cerca como los agentes registraron minuciosamente a Daniel y
otros dos muchachos en la cancha y que no les encontraron nada: ni tatuajes, ni
armas, ni drogas…
Por razones que ninguno de los testigos
se explica, se llevaron a Daniel, a las 5 de la tarde del día 10 de enero. Una
vez llegando a la subdelegación, un agente le mostró a Daniel un paquete envuelto
en plástico y amarrado con cinta, y le dijo: “Esto es lo que te encontramos.” Lo
obligaron a tocar y agarrarlo. Según el requerimiento fiscal, este paquete del
tamaño casi de un ladrillo, contiene una libra de marihuana. Por tanto, Daniel
está siendo acusado de tráfico de drogas; y en consecuencia, el juez no le
podía aplicar medidas cautelares y ordenó su detención preventiva.
“¿Cómo alguien que va a la cancha a jugar
fútbol, vestido de jeans y suéter, va a andar semejante bulto de droga? ¿Y cómo
y dónde lo puede esconder para que la policía, en el registro corporal, no lo
detecte?”, se pregunta uno de los compañeros de mascón, quien prefiere no identificarse
con su nombre por miedo a represalias de los policías destacados en Altavista.
A la pregunta si en esta colonia circula marihuana, el joven contesta: “Como
no. Circulan puchitos. Pero en la vida no he visto a nadie cargando en la calle
un bloque como este que sembraron a Daniel. Mucho menos que lo tenga encima un
jugador en la cancha. Es ilógico.”
La cancha de fútbol rápido del Complejo Deportivo Altavista, donde el 10 de enero jugaba Daniel Alemán cuando fue detenido por la PNC Altavista. Foto: Paolo Luers |
Otro joven, quien tampoco se quiere
identificar, hace la misma pregunta, las misma que según él ya la hizo a los
investigadores de la Unidad de Control: “Si yo y otro montón de gente estábamos
a la par de Daniel cuando lo llevaron en una patrulla que había entrada hasta
la cancha, ¿cómo es posible que ahora la policía y la fiscalía dicen que lo
detuvieron en el parqueo que queda a varias cuadras?” Es cierto, así consta en
el requerimiento fiscal contra Daniel Alemán. Así lo declararon los agentes de
la PNC que efectuaron la captura: “Observaron que se encuentra un sujeto sospechoso
en el interior del parqueo ubicado entre Block G y Block H frente al pasaje 6
de la Residencial Altavista”. Entre 30 y 40 testigos pueden testificar que fue
detenido en la cancha y que de ella lo llevaron en un carro patrulla. Y no solo
cambaron el lugar de la detención, también la hora. Según declaración unánime
de todos los entrevistados, Daniel fue detenido a las 5pm, y en el
requerimiento fiscal la PNC establece como hora de detención las 6.35pm. En
cambio, vecinos y comerciantes del mencionado parqueo declaran no haber visto
ninguna detención en este lugar.
Meira Alemán, la madre de Daniel, en el Complejo Deportivo Altavista |
Los pandilleros
En el transcurso del recorrido por la
colonia, la cancha y el parqueo, se acercaron unos jóvenes que se identificaron
como pandilleros del Barrio 18 Sureños. Esta es la pandilla que opera en esta
colonia. Preguntaron: “¿Usted es periodista? ¿Está viendo el caso de este bicho
Daniel?”
Los pandilleros afirman dos cosas: Daniel
no tiene nada que ver con la pandilla, nunca se ha metido con ellos. Lo
conocen, como todos se conocen en esta colonia. Uno dice: “Lo conozco de chiquito,
fuimos a la misma escuela y jugamos fútbol juntos. Nunca se metido en mierdas.”
Pero más relevante es la otra afirmación
de los pandilleros de Altavista: “Aquí nadie puede andar con paquetazos de
droga. Ni mucho menos vender. Cualquier loco que haría esto, si no lo agarra la
policía, lo agarramos nosotros. Es imposible.”
“Fichado de pandillero”
La fiscalía acusa a Daniel no sólo de
“posesión y tenencia (de drogas) con fines de tráfico”. Lo presenta como
“miembro activo de los grupos terroristas autodenominados maras o pandillas.”
Para esto, en el requerimiento fiscal los
policías no ofrecen ningún elemento comprobatorio. Extrañamente, la pertenencia
sólo se menciona en el apartado “Datos Personales del Imputado”, pero no aparece
en los “Fundamentos de la Imputación”.
El mismo requerimiento fiscal afirma que “se
desconoce si el imputado posee antecedentes”. Sin embargo, Xenia Contreras,
jefa de Comunicaciones de la PNC, afirma en una llamada al periódico MAS que
Daniel Alemán “está fichado de pandillero”.
Esta llamada la hizo Xenia Contreras,
porque la hermana de Daniel, Tatiana Alemán, trabaja en la redacción de MAS. Es
ella que en redes sociales ha denunciado la captura de su hermano. MAS no
estuvo haciendo ninguna investigación del caso pidiendo explicaciones a la PNC,
más bien Xenia Contreras contactó al MAS para invalidar las denuncias de
Tatiana. ¿Un intento -por cierto infructuoso- de coartar a Tatiana Alemán el
derecho de defender a su hermano?
En el transcurso de esta investigación se
trató a contactar a la directora de comunicaciones de la PNC para que explique
las inconsistencias de las declaraciones de los policías de Altavista, y para
que tuviera oportunidad de explicar en qué se basó su afirmación de Daniel
estaba “fichado de pandillero”. Hasta cerrar esta nota, ni Xenia Contreras ni
la PNC contestaron los mensajes en Whatsup. Sólo contestó una colaboradora de
comunicaciones que prometió pasar las preguntas a su jefa y a la dirección de
la PNC.
Los “antecedentes” de Daniel
De hecho, Daniel Alemán no tiene ningún
antecedente penal, ni ha sido detenido o investigado anteriormente. Sin embargo,
existen antecedentes en la relación del imputado Daniel Alemán con los agentes
de la subdelegación Altavista. Un día antes de su detención, el 9 de enero, Daniel
fue enviado por su madre a comprar en una tienda cercana al parqueo que la PNC erróneamente
señala como el lugar de su posterior detención. En la tienda Daniel fue
abordado por los mismos agentes que el día siguiente lo detuvieron. Fue
revisado sin resultado ninguno, pero lo detuvieron en el lugar, hasta que se
presentó su madre, alertada por vecinos. En esta ocasión, uno de los agentes
dijo a la madre: “Usted no le ande abrazando a este bicho, mejor dele una
vergueada, si no se la voy a dar yo.”
Daniel Aelemán con dos de sus hermanas |
Para los jóvenes de la colonia, este
comportamiento no es nada inusual, dicen recibirlo permanentemente de los policías
de Altavista. Otro “antecedente” de Daniel es que en diciembre 2016, estando en
la casa de unos amigos, entraron policías sin orden de allanamiento, registraron
la vivienda y todos las personas adentro, incluyendo a Daniel. Lo único que le
encontraron fue un celular, el cual se lo robaron. No denunció el robo. “¿Cómo
y dónde denunciar, si el misma policía?”, comenta la hermana de Daniel.
Algo anda mal en Altavista. Los
habitantes entrevistados, no sólo los jóvenes, expresan que si de alguien
tienen miedo en la colonia es de los agentes de su subdelegación. En cambio,
dicen no sentirse amenazados por los pandilleros de la zona. “Ahí andan, no se
meten con nosotros”, dice un de los amigos de Daniel.
Dudas sobre evidencias y testimonios falsos
Todo indica que el informe de la Unidad
de Control va a confirmar que la detención de Daniel Alemán fue arbitraria y
que los agentes, para tapar el error cometido, llegaron al extremo de
falsificar evidencias y dar testimonio falso. Pero esto ya no es un error, es
un delito. Mientras tanto está preso Daniel, a quien todos en Altavista
describen como un muchacho sano y amable que se dedicaba a ayudar a su madre en
su negocio de hacer y vender pan, y que para finales de enero ya tenía un
trabajo formal en una maquila de electrónicos en San Bartolo.
¿Cómo es posible que los agentes de
Altavista, luego de encontrar nada en la revisión corporal efectuada a Daniel
frente a docenas de testigos, dicen haberle encontrado un bulto de marihuana en
el camino a la subdelegación?
¿Por qué cambiaron lugar y hora de la detención? Cambiando la hora, PNC y FGR incluso se meten en otro problema de inconsistencia: Según el requerimiento fiscal, lo capturaron a las 6.35pm en el mencionado parqueo. Lo llevaron a la subdelegación Altavista, apareció la droga, lo trasladaron a San Bartolo, efectuaron la “prueba de campo” para determinar que el paquete contenía droga, y resultado de esto le comunican su detención formal a las 7pm. Es imposible que todo esto haya pasado en 25 minutos.
¿Por qué los investigadores, luego de
presuntamente haber encontrado droga, nunca allanaron la vivienda de la familia
Alemán, y nunca entrevistaron a los testigos en la escena de la detención de
Daniel?
¿Por qué la jefa de comunicaciones de la
PNC, Xenia Contreras, afirma que Daniel es “fichado de pandillero”, cuando en
el mismo requerimiento fiscal consta que no existen informaciones al respecto?
¿Por qué la jefa de comunicaciones de la
PNC contactó a la empresa donde trabaja la hermana de Daniel para advertirles
que su empleada es hermana de un “pandillero fichado”? ¿Será para ejercer
presión que la hermana deje de denunciar en redes sociales las acusaciones
falsas contra su hermano?
Todas estas son preguntas que deja
abierto el procedimiento - y la PNC se niega a contestarlas. Todo depende ahora
del informe de la Unidad de Control, la cual sí hizo las entrevistas
pertinentes a los testigos. En una solicitud de acceso a información pública, se
pidió a la PNC el informe de la Unidad de Control, pero no ha recibido
respuesta. En una comunicación telefónica con el oficial de información de la
Inspectoría General de Seguridad Pública, adscrita al Ministerio de Justicia y
Seguridad, la respuesta fue que estos informes son reservados. Le tocará al
juez de paz solicitarlo.
Con toda la información disponible, sólo
queda una conclusión: Daniel y todos los jóvenes de colonias como la Altavista
son “los sospechosos de siempre”. Lo detuvieron por equivocación, sin
fundamentos sostenibles. Luego fabricaron “evidencias” para justificar la
detención. Y ahora ya no pueden corregir el error, porque ya cometieron
delitos.
Lea también la Carta de Paolo sobre el tema: