Siempre la mara los está jodiendo. Como ahora vivimos bajo el régimen de la transparencia, alguien publicó los salarios que ustedes reciben, y que había encontrado en algún sitio de Internet.
Gran escándalo: Los secretarios de la presidencia todos ganan como 6 mil al mes, y algo parecido los jefes de las autónomas. Sumemos a esto el uso de buenos vehículos del estado, gasolina y celular libre, indudablemente sale una buena vida.
Fíjense, a mi no me escandaliza la manera como nosotros remuneramos a los ejecutivos del gobierno. O mejor dicho: si tuviera la certeza que ustedes son ejecutivos preparados, de la mayor calificación académica-profesional y alto rendimiento, yo estaría de acuerdo que ganen aun más. Estoy convencido que el Estado debe de tener la capacidad de competir con el sector privado en la atracción de los mejores cuadros gerenciales.
Me parece ridículo que en nuestro país los ministros tengan salarios de 3 mil dólares, cuando ejecutivos en el empresa privada con el mismo grado de responsabilidad, manejo de personal y de presupuestos no estarían dispuestos de trabajar por ese salario. Y me parece sumamente peligroso que la solución a este dilema no es redefinir los salarios formales sino la cultura del sobre de manila con el sobresueldo. Es peligroso porque abre la puerta a cualquier tipo de arbitrariedad, corrupción y compromisos de compadres.
En este sentido, es mucho mejor definir que el presidente de CEL devenga un salario de 10 mil.
Entonces, el escándalo no es el monto de los salarios de nuestros ejecutivos, sino son dos mañas que realmente huelen muy mal: por una parte la creación de puestos que no son necesarios, como el montón de secretarios en Casa Presidencial que duplican (y complican) la labor de los ministerios. Son cargos que surgen de la necesidad política y partidaria, pero no de la lógica de eficiencia del aparto ejecutivo. Y la segunda cosa que huela a podrido es la falta de idoneidad de los altos funcionarios – y por siguiente, la falta de resultados. El hecho que hay cuadros del partido y de ALBA que ocupan cargos importantes en instituciones como CEPA, PROESA, CNR, Ministerio de Economía y varias Superintendencias – y que ganen de 6 mil para arriba, esto sí es escandaloso.
Cuando esto pasa, el malestar popular, que nunca es muy justo, conduce a conclusiones erróneas y juicios peligrosos. Por ejemplo, que si el país está en crisis, los ejecutivos del gobierno también tienen que compartir la miseria. O la otra, que todos ustedes son corruptos e ineptos.
¿Cómo no va pensar (y gritar) esto la mara si ven a un presidente de CEL, cuya calificación es su relación familiar con el máximo líder del FMLN, Medardo González, pero que tiene la CEL desfinanciada, envuelta en casos de corrupción e invirtiendo en megaproyectos equivocados, como El Chaparral y la ampliación de la presa 5 de noviembre, que por su elevado costo no pueden ser rentables nunca? ¿O cuando ven a un secretario de Transparencia que no cum0le ninguna función ejecutiva, pero que no solo gana 6 mil dólares al mes, sino además dispone de enormes recursos de Casa Presidencial en asuntos que exclusivamente son de interés partidario e ideológico?
Normalmente se dice: No lo tomen personal. Pero en los casos de los funcionarios ineptos o no necesarios, el asunto sí es personal. Ahí la única solución sería removerlos.
Saludos,
(MAS!/El Diario de Hoy)